IMSS YUCATÁN ORIENTA SOBRE LA DEMENCIA
• Este padecimiento es poco frecuente en personas menores de 60 años, pero el riesgo se incrementa a medida que la persona envejece
• Este padecimiento es poco frecuente en personas menores de 60 años, pero el riesgo se incrementa a medida que la persona envejece
Mérida, Yucatán 14 de mayo 2021.- Con la finalidad de fortalecer la calidad de vida de personas con demencia, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán orienta sobre esta enfermedad y otorga algunas recomendaciones.
La demencia es la pérdida progresiva de las funciones cerebrales; no es una enfermedad aislada sino un grupo de padecimientos que involucran problemas en la memoria, comportamiento, aprendizaje y comunicación. Este padecimiento es poco frecuente que se presente en personas menores de 60 años de edad; sin embargo, el riesgo de padecerla se incrementa a medida que las personas envejecen.
Por lo general, la demencia se manifiesta en primera instancia como si la persona presentara mala memoria; posteriormente se puede presentar incapacidad para concentrarse, desconocimiento de objetos o familia, deterioro del sistema motriz, desorientación, incapacidad de recordar nuevas cosas o el pasado; así como cambios de humor repentinos.
Sin embargo, es importante que la persona consulte con un especialista para poder descartar cualquier otro padecimiento. Pues no existe un solo tipo de demencia; ya que este concepto se utiliza para nombrar diversas afectaciones que comprenden algún deterioro significativo en las funciones de la persona.
La mayoría de las demencias son progresivas e irreversibles, llegando a registrarse un progreso más acelerado cuando no se recibe un tratamiento pertinente.
En algunos casos, debido a la falta de orientación sobre este tipo de padecimiento se pueden generar factores emocionales, relacionales y económicos que causen estrés al paciente, la familia y cuidadores.
Por lo anterior, se sugiere: Consultar y solicitar orientación con un especialista, identificar grupos o redes de apoyo.
Es importante establecer una rutina con el paciente para apoyarlo en el desarrollo de su vida diaria, es decir, horarios de sueño, de comidas, de ejercicios, de baño, de descanso, etcétera.
También puede ser de utilidad, que el paciente lleve siempre alguna pulsera, distintivo o tarjeta que especifique su diagnóstico, con la finalidad de que si llega a tener alguna crisis o desorientación, las personas puedan auxiliarlo.
De igual forma, se sugiere realizar actividades como: Ayudar a la persona a permanecer calmada y orientada; hacer que vestirse y asearse sea más fácil; hablar con la persona; conocer cómo manejar problemas de comportamiento, promover actividades que sean estimulantes y que pueda disfrutar.
Algunas de las estrategias que podrían ayudar a comunicarse mejor con una persona con este diagnóstico son: Hacer preguntas cortas y sencilla (¿Quieres comer?, ¿Tienes calor?), no discutir con el paciente sino intentar comprender el tipo de padecimiento que presenta; siempre repetirle o recordarle las cosas para apoyarlo; estos pacientes no deben ser ignorados o descuidados ya que requieren de una constante ayuda; siempre darles la opción de hacer lo que ellos puedan dentro de sus condiciones.
Las personas con demencia deben continuar teniendo revisiones y valoraciones en los ojos, los dientes, los oídos y del estado físico en general.