Ciudad de México a 28 de octubre de 2020.- Cuando alguien cercano sufre un infarto cerebral, el tiempo que transcurre para llegar al hospital puede hacer la diferencia entre la vida o la muerte. Sin embargo, México es el país #1 en decesos por infarto cerebral dentro de las naciones miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)[i] y representa la cuarta causa de defunción en mayores de 65 años de edad[ii]. Asimismo, se estima que más de la mitad de quienes sobreviven quedan con alguna discapacidad y un tercio de ellos necesitará ayuda permanente de cuidadores; por lo general, enfermeras y familiares, para realizar actividades básicas como caminar, vestirse, bañarse y comer, entre otras[iii].
De acuerdo el Dr. Javier Saavedra Uribe, Presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia (SMME), un infarto cerebral ocurre cuando un coágulo impide el flujo sanguíneo en una arteria del cerebro[iv] y se considera que por cada minuto que pasa durante esta obstrucción se pierden en promedio 1.9 millones de neuronas[v], de ahí que es fundamental acudir a los servicios de emergencia dentro de las primeras 4.5 horas de iniciados los síntomas para reducir la discapacidad y la mortalidad asociadas[vi].
Por ello, en el marco del Día Mundial del Infarto Cerebral, a conmemorarse este 29 de octubre, el experto señaló que es imprescindible sensibilizar, aprender, prevenir y tratar este problema neurológico desde una perspectiva holística, pues según la Organización Mundial de la Salud (OMS) 15 millones de personas lo sufren cada año[vii] y al menos 1 de cada 4 lo padecerá a lo largo de su vida[viii].
Lamentablemente, aunque existe mucha información al respecto, la realidad es que solo quien ha sufrido la enfermedad de cerca sabe de las complicaciones emocionales, cognitivas, sociales y económicas que conlleva para él y sus seres queridos. «Las consecuencias físicas y mentales son tremendas, por lo que no solo afecta la calidad de vida del paciente y su familia, sino que hace que los gastos de los sistemas sanitarios se disparen enormemente», destacó el especialista.
Y es que, cuando una persona llega fuera de la ventana terapéutica de 4.5 horas, comentó, ya no es posible administrar el medicamento trombolítico que puede evitar el daño cerebral causante de secuelas neurológicas graves e irreversibles, que van desde la pérdida del habla, la movilidad o la memoria, hasta trastornos emocionales como ansiedad y depresión[ix].
Ante este panorama, el Dr. Saavedra, hizo un llamado a la población mexicana para que, en el Día Mundial del Infarto Cerebral, conozcan la enfermedad, prevengan sus factores de riesgo y actúen de inmediato utilizando la Estrategia CAMALEÓN para el reconocimiento de sus signos y síntomas por medio de la nemotecnia: CAra (CAra colgada), MAno (MAno pesada), LEngua (LEngua trabada) y ON (acciÓN), que indica llamar al 911 o acudir rápidamente a los servicios de emergencias de un hospital cercano que pueda atender oportunamente la Enfermedad Vascular Cerebral (EVC).
Puntualizó que la SMME está trabajando con las autoridades para que diversas instituciones del sector salud en el país, tanto públicas como privadas, estandaricen sus protocolos de atención y mejoren la calidad de los servicios médicos. “Atiendo a diario casos que pudieron haberse salvado o evitado las complicaciones del infarto cerebral; el desconocimiento impide que la gente llegue a tiempo a los servicios de emergencia. En mi práctica clínica, recibimos cada vez más pacientes en edad productiva en esta situación debido a la prevalencia de factores de riesgo como obesidad, tabaquismo, hipertensión arterial y diabetes mellitus tipo 2, entre otras condiciones de salud. Esto ha provocado que las cifras vayan en aumento, haciendo que el infarto cerebral ya no sea exclusivo de adultos en edades avanzadas”.
