Intervención de la diputada Silvia López en el Congreso
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El día de hoy nos encontramos en este Recinto Legislativo conformados en constituyente para aprobar una propuesta de reforma educativa.
En este escenario valdría la pena preguntarnos del lado de quién queremos estar; si queremos estar del lado de los niños, de las niñas, del lado de los maestros, de los padres de familia; o del lado de aquellos que quieren que el desastre educativo en nuestro país continúe.
Ese desastre provocado, por cierto, por quienes aprobaron la reforma educativa en el sexenio pasado y que se hizo de espaldas a los maestros y de espaldas a la gente.
Y sería bueno recordar que Movimiento Ciudadano fue la única fuerza política que votó en contra de esa reforma educativa y de todas las reformas estructuras del sexenio pasado.
Me gustaría dejar en claro que los grandes cambios que México necesita, no se imponen; se construyen. Esto no se logra descalificando a aquellos que piensan diferente, creyendo que la única visión válida es la de un solo hombre.
Que quede claro.
México no es el Presidente.
México no es la mayoría de los representantes de un partido político.
México somos todas y todos.
El Senado aprobó esta reforma educativa, que tiene su origen precisamente en el consenso, en el trabajo de maestras, maestros, organizaciones de la sociedad civil, padres de familia, hoy tenemos la oportunidad de transitar hacia una educación de calidad, de excelencia universal e inclusiva, en una reforma en la que se deja de linchar a los maestros y a las maestras, y en la que se pone por encima de todo el interés superior de las niñas y de los niños en nuestro país.
México necesita esta reforma y no puede esperar, ni tampoco su gente, es por eso que nosotros vamos a votar a favor.
Y vamos a votar a favor de esta reforma porque esta propuesta no es la propuesta del Presidente, esta propuesta es una que se construyó entre todas y todos.
Votaremos a favor, porque al contrario de lo que se pretendía, se logró que se respete la autonomía universitaria, que se reconozca la educación superior como un derecho, que el Estado brinde la infraestructura idónea para una educación de excelencia, que se incluyera el cuidado del medio ambiente y la perspectiva de género en los planes de estudio para darle un giro completo a la educación de México y, por supuesto, porque la educación para la vida se incluyó, una causa por la que ha luchado Movimiento Ciudadano, y que ya se aprobó en el Congreso de Jalisco.
Ahora nuestras niñas y nuestros niños no sólo aprenderán matemáticas y español, van a aprender a cuidar su salud, a manejar sus emociones, aprender valores como la paz y la tolerancia, y retomar la materia de civismo, que tanta falta le hace a México.
Eso sí, quiero recordar que esto no es un pase libre. Por eso desde Yucatán hacemos un llamado al Presidente de la República para que su principal tarea será la de garantizar el derecho de las niñas y de los niños a una educación de excelencia y eso sólo se va a lograr fortaleciendo el corazón