¡Lo volvió hacer! ¡Real Madrid, tetracampeón de la Supercopa de la UEFA!
Real Madrid se muestra superior frente al Manchester United y gana por cuarta ocasión la Supercopa de Europa, primera vez que lo hace ante un club inglés
Real Madrid se muestra superior frente al Manchester United y gana por cuarta ocasión la Supercopa de Europa, primera vez que lo hace ante un club inglés
Sin su máxima figura en el campo al momento de firmar los goles, Cristiano Ronaldo, Real Madrid logró levantar su cuarto título de la Supercopa de la UEFA, la segunda de forma consecutiva, luego de imponerse de forma soberbia al Manchester United, que tardó en reaccionar y por más que lo intentó, no logró frenar el solvente ataque del club español.
Macedonia fue el escenario del choque de 2 de los clubes cuyos blasones se respetan en cualquier parte de Europa y el mundo, parecía ser una buena oportunidad para que los Red Devils volvieran a los primeros planos, pero de nuevo se quedó a la orilla e impidió que Mourinho conquistara un trofeo que aún está ausente en su palmarés. Es el inicio del camino madridista hacia el sextete de la temporada 2017-2018.
Casemiro definió un servicio de Carvajal para el 1-0, al 24’; Isco Alarcón, en el segundo tiempo, hizo el 2-0 tras pase de Gareth Bale, al 52’. Romelu Lukaku, el flamante fichaje del Manchester United para esta temporada, hizo su primer gol en duelo oficial, al 62’, que reanimó el partido, pero no alcanzó para más.
Apabullante. Así fueron los primeros 45 minutos del Real Madrid frente al Manchester United, un rival que pese a contar con uno de los entrenadores más prestigiados del balompié, como lo es José Mourinho, se vio eclipsado por el planteamiento de un Zinedine Zidane que a corto plazo se ha convertido en uno de los técnicos más experimentados y ganadores al frente de los merengues. Mourinho sigue sin ganar la Supercopa, la perdió con el Porto (2003), con Chelsea (2013) y ahora el Manchester United (2017).
Mkhitaryan, Lukaku, Matic, Pogba, Valencia y esa camada de renombres que forman parte de los Red Devils se vio opacada por el juego dinámico e intenso del Madrid, que tuvo el descaro de dejar a Cristiano Ronaldo en el banco, que tuvo a Toni Kroos como el cerebro en el mediocampo, y convertido en el jugador con más números de Supercopa de Europa disputadas, con 4.
Macedonia carece de un futbol espectacular, pero esta vez lo tuvo por 90 minutos. Casemiro, antes de su gol, había estrellado el esférico en el travesaño con un remate de cabeza a pase de Kroos. De Gea no hacía mucho, parecía un simple espectador en primera fila frente a uno de sus antagonistas desde que militaba en el Atlético de Madrid.
Para el complemento, Isco pintó una buena jugada a lado de Gareth Bale y definió cruzado ante De Gea. La reacción fue inmediata, pero tardía. El 2-0 no parece ser el más engañoso en el futbol europeo, mucho menos cuando es del lado de la jerarquía del Real Madrid, pese a que del otro lado de la acera se encuentre el United.
Pogba trató de levantar la nave, lo hizo con un remate de cabeza que el costarricense Keylor Navas tapó en línea de gol. Luego Lukaku parecía ensañar, apenas, sus disparos, pero el esférico se fue por afuera. Era el mejor momento del Manchester United, pero Gareth Bale puso paños fríos y mandó un obús al larguero que picó apenas fuera de la portería y estremeció los nervios de Mourinho y compañía.
Fueron los nuevos hombres los que dieron vida a los Red Devils antes del pitazo final. Nemaja Matic sacó trallazo desde fuera del área que escupió Navas para que Lukaku definiera. Fellaini, hombre de recambio, por su estatura quiso hacer daño por arriba, pero la ironía le hizo la broma de dejarlo a él lesionado con un choque con Ramos al disputar un balón que buscaban con la cabeza.
Serie de vaivén, tarjetas amarillas y contragolpes madridistas para defender el marcador. Cristiano Ronaldo ingresaba para poner más tensión y frustración al United. Apenas logró sacar un disparo de tiro libre que se fue demasiado elevado y Asensio aún se dio tiempo de poner a prueba a De Gea, hasta que el árbitro italiano Gianluca Rocchi, con 7 minutos añadidos, puso fin al idilio español y pesar inglés para que el Madrid levantara su cuarta Supercopa de Europa, la primera a un inglés, luego de que en 1998, cuando disputó la primera, fuera vencido por el Chelsea con gol de Poyet.