Legislar para garantizar la igualdad de derechos y para dar a las mujeres de Yucatán libertad de expresión: Vida Gómez
Discurso de la Diputada Vida Gómez Herrera
Discurso de la Diputada Vida Gómez Herrera
Quiero comenzar mi intervención expresando mi reconocimiento y agradecimiento a todas aquellas mujeres, que me han compartido sus historias personales, muchas de ellas cargadas de dolor y de lucha.
Esas historias, han dado origen y sentido a cada esfuerzo legislativo que desde aquí hemos impulsado. Gracias a Paola y a Shirley que una tarde de hace más de un año, me compartieron su dolor de no poder estar con sus hijos, por ser víctimas de violencia vicaria.
Mi agradecimiento a Alejandra y Fernanda que un día me platicaron todas las injusticias que, que, como estudiantes de derecho y activistas, habían escuchado acompañando los cientos de víctimas de violencia familiar y llegaron aquel día motivadas a dar soluciones desde las leyes, y hoy esas son ya reformas una realidad en nuestro Estado.
Agradezco a Patricia, a Yndira y a María Eugenia, por hacerme parte de su lucha para evitar que las injusticias sistemáticas se sigan perpetuando en Yucatán.
Reconozco también a Mariana, a Ximena, a Yesica, a Ligia, a Adelaida, a Nancy, a Gina, a Bertha Elena, a Milagros, a Rita, a Naomy, a Emmy Puerto, a Rosa Cruz, a Rocío Ivonne Quintal, a Silvina Contreras, muchísimas gracias a ellas y a todas las mujeres que han participado alzando la voz en los foros, y que han inspirado y respaldado cada esfuerzo legislativo que he presentado en favor de las mujeres del Estado. Ya llevamos siete iniciativas, siete que son de ustedes, y que han sido aprobadas gracias a ustedes.
Esta es mi forma de conmemorar el 8 de marzo. Reconociendo sus esfuerzos, visibilizando sus logros y, sobre todo, siendo muy consciente de todo lo que nos falta transformar.
En estos días veremos, como cada año, una serie de rituales ya conocidos de los distintos actores públicos: eventos, discursos, fotos y encabezados, que ayudan más a fortalecer los egos personales que a lograr una verdadera transformación social.
El objetivo de mi intervención hoy, es invitarle a no ser parte de esos rituales de egos. Y a sumarnos genuinamente a la lucha de las mujeres, por la igualdad de derechos.
Estoy convencida de que el 8 de marzo debe ser un día de reflexión y toma de conciencia, más que de protagonismos.
Lo que las mujeres yucatecas esperan de nosotros y nosotras, es que hagamos leyes que acorten la brecha de la desigualdad y que garanticen el respeto a sus derechos.
Desde este congreso podemos hacer mucho para equilibrar la balanza de igualdad de género. Podemos empezar con no ser indiferentes al dolor y al enojo de las miles de mujeres yucatecas que salen a manifestarse.
Sí, hay ira y enojo en las marchas, porque la desigualdad enoja, la falta de conciencia enoja, la indiferencia de las autoridades enoja.
Y el enojo y el hartazgo, son los más grandes motores de cambio y de transformación positivas.
Por eso cuando veo las manifestaciones del 8m, puedo compartir yo también el enojo detrás de las consignas. Puedo sentir el dolor de las madres llorando a sus hijas, e identificarme con las hermanas y amigas que exigen justicia por las que ya no están.
Sí, el feminismo es enojo y hartazgo, entre las muchas cosas que es y entre los muchos feminismos que existen, es fuerza transformadora, pero también es esperanza.
Y no es difícil ver la esperanza que hay en cada mujer que sale a manifestarse en días como hoy.
Hay esperanza en quienes emiten las convocatorias, en quienes organizan y orquestan las marchas. A ellas y a mí, nos mueve la esperanza de saber que el sistema puede cambiar y que algún día, estoy segura, cambiará.
La esperanza las inspira en los cantos y consignas, pidiendo hacer a un lado la indiferencia. La esperanza las trae a los foros a exigir a las autoridades hacer las cosas diferentes, nos gritan sus necesidades, nos cantan sus dolores, nos pintan su hartazgo.
Y lo hacen con la esperanza de que sepamos escuchar y que hagamos lo que nos toca.
Por eso compañeras y compañeros diputados, no podemos seguir siendo indiferentes, nos toca seguir siendo más bien, partícipes activos de esta evolución yucateca.
Nuestra responsabilidad también es dar seguimiento a todas las iniciativas que impactan nuestras leyes, a favor de las mujeres. Voy a insistir en que una ley sin aplicación es una ley poco útil.
Sé que podemos hacerlo, esta legislatura ha demostrado que cuando se lo ha propuesto, sabe escuchar las exigencias ciudadanas.
Por eso es justo también reconocer el esfuerzo de mis compañeras, y sobre todo de los compañeros de legislatura, al participar en las discusiones de cada iniciativa a favor de las mujeres.
Reconozco su esfuerzo en replantearse su forma de ver el derecho y las leyes. Acciones afirmativas como la 3 de 3 o la tipificación de la violencia vicaria, no hubieran sido posibles, sin su colaboración y su voluntad de participar con mente abierta y a favor de la igualdad.
Sin embargo, hay que decirlo, el camino es largo y aún hay mucho por hacer. Tenemos temas pendientes por legislar, como la libertad de las mujeres para decidir sobre sus cuerpos, a la que habrá que darle celeridad en los próximos meses, para no dejarlo como un asunto pendiente de esta legislatura.
Porque legislar es la forma en la que podemos hacer a un lado la indiferencia y aliarnos verdaderamente, en la lucha feminista.
Legislar para garantizar la igualdad de derechos y para dar a las mujeres de Yucatán piso parejo, eso es lo que se espera del Congreso del Estado.
Y a las mujeres que se van a manifestar, les digo que cuentan conmigo.
Que no voy a permitir que se criminalice a ninguna por ejercer su derecho a la libertad de expresión. Y si para eso tuvieron que pasar más de cien años en la historia, para que haya mujeres en este congreso que ayuden para que sus derechos se hagan valer.
Ustedes salen a las calles por todo lo expuesto, deberíamos hablar de cada caso y de cada carpeta no resuelta en el país, ahí debe estar la atención de toda la sociedad y no en la forma en que deben de manifestarse. Desviar la atención a las formas, es hablar desde el privilegio y es una muestra más de esa indiferencia que tanto hartazgo ha generado.
Combatir la indiferencia y equilibrar la balanza, me lleva a nombrar que hoy, mientras estamos aquí, se empiece a investigar un presunto feminicidio más. Ese es el tamaño del reto que tenemos, por delante.
Es cuánto.