En menos de 96 horas su historia dio la vuelta al mundo gracias a las redes sociales. Carlos Duarte salió en buscaba de empleo, en su recorrido por las calles de Córdoba llegó a un comercio, donde lo atendió Eugenia. Lo escuchó y él, confiesa, sintió vergüenza al entregarle su CV, el cual había escrito en una de las hojas de un cuadernillo.
Lo que más le agradezco a Euge es que no me rechazó cuando ya venía de muchas, que me escuchó y me recibió la hoja del cuadernito que le entregué con mucha vergüenza. ¿Si se apiadó? No, me creyó, me vio honesto y con hambre», señaló Carlos al periodista Javier Firpo de El Clarín.
No fue con Eugenia, la oportunidad laboral, pero cuenta que está entusiasmado por iniciar y tener algo de plata en el bolsillo. “Es muy frustrante ver que tus amigos salen y uno no puede ni siquiera pagarse una gaseosa”.
Pero ya cambió ese panorama gris e incierto para el joven cordobés de 21 años… A partir del jueves inicia su jornada laboral en una fábrica de vidrios.
No le puedo pedir más a la vida. Haber conseguido un trabajo fijo, en blanco, con horarios y un sueldo era lo que anhelaba».
Carlos tendrá estabilidad, un horario de trabajo y percibirá al mes $16,000. «Ya sueño con mi primer sueldo y lo que voy a hacer: le prepararé un asado a mi gente querida y le haré un regalo especial a Eugenia, que es mi angelito».
Y este joven ya planea: Un asado para los amigos y quienes lo apoyaron, además de un obsequio para Euge, su ángel de la guarda