El efecto Trump se sintió de inmediato en las fronteras norte y sur de México tras su triunfo electoral; migrantes mexicanos y centroamericanos aceleran su cruce a Estados Unidos antes de que el magnate tome posesión
CIUDAD DE MÉXICO, México, nov. 21, 2016.- Son centroamericanos de paso por Tapachula, la mayoría de ellos busca llegar a Estados Unidos.
Dicen que la llegada de Donald Trump a la presidencia de ese país no detiene sus aspiraciones, sin embargo, aceleran su partida a aquel país.
«Todo mundo quiere apurarse, antes de que Donald Trump tome la presidencia en enero porque los que no lleguen en ese lapso de los 20 días si puede afectarle una medida que tome Donald Trump», afirmó el migrante cubano, Saúl.
Saúl es cubano y tiene 26 años. Mientras lee la Biblia cuenta que en pocos días dejará el albergue Jesús del Buen Pastor donde se refugia en espera de un documento del Instituto de Migración que le indique que debe salir del país en 20 días pero que lo ampara para poder transitar por México y así llegar a la frontera norte.
Jorge, oriundo de Honduras, al igual que Saúl, busca una vida próspera. Por eso, también decidió migrar.
Lleva 20 días en suelo mexicano. Dormirá en el albergue fundado por Olga Sánchez decidido a alcanzar el sueño americano, aunque reconoce que su familia le dice que se lo piense, que se quede en México y ya no vaya a Estados Unidos.
«Aún pensamos y tenemos la intención. Lo hacemos por la falta de oportunidades que tenemos en nuestros países. Encontré una oportunidad de trabajo de 6 meses, eso me está haciendo cambiar de idea. Si tal vez no hubiera encontrado ese trabajo ya estaría fuera de este lugar», reiteró Jorge, migrante hondureño.
Jorge despertará en el albergue cuando muchos de los centroamericanos que durmieron en ese lugar ya retomaron el camino a Estados Unidos.
Puente de imágenes para pasar al día y ver a Liliana
Liliana tiene 21 años y viaja sola. Es oriunda de El Salvador, trató de encontrar refugio en México, pero no se lo dieron, por eso retoma el camino a Estados Unidos.
«Ya que ganó Donald Trump voy con miedo, bastante miedo, pero la gente va porque quiere trabajar, por el sustento de su familia. ¿Para cruzar la frontera, cómo le va hacer? Caminar en el desierto como los otros migrantes o saber que Dios dirá», dijo Liliana.
Con su mochila a cuestas y sandalias, sale del albergue donde vivió un par de meses. A bordo de un taxi y acompañada de un migrante amputado emprende el camino a Los Ángeles, donde tiene familia.
Atrás quedan las compañeras del albergue, los niños, todos aquellos que también pretenden desafiar el discurso antimigrante de Donald Trump. Era el caso de Mario.
El triunfo de Donald Trump no le cortó el sueño americano, se lo truncó ‘La Bestia’.
Mario cayó del tren y perdió un pie, dice que la deportación masiva que pretende hacer el próximo presidente de Estados Unidos no le importaba, fue su accidente lo que lo ha hecho plantearse su destino.
«Me hubiera ido, no importa quien estuviera de presidente, me hubiera ido. Porque hay veces que uno allá no tiene para comprar nada. Consiguiendo una prótesis sí puedo seguir», señaló el migrante hondureño Mario.
Mario esperará en el albergue a que le den de alta por lo del pie para tomar una decisión.
Por su parte, el encargado del albergue «Jesús, El Buen Pastor» dice que a raíz del triunfo de Donald Trump ha disminuido la llegada de migrantes a dicho refugio. De 19 migrantes que llegaban a diario, ahora están recibiendo un promedio de 5 por día.
Moisés Juárez refiere que el día siguiente del triunfo de Donald Trump hubo una desbandada de los migrantes que se hospedaban en el albergue.
«Se desesperan, piensan que ganando, ese mismo día iba empezar a construir el muro. Se fue un 35 o 40 por ciento. El balance es que viven con más temor y que ya no van a cumplir el sueño americano», reiteró Moisés Juárez, encargado del albergue Jesús El Buen Pastor.
Un sueño que para muchos empieza en el río Suchiate.
En la frontera de México con Guatemala, los balseros dicen que también han visto bajar la cantidad de migrantes que cruzan el río con la esperanza de llegar a Estados Unidos.
KAH
