La reciente contingencia ambiental en el área metropolitana de la Ciudad de México (CDMX) reveló que la megalópolis carece de un plan ambiental sostenido, con alcance multidisciplinario, que éste basado en criterios ingenieriles y proteja la salud y el bienestar poblacional.
Ante ello, la Academia de Ingeniería de México (AIM) se pronunció hoy por la elaboración de un plan integral que garantice sostenidamente la calidad ambiental en el corto, largo y mediano plazo, e hizo notar que una parte de sus casi 900 miembros son especialistas calificados para coadyuvar en ese propósito.
La postura de la AIM fue hecha esta mañana por cuatro de sus especialistas y el propio presidente de la misma, doctor Sergio Alcocer Martínez de Castro. Este último expuso ante los medios de comunicación que la Academia está abierta a aportar criterios técnicos e ingenieriles a las autoridades para llevar a cabo un plan integral de acciones ambientales.
En el mismo evento, cuatro expertos en cuestiones ambientales, urbanísticas e hidráulicas de la AIM abordaron la problemática y emitieron propuestas para el posible plan preventivo.
En torno a ello, el doctor Óscar Monroy Hermosillo, presidente de la Comisión de Especialidad Ambiental de la Academia de Ingeniería de México, postula que no deben improvisarse medidas ante fenómenos urgentes, como la citada contingencia.
“Este es el momento de generar un plan de acción que no existe para mantener una buena calidad del aíre siempre y la AIM cuenta con los especialistas en diversas materias para tomar la iniciativa de la elaboración del proyecto multidisciplinario, y en el que participe la mejor tecnología posible”, expuso el también académico de la Universidad Autónoma Metropolitana.
En ese contexto, ejemplificó que actualmente no hay una planeación por parte de la CDMX sobre el momento en que se deben llevar a cabo obras de construcción, sobre todo si se tiene en cuenta el alto grado de contaminante que representan las partículas suspendidas, y que son generadas por el excesivo polvo cuando se edifica un inmueble o se realizan mejoras o reparaciones urbanas o de calles, entre otras obras.
Por su parte, el doctor Salvador Echeverría Gómez, presidente de la Comisión de Especialidad Mecánica y Mecatrónica de la AIM, refirió que es voluntad de la institución intervenir en los problemas nacionales más importantes y dar una respuesta con elementos de ingeniería para contribuir en las posibles soluciones.
Citó como ejemplo participar en políticas públicas que establezcan los reglamentos a cumplir, como la NOM 047 de Semarnat que establece las condiciones que deben cumplir los centros de verificación vehicular. “La Academia puede dar a las autoridades suficientes elementos objetivos para que se tenga certeza técnica de qué medir, cómo estar seguro de que lo que se mide es correcto y cómo medirlo.
“En la especialidad de Mecánica y Mecatrónica estamos haciendo un estudio de los dinamómetros que tienen los centros de verificación, mediciones dinámicas con el vehículo en funcionamiento que en muchos casos no está haciendo lo que debiera ser”.
La CDMX es una megalópolis de 20 millones de habitantes, y fenómenos como la contingencia ambiental sucederán por el hecho de no tener un plan de crecimiento urbano. “Es por ello que debemos tener un plan de acción”, manifestó a su vez el doctor Víctor López López, coordinador del Programa Multidisciplinario de Recursos Naturales y Cambio Climático de la AIM.
“Tenemos que pensar en el crecimiento expansivo incontrolado de la urbe del país que generan problemas ambientales en áreas protegidas, impactos en asuntos vitales como agricultura y silvicultura, es decir, el crecimiento de la ciudad ha sido insustentable y particularizando, en su atmosfera no tenemos que desvincular el cambio climático, una parte de ese problema ambiental son las contingencias ambientales.
“Entre los casi 900 miembros de la Academia de Ingeniería de México hay profesionistas capacitados, experimentados, que estamos organizados para hacer aportaciones desde el punto de vista técnico”, subrayó el experto en temas ambientales.
A su vez, la doctora Angélica Lozano Cuevas, miembro de la Comisión de Especialidad de Ingeniería Municipal y Urbanística, indicó en que para tomar decisiones se debe conocer la información total y no particularizada, por ejemplo, de la necesidad de viajes en la megalópolis. Al respecto, el último informe lo generó INEGI en el 2007, de ahí la urgencia de actualizar los estudios.
“En la megalópolis se usa el automóvil por el mal transporte público que tiene, por ello necesitamos conocer las necesidades del viaje para saber qué tipo de transporte poner y dotar del necesario para que la gente deje de usar su auto”.
Por ejemplo, expuso, si se va a construir un desarrollo urbano, debe evaluarse su impacto total. “En las instituciones de ingeniería tenemos herramientas para hacer análisis, saber qué es lo que pasa si se pone un centro comercial o estadio en el área urbana, cuáles son las necesidades de viaje que se van a adicionar y cómo se podrían satisfacer. Se pueden hacer pruebas con herramientas de tecnología que generen instrumentos para regular el desarrollo urbano”, reiteró la doctora Lozano Cuevas.
Finalmente, el doctor Monroy Hermosillo hizo hincapié en que la AIM cuenta con la experiencia y el conocimiento para armar un proyector preliminar que abarque todos los sectores que problemas como el suscitado deba abarcar.
“El objetivo de que el plan lo realice una asociación civil como nuestra Academia es que lo conozca la población con toda la información que se deba integrar, a fin de que se tomen decisiones de manera particular y que repercutan en las mejoras. En la medida que la gente esté mejor informada sobre el problema, es que se puede abordar y hacer algo al respecto”. (Agencia ID)