La justicia puede y debe actuar, con o sin desafuero, siempre que el trabajo esté bien hecho: Jessica Saiden
Ante el caso del Diputado Cuauhtémoc Blanco, quiero dejar algo muy claro: el fuero constitucional de las y los diputados no implica impunidad ni protección penal. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido que el fuero no impide que un legislador sea investigado, procesado e incluso vinculado a proceso penal si existen elementos suficientes. Es decir, la justicia puede y debe actuar, con o sin desafuero, siempre que el trabajo esté bien hecho.
Nuestro movimiento —y en lo personal, su servidora— siempre estaremos del lado de las víctimas, de la verdad y de la justicia. No hay cabida para la violencia contra las mujeres en esta transformación. Pero también tenemos la responsabilidad de cuidar el debido proceso y la legalidad, porque sin esos principios no hay justicia real ni duradera.
En este caso, la Cámara de Diputados no aprobó el desafuero del Diputado Blanco por una razón de fondo: la Fiscalía del Estado de Morelos presentó una carpeta de investigación deficiente, sin los requisitos jurídicos indispensables. El expediente carecía de certificaciones formales, contenía peritajes contradictorios, no se llamó a testigos clave y no se aplicó una perspectiva de género. Además, no se acreditaron los elementos mínimos de modo, tiempo y lugar, y la denuncia no fue ratificada ante autoridad competente. En otras palabras, no existía una base legal firme para levantar el fuero.
La Sección Instructora actuó con responsabilidad. Su dictamen no significa que se niegue justicia, sino que se exige una investigación seria y sólida. Los derechos de la víctima siguen intactos, y la Fiscalía tiene todo el derecho y la obligación de rehacer la carpeta, corregir sus omisiones y, si logra integrar adecuadamente el caso, volver a presentar la solicitud de desafuero. Mejor aún: si lo hace correctamente, ni siquiera es necesario pasar por este proceso, pues puede ejercer la acción penal directamente, como ya lo ha determinado la Corte.
Estoy a favor de que toda forma de violencia contra las mujeres sea sancionada con firmeza y sin privilegios. Pero también exijo que se presenten pruebas y se cumplan los requisitos legales. Porque no se puede combatir la injusticia con errores, ni defender los derechos de las víctimas con carpetas mal integradas.
La verdadera justicia no se construye con escándalos, se construye con verdad, con legalidad y con seriedad.