Importancia de la hidratación en altas temperaturas

Dra. Ana Margarita Salazar Barrientos/ Especialista de Nutrición del IMSS Yucatán

Mérida, Yucatán 15 de mayo 2024.- Considerando las altas temperaturas, algunas complicaciones que pueden presentarse en el organismo cuando no se mantiene una adecuada hidratación son: estreñimiento, deshidratación, golpe de calor o hasta problemas en vías urinarias; entre otras.

Por lo tanto, se recomienda consumir un aproximado de 1.5 a 2 litros de agua simple potable, ya que además de prevenir la deshidratación, ayuda a desarrollar adecuadamente las funciones fisiológicas como: la respiración, la coordinación, circulación, concentración.

Cabe señalar que beber cantidades suficientes de agua también favorece el proceso de orinar, lo que es bueno para la limpieza de los riñones y para prevenir infecciones en las vías urinarias, ya que se evita la proliferación de bacterias en este órgano.

También ayuda a regular la temperatura corporal y favorece a que la sangre transporte oxígeno con mayor facilidad a cada uno de los órganos. De igual forma ayuda a tener un mejor proceso de digestión.

Es importante informar que cuando el organismo registra falta de agua, genera sensación de sed y surge la necesidad de ingerir líquidos, pero si no se consume agua suficiente, se puede desencadenar el proceso de deshidratación u otras complicaciones generadas por esta misma condición, por ejemplo: mareos, aspecto de tener los ojos hundidos, fatiga, dolores de cabeza, calambres musculares, delirios, entre otros.

En caso de síntomas leves se recomienda acudir a los módulos PrevenIMSS, ubicados en las Unidades de Medicina Familiar, de lunes a viernes, de 8 a 20 horas; para recibir orientación del personal de Salud y en caso de ser necesario, se brinde sobres de Vida Suero Oral o se canalice al especialista pertinente para evitar mayores complicaciones.

Finalmente, algunas recomendaciones para reforzar la hidratación y fortalecer la salud en esta temporada, son:

fortalecer el consumo de agua simple y evitar en la medida de lo posible el consumo de refrescos, jugos u otras bebidas endulzadas.

Aumentar el consumo de frutas y verduras.

Evitar el consumo de bebidas alcohólicas o energizantes, así como acudir a una valoración médica en caso de presentar alguno de los síntomas anteriormente señalados o que pongan en riesgo su salud.