Solicité el uso de la voz, a nombre de la fracción legislativa, del partido revolucionario institucional, para hablar a favor del dictamen que en estos momentos en discusión, un dictamen que impulsa el reconocimiento del matrimonio igualitario, mismo que forma parte del proceso de ARMONIZACIÓN de las reformas al ARTÍCULO 94 de la Constitución Política del Estado Yucatán que fueron aprobadas por unanimidad, en la Comisión de Puntos Constitucionales, y, por mayoría, en el Pleno de este Congreso, en la legislatura pasada.
Igualmente, resulta importante destacar, que de acuerdo con el Artículo Segundo Transitorio del Decreto 413/2021, publicado en el Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán, en fecha 6 de septiembre del año 2021, se estableció el plazo, NO mayor a 180 días para hacer las adecuaciones a las leyes secundarias.
Celebro que la Comisión de Justicia y Seguridad Pública y las y los DIPUTADOS integrantes que la integran, hayan emitido un dictamen en tiempo y forma, con una aprobación unánime y bajo los más altos estándares de los derechos humanos previstos en diversos instrumentos internacionales, considerando que el fundamento y único argumento que debe prevalecer, ES LA DIGNIDAD HUMANA, instrumentada por principios rectores, como son la igualdad y el libre desarrollo de la personalidad.
En consecuencia, es oportuno referir que, nuestra actuación como Diputadas y Diputados debe de estar siempre enfocada a PROTEGER Y GARANTIZAR esos derechos.
A la par, es de relevancia fundamental, hacer una reflexión seria al respecto que, uno de los pilares de la democracia, es la de poder garantizar elementos mínimos de desarrollo a sus ciudadanos.
En ese sentido, construirla de forma incluyente, ES, y, debe ser siempre, una prioridad como legisladores, ya que combatir la discriminación y generar condiciones de igualdad, son dos principios fundamentales que NO puede ser desatendidos.
Por lo tanto, los cambios normativos que hoy se encuentran a discusión, forman parte, tanto de la evolución interpretativa de nuestro máximo tribunal constitucional del país, así como de una lucha social intensa, para lograr el reconocimiento pleno de los derechos de igualdad, no discriminación, libre desarrollo de la personalidad y, el de autodeterminación de las personas.
Es imperante señalar, que la institución familiar se conserva como forma básica de una organización social, y un pilar fundamental de cohesión social, sin embargo, su estructura y la interrelación que existe entre sus miembros es relativa, y no se conforma con base a un modelo tradicional de familia, sino que existen familias homoparentales que deben ser reconocidas en la ley.
Diputadas y Diputados.
Hoy seguimos haciendo historia.
Este H. Congreso del Estado, debe sentir gran orgullo por legislar en contra del estigma y la discriminación, así como por consolidar en el Código de Familia y del Ley del Registro Civil, ambas del estado de Yucatán, la reforma constitucional aprobada en la LXII legislatura, y por proteger a los distintos modelos de familia que coexisten en la sociedad, mediante una regulación incluyente en las instituciones del matrimonio y concubinato, que se constituyen como disposiciones protectoras, eficaces y adecuadas a nuestra realidad social.
En el PRI, asumimos el compromiso de luchar por las causas sociales, las causas a favor de los grupos vulnerables, por las mujeres y los niños, las causas por lograr la justicia social, por la igualdad, y, sobre todo, por eliminar la discriminación.
Con estas reformas, mandamos un mensaje fuerte y claro a la sociedad, que luchamos por eliminar la discriminación, que luchamos por fomentar relaciones sociales pacíficas.
Luchamos por brindar certeza jurídica a quienes, así lo deciden, tengan la posibilidad de construir una familia con los derechos y obligaciones que deriven de una unión legal, Sin discriminación.
La disparidad de la realidad con el derecho, que había dejado en una franca desprotección y situación de vulnerabilidad a las familias independiente de su conformación, hoy está siendo superada, por la seguridad y certeza jurídica de la ley.
Es necesario recordar que el estado, sólo tiene razón de ser, en cuánto está organizado para facilitar el desarrollo de las personas y de las familias, sobre todo, teniendo en cuenta que ésta última, constituye un agente estratégico de la sociedad, y que por lo tanto, aprobar las disposiciones legales proveyendo mecanismos eficaces que faciliten el ejercicio de los derechos de la familia y de cada uno de sus miembros, es proporcionarle un nivel de bienestar que le debe ser inherente.
Con la aprobación del presente dictamen, se tutela un “estilo de vida existente en nuestra sociedad” y se ASEGURA la estabilidad social y se fortalece la institución familiar
Hoy se avanza para hacer realidad, los derechos humanos en Yucatán.