Dijo que dicha campaña de promoción a la salud, que está disponible de manera gratuita al público a través de la fanpage de Facebook @estrategiacamaleon y la página www.infartocerebral.com.mx, ha sido muy exitosa y cada año “procuramos tanto aumentar el número de instituciones hospitalarias habilitadas para atender la emergencia médica, como actualizar visualmente la imagen para incrementar su poder de recordación, sobre todo en quienes tienen mayor riesgo debido a la pandemia de COVID-19 por la que estamos atravesando”.
Cabe destacar que, como parte de las actividades de difusión y las alianzas que la SMME tiene con algunas instituciones como el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, la campaña ha renovado su imagen y está disponible en las vitrinas de las estaciones Salto del Agua y Garibaldi de la Línea 8 del Metro de la Ciudad de México, además de que permanece visible en la estación Tacubaya de la Línea 9 y Zaragoza, Línea 1, desde el año pasado. Aunado a ello, de manera conjunta se han realizado cursos de capacitación a más de 250 trabajadores del Metro CDMX, de primer contacto con usuarios como elementos de la Policía Bancaria Industrial (PBI) y Policía Auxiliar (PA), así como Inspectores Jefes de Estación, Técnicos en primeros auxilios de Seguridad Industrial e Higiene y de Protección Civil, quienes fueron instruidos y fungen como replicadores en sus áreas, para detectar y actuar en un posible caso de infarto cerebral.
«Esto es posible gracias al apoyo y constante compromiso del Organismo con la promoción de la salud y la prevención del infarto cerebral, creando conciencia en los cerca de 6 millones de usuarios que diariamente se trasladan por este medio de transporte,» enfatizó, el Presidente de la SMME.
Además de afectar la calidad de vida, destacó que las familias se ven impactadas en su economía, pues se calcula que el costo total del cuidado de un sobreviviente a un infarto cerebral puede superar los 630 mil pesos anuales[x] contando medicamentos, terapia física y cuidados complementarios, lo que lo convierte en una enfermedad catastrófica; es decir, que consume más del 30% del ingreso en el hogar. Por ello, reiteró a la sociedad la importancia de conocer sus síntomas y contar con información precisa para una acción inmediata que pueda evitar complicaciones y salvar su vida o la de algún familiar.
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[i] OCDE (2018), Getting it Right: Prioridades estratégicas para México, Éditions OCDE, Paris. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1787/9789264292871-es
[ii] INEGI: Características de las defunciones registradas en México durante 2017. Disponible en: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2018/EstSociodemo/DEFUNCIONES2017.pdf
[iii] Arauz A, Marquez RJ, Artigas C, Murillo BL, Barinagarrementería F, Cantú BC. The Mexican Institute of Neurology stroke registry: vascular risk factors, subtypes and long-term prognosis in 4,491 consecutive patients. Cerebrovasc Dis. 2010; 29(2):197–98. European Stroke Conference.
[iv] La Carga del Infarto Cerebral, Organización Mundial de la Salud. Disponible en: http://www.who.int/cardiovascular_diseases/en/cvd_atlas_15_burden_stroke.pdf?ua=1
[v] DOI: 10.1161/01.STR.0000196957.55928.ab
[vi] N Engl Med 2008; 359:1317-1329
[vii] La Carga del Infarto Cerebral, Organización Mundial de la Salud. Disponible en: http://www.who.int/cardiovascular_diseases/en/cvd_atlas_15_burden_stroke.pdf?ua=1
[viii] Global, Regional and Coutry-Specific Lifetime Risks of Stroke, 1990 and 2016. N Engl J Med. 2018 Dec 20;379(25):2429-2437
[ix] Depresión y el Accidente Cerebrovascular, Instituto Nacional de la Salud Mental, disponible en: http://ipsi.uprrp.edu/opp/pdf/materiales/doi_stroke_sp_508.pdf
[x] Acute care and one-year outcome of Mexican patients with first-ever acute ischemic stroke: the PREMIER study., Cantú-Brito C1, Ruiz-Sandoval JL, Murillo-Bonilla LM, Chiquete E, León-Jiménez C, Arauz A, Villarreal-Careaga J, Rangel-Guerra R, Ramos-Moreno A, Barinagarrementería F; PREMIER Investigators. Rev. Neurol. 2010; 51 (11): 641-649