Ciudad de México, febrero 2018.- “La idea de poder tener hijos después del cáncer me dio fuerza para afrontar mi enfermedad. Espero que mi caso ayude a otras mujeres que atraviesan por la misma situación. Tener cáncer no es el final, siempre hay esperanza cuando tienes la ilusión de tener un bebé”, señala Laura, una joven mujer que se dedica a la optometría y madre de una niña de 13 años.
Laura decidió congelar sus óvulos en Ivinsemer tras su diagnóstico de cáncer de mama en octubre pasado cuando se palpó una bolita en su seno derecho. “Mi hija ya estaba grande y tenía pensado crecer mi familia en un futuro”. Cuando me dieron la noticia del cáncer pensé que todo se había terminado para mí. Surgieron las preguntas; ¿Qué hago? ¿Hay opciones para ser madre después? ¿Estoy en edad de hacerlo?
Desde su hogar relató que fueron sus médicos tratantes del MILC (Médicos e investigadores en la lucha contra el cáncer de mama) en el INCAN quienes le informaron sobre la opción de congelar sus óvulos para más adelante continuar con su maternidad y tener la familia que siempre soñó; aunque sus planes se detendrían por un tiempo, más adelante podría tener otro bebé.
Los especialistas le explicaron que con las quimioterapias sus óvulos iban a perder calidad y sería difícil en un futuro lograr un embarazo de forma natural; sin embargo, la opción era real con los expertos en Medicina Reproductiva de IVINSEMER.
“Me siento afortunada, la actitud representa muchísimo y no hay que dejarse caer. Actualmente es posible preservar la vida para tener más hijos. Los médicos te van orientando, para mí es una meta y un propósito para cumplir una esperanza: Ver que mi familia crece”. Estoy emocionada y le platiqué a mi hija cómo será el futuro y ella me respondió: “Yo quiero apoyarte”, dijo Laura entre lágrimas.
Antes de llegar a IVINSEMER, investigó en su página web acerca de los tratamientos que tienen y eso hizo que se sintiera más confiada. “La atención es muy buena desde el trato de los médicos y enfermeras, son claras sus instrucciones, te ayudan a comprender el panorama y con ejemplos te lo hacen muy fácil. Hay mucha sensibilidad en el personal, mucha información y al final respetan tu decisión”.
La doctora Gabriela García Jiménez, Directora Clínica de IVINSEMER, señala que muchas mujeres que están siendo diagnosticadas con cáncer tienen las mismas dudas e inquietudes que Laura. Por ello, es importante comunicar que las mujeres que sobrevivieron al cáncer de mama y tienen el deseo de ser madres pueden alcanzarlo con la preservación de óvulos antes de que inicien con los tratamientos oncológicos como la quimioterapia o radioterapia.
Para hacer conciencia del cáncer, cada 4 de febrero se conmemora el Día Mundial de la lucha contra esta enfermedad que cada año suma en México 20,444 nuevos casos de cáncer de mama y 13,960 nuevos casos de tumor en cuello uterino, según cifras de la Secretaría de Salud.
Estudios internacionales refieren que de aquellas mujeres que tienen cáncer de mama en edad reproductiva, 30% no han tenido hijos en el momento de su diagnóstico y se sabe que a más del 80% les preocupa el riesgo de quedar infértiles luego de sus tratamientos contra el cáncer.
Los médicos deben explicar a las pacientes oncológicas que entre los efectos secundarios más conocidos de los tratamientos contra el cáncer se encuentra la desaparición de la ovulación y las mutaciones genéticas en los ovocitos; sin embargo, es posible lograr un embarazo si antes se preserva la fertilidad.
El tratamiento para la preservación de óvulos tiene una duración entre 10 y 12 días. En este periodo la mujer se somete a un esquema de tratamiento para madurar sus células reproductivas y, posteriormente extraerlas y preservarlas con técnicas de criopreservación, es decir, se vitrifican. La vitrificación de ovocitos permite que los óvulos maduros conseguidos tras la estimulación ovárica sean criopreservados para usarlos posteriormente cuando la paciente decida. Esta técnica permite conservar el mismo pronóstico que se tenía en el momento en que los óvulos fueron vitrificados. Debido a la ausencia de formación de cristales de hielo, las tasas de supervivencia de los ovocitos son elevadas, permitiendo retrasar la maternidad con garantías razonables.
“Es de suma importancia destacar que los tratamientos de este tipo no interfieren con la quimioterapia, radioterapia o las terapias blanco, por lo que la mujer con cáncer no presentará algún evento adverso y para ello siempre se hace bajo la autorización de la paciente y del médico oncólogo tratante. En el caso de Laura se lograron extraer 6 ovocitos”, explicó la Dra. García de IVINSEMER.
Un sueño alcanzable
“Es un alivio saber que tengo mis óvulos sanos, después de la espera, me sentí feliz con la preservación de óvulos. Espero que mi historia les sirva a otras personas que estén en el mismo caso que yo”, dijo la entrevistada.
Finalmente Laura recomendó a las pacientes con cáncer de mama que se sientan seguras, que no se depriman porque siempre hay gente que te apoya. No tengan miedo ni prejuicios para hacer la preservación de óvulos. Luchen por hacer lo que está en sus posibilidades para poder conservar sus óvulos si desean en un futuro tener un hijo.