Cultura

La Orquesta Sinfónica de Yucatán anuncia la presentación del Concierto para Viola de Béla Bartók, obra que implica un gran reto para virtuosos.

Mérida, Yucatán 11 de marzo de 2025.- Con la interpretación de tres obras maestras de la música, entre ellas el Concierto para viola del compositor húngaro Bela Bartok, pieza exigente para virtuosos, con Ella Shamoyan como solista, la Orquesta Sinfónica de Yucatán presentará sendos recitales los días 14 y 16 de marzo en el Palacio de la Música de esta ciudad.

Bajo la batuta del maestro invitado, Rodrigo Macías, la máxima agrupación musical del estado incluirá en su sexto programa de la primera temporada 2025 la Pavana para una Infanta Difunta del francés Maurice Ravel y la Tercera Sinfonía en fa menor del alemán Johannes Brahms.

Como parte de su compromiso de presentar obras de calidad al público, consecuente con los objetivos del Renacimiento Maya que promueve el actual gobierno del estado, la OSY ofrece uno de los conciertos más demandantes para viola, el instrumento de cuerda, además de dos joyas del romanticismo e impresionismo musical.

Entre el público conocedor se ha suscitado gran expectación por la actuación de la solista invitada oriunda de Armenia por las exigencias técnicas de la obra escrita por el húngaro Bela Bartok (1881-1945) en tres tiempos con duración total de unos 20 minutos

Ella Shamoyan culminó la Licenciatura en Música en 2006 y la Maestría en 2009 en viola en el Conservatorio Estatal de Ereván, y formó parte de la Orquesta de la Ópera del Conservatorio Estatal, la Orquesta Sinfónica de Radio y Televisión de Armenia y de otras agrupaciones.

Desde 2007 radica en México, donde ha sido invitada por la Sinfónica de Aguascalientes, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, la Filarmónica de Zacatecas y Filarmónica de Querétaro. Es miembro de la OSY y docente en la Universidad de las Artes de Yucatán.

El maestro Rodrigo Macías pertenece a una destacada generación de directores de orquesta mexicanos, ya que ha encabezado la Sinfónica Nacional, Filarmónica de la Ciudad de México y la orquesta del Teatro de Bellas Artes. Desde febrero de 2018 es titular de la Orquesta Sinfónica del Estado de México.

Es frecuentemente invitado a dirigir orquestas en Norteamérica, Sudamérica, Asia y Europa, además de que se ha distinguido como promotor de la música en México con un enfoque especial en las nuevas obras y la educación musical de los jóvenes, contribuyendo significativamente al desarrollo de la cultura del país.

Existen partituras creadas en momentos cercanos a la muerte, de gran intensidad y profundidad que las convierte en obras maestras y es el caso de este concierto estrenado el 2 de diciembre de 1949 por la Orquesta Sinfónica de Minneapolis, EU., el cual Bartok desarrolló las partes solistas, pero no terminó la orquestación al morir de leucemia.

Cuando padecía las etapas terminales de su enfermedad, Bartok aceptó un encargo del respetado violista William Primrose de crear una pieza desafiante para interpretar, de la cual surgió su Concierto para Viola, pero sólo dejó antes de fallecer 14 páginas con la parte de solista y un primer boceto de la orquestación.

Ligado a Igor Stravinsky y Arnold Schoenberg como uno de los tres gigantes de la música contemporánea del siglo XX, Bela Bartok legó en su concierto una obra monumental y extremadamente desafiante, solo apta para virtuosos.  Su dificultad técnica es legendaria, lo que demanda una maestría absoluta del instrumento.

La OSY abrirá su sexto programa con Pavana para una infanta difunta de Maurice Ravel (1875-1937), la cual fue estrenada en la versión original al piano el 5 de abril de 1902 en París y la orquestal, que es la más conocida, el 27 de febrero de 1911 en Manchester, Inglaterra.

Admirador del entorno cultural de las cortes españolas, con su obra corta de apenas seis minutos el compositor evoca una danza procesal, pavana, que podría haber sido bailada por una joven princesa de las monarquías hispanas del siglo XVI, en una atmósfera nostálgica y refinada sin llegar a ser un lamento fúnebre.

La Tercera Sinfonía en fa mayor Opus 90 surgió de la mejor etapa creativa del compositor alemán Johannes Brahms y es señalada por críticos como una obra maestra del período romántico tardío, que lleva el sobrenombre de Heroica como la 3a Sinfonía de Beethoven.

Estrenada por la Filarmónica de Viena el 2 de diciembre de 1883, su importancia artística radica en varios aspectos, entre ellos en el hecho de que Brahms perfeccionó la sinfonía clásica, creando una estructura sólida y equilibrada, a la vez que innovadora.

En esta sinfonía destaca el último de los cuatro movimientos, el Allegro, en el que radica toda la apoteosis. Antonín Dvorak, comentó: “Digo sin exagerar que esta obra supera sus dos primeras sinfonías; si no, tal vez, en grandeza y poderosa concepción, ciertamente sí en belleza”. Sin duda, su impacto en la historia de la música sinfónica es innegable.

Los boletos (150 y 300 pesos) para los conciertos programados el viernes 14 a las 20 horas y el domingo 16 de marzo a las 12 horas están disponibles en la recepción del Palacio de la Música o puede adquirirlos en línea a la página web www.sinfonicadeyucatan.com.mx

Cabe destacar que previo al concierto de la OSY de este viernes 14, la empresa Dinercap, integrante del Patronato para la Orquesta Sinfónica de Yucatán, rendirá un homenaje al destacado violinista y concertista yucateco, Tomás Marín Medina por su ilustre vida y gran trayectoria como músico, quien ha puesto en alto el nombre de México y Yucatán y forma parte de la historiografía musical yucateca.  El homenajeado estará presente en el concierto del viernes para ser testigo de este emotivo reconocimiento en vida.

Un agradecimiento muy especial a todas las empresas patrocinadoras por su gentil apoyo a este gran proyecto cultural, Mercedes-Benz Prestige Motors, Yucatán Coutry Club, Kanha Park, Escuela Modelo, Bepensa bebidas, Universidad Anáhuac Mayab, Tere Cazola, Sal Sol y Dinercap.

La OSY es la agrupación de música académica más representativa e importante del sureste mexicano, perteneciente al Gobierno del Estado de Yucatán e impulsada y respaldada por la sociedad civil a través del Patronato para la Orquesta Sinfónica de Yucatán.  Hoy, la OSY se llena de orgullo al celebrar sus primeros 20 años de vida y ser considerada como una de las orquestas más importantes de todo México.

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