Lo que mal empieza mal acaba, ojo, mucho ojo.
Por La cereza del Pastel.
Tiempos de cambio, tiempos de reflexión y de replantear.
Por La cereza del Pastel.
Tiempos de cambio, tiempos de reflexión y de replantear.
Lo que mal empieza mal acaba, dice un dicho, que bien se lo podría aplicar al PRI de Yucatán, pero no solo a ellos sino también a nivel nacional, los priistas yucatecos tenían todo, tenían hasta el cobijo del mejor Gobernador del país, pero a veces no cuenta eso, no cuenta porque mientras no haya una unión real, todo será un espejismo, será como construir castillos en el aire, que al final se derrumban solos.
Algunas veces, el gigante se jacta de tener todo el poder, pero se le olvida el clásico de David contra Goliat, y que hasta la piedra más pequeña te puede incomodar y entorpecer todos los planes bien trazados, que al final te podría llevar a la derrota inminente, como les sucedió a los priistas en estas elecciones. No todo lo que brilla es oro, por eso todo es cuestión de ver bien y saber elegir bien, para no pasar las de Caín, está lección se la debe aprender muy bien los priistas, porque no todo se perdió, aunque si se perdió lo más preciado o lo más perseguido que los empoderaba.
El PRI, no está sufriendo y llorando por la pérdida de la alcaldía, no señores, la alcaldía siempre ha sido la joya de la corona de los panistas, y esta vez no solo salieron por la joya de la corona, sino también por el castillo del edén, ¡La gubernatura!, y vaya que aprovecharon bien el descontento que había dentro del seno priista y el fenómeno social en que se convirtió AMLO, si porque nunca se dieron cuenta que la llegada de “Huacho Díaz” a Morena no solo afectaba en minoría a los panistas, sino también les afectaba a ellos mismos, al quitarles votos.
También podríamos decir que la promesa de campaña de López Obrador, de echar para atrás la reforma educativa, dio puerta a que muchos, por no decir miles de Maestros, votaron por Morena, y qué en Yucatán, solo por ese efecto podríamos asegurar que, los votos del magisterio yucateco no fue para el PRI, fue para Morena y en ese caso sería para “Huacho Díaz”, por si alguien recuerda Morena no existía en las elecciones del 2012, pero Huacho Díaz, sí, pero compitió bajo la bandera de los panistas, entonces, el PRI, perdió por perder de vista a sus nuevos opositores, se enfoco como siempre en la lucha encarnizada con su rival de siempre, el PAN, por eso decimos ojo, mucho ojo, no todo lo que brilla es oro, porque hasta el más pequeño te puede hacer daño.
Triste final para las aspiraciones de muchos, pero más de un hombre que conociéndolo, es una persona muy capaz, muy inteligente y sobre todo, a mi parecer, un gran ser humano con mucha sensibilidad, al que le falto respaldo, porque no solo se trata de repartir bisuterías en tiempo de campaña, no señores, el respaldo se da con el acompañamiento, con la asesoría, con el orden, con poner el hombro para ayudarlo en todo momento, como bien dice un dicho, el que se mueve no sale en la foto, pero, no se vale empujarlo para que no salga en la foto, si no quieras que salga mejor díselo directo, para que no haga un trabajo que no rendirá buenos frutos y que al final afectara a todos, la toma de decisiones no debe ser de uno, debe ser consensada por todos los analistas, y si se decide por uno, debemos aplicar la de los tres mosqueteros, uno para todos y todos para uno.
Muchos le voltearon la espalda, muchos no caminaron junto a él, muchos ni siquiera querían salir en la foto, no quisieron darle las armas necesarias para la gran batalla, porque para poder llevar a cabo un buen trabajo se necesita de todos y de todo, para poder llevarlo a la victoria, ahora viene lo más difícil, sí, lo más difícil, porque de hacer un buen trabajo el vecino de a lado, tengan por seguro que tardarán más en regresar, más ahora que no tendrán las mismas oportunidades que tenían cuando estaban en el poder, muchos de los que ganaron, ojalan también no se olviden igual de quienes los ayudaron, de quienes los respaldaron, de quienes los apoyaron en todos los sentidos para que llegarán a realizar sus aspiraciones y que ahora que tomen el poder en sus respectivos municipios, curules y otros más, se den cuenta que también muchos se quedaron en la orilla y que necesitaran de ellos, que se den el tiempo de buscar la forma de ayudarlos, para que en próximas fechas todos puedan volver a llegar a buen puerto.
Llego la hora de enmendar errores, de limar asperezas, pero que sean genuinos para poder regresar como el ave fénix, con más brillo y con mejores propuestas, para que todo Yucatán y todo México, vuelva a creer en el PRI.
¿No creen? Que es tiempo de reflexionar y de replantear objetivos, de eliminar los lastres que tanto daño a hecho a su partido, el color si importa, pero es más importante el ser humano.
Póngale lo más importante (se los dejo de tarea).