MÉRIDA YUC., A 03 DE ENERO DE 2021
Compañeras y compañeros.
En el marco del 97 aniversario luctuoso de Felipe Carrillo Puerto, en esta casa que es de todos, la Casa del Pueblo, y que es testimonio vivo, tangible del legado del prócer yucateco, es que considero oportuno compartir con ustedes algunas reflexiones, en el entendido de que, para comprender nuestro presente, necesariamente debemos analizar nuestro pasado y, en consecuencia, forjar nuestro futuro.
Carrillo Puerto es un hombre de ideas revolucionarias, quien predica con ejemplo y trabajo, los más firmes y trascendentes cimientos del Yucatán justo e igualitario en el que hoy vivimos. Incontables y sustantivos cambios se dieron en el Estado gracias a su determinación y sentido de justicia social.
Aún viniendo de una familia acomodada, siempre pugna en los hechos y en las ideas, por una mejor distribución de las oportunidades para las mujeres y hombres, para los pobres y para los trabajadores. Se desmarca de esa oligarquía y se consagra a los más desfavorecidos, buscando de forma constante el desarrollo integral del individuo y de la colectividad.
Que gran diferencia a lo que hoy vivimos, en donde de nueva cuenta, la oligarquía representada por el actual gobierno, pareciera que solo sirve a los intereses de unos cuantos: el amiguismo e influyentismo que les caracteriza, sin importarles el equilibrio de oportunidades en beneficio de todos. Hoy vemos como, más que nunca, la corrupción imperante y rampante, aleja del bien común a los yucatecos.
Carrillo Puerto, es pues, un hombre de trabajo, de solidaria acción y de lealtad a sus principios. Hecho en los afanes y tareas del trabajo asiduo y preparación constante, hace a un lado los privilegios y comodidades y se entrega en cuerpo y alma a cambiar el rostro duro y desigual de ese Yucatán de principios del siglo XX.
Lo hace, aún a costa de su propia vida, reflejando en ello que un político debe ser congruente entre lo que postula y lo que defiende, una persona de vocación y no de ocasión, leal, disciplinado y consecuente.
Nunca fue un oportunista y nunca traicionó a los suyos. Basta recordar que en el paredón lo acompañaron trece hombres, entre ellos tres de sus hermanos.
Todos ellos víctimas de la traición reaccionaria, orquestada por esa misma oligarquía, cuyo único propósito radica, en su absurda pretensión de retener privilegios y posiciones.
Carrillo Puerto es un prócer que transforma el pensamiento político de México y de Yucatán, que nos inspira a seguir su ejemplo en la senda de la justicia social, del trabajo cotidiano y del verdadero sentido de igualdad; de género, de educación, de oportunidades, pero fundamentalmente de fidelidad a nuestros principios e ideales.
Amigas y amigos:
Vienen tiempos de intensa efervescencia, tiempos de contrastar ideas y hechos, tiempos de convencer y proponer, de unidad y de acción colectiva.
Estamos en la antesala del momento más importante para nuestro Partido, tanto en lo electoral, como en lo interno. Somos una gran familia y somos un mejor equipo.
Vamos con las mejores mujeres y los mejores hombres a reconquistar el territorio y refrendar en las urnas nuestra mejor y probada vocación de servicio para Yucatán.
¡¡¡Felipe Carrillo Puerto vive!!!
Vive en cada campesino, en cada obrero, en cada estudiante, en cada madre de familia solidaria, en cada mujer y hombre que todos los días aspiramos a una mejor calidad de vida para todos; en cada servidor público sensible al pueblo al que debe honrar, en cada uno de nosotros, vive en esta Casa, vive en lo que nos motiva a hacer de Yucatán un mejor lugar para todos.
Por eso, y hoy más que nunca:
¡Que viva Felipe Carrillo Puerto!
¡Que viva Yucatán!
¡Que viva el PRI!
Muchas gracias
El día de ayer pensábamos y teníamos planteado hacer el evento en la explanada, y pedía realmente con mucho sentimiento, ojalá que no hubiese mucho sol para el evento; creo que escucharon mis plegarias, pero se pasaron de mano.
Pero hoy también nos sirve para reflexionar cosas muy importantes, y sobre todo estando en este salón, en donde sin duda, hoy se encuentra entre nosotros Felipe Carrillo Puerto.
Y no tendré realmente, ni un motivo, para que hoy Carrillo Puerto no se sienta conforme y contento de lo que hoy es el PRI en Yucatán.
Hemos transformado a nuestro partido, renovando los 106 Comités Municipales de todo el estado, como no se había hecho en muchas décadas. Hoy los que mandan en el PRI es la militancia, ya tenemos abanderadas y abanderados en más de 80 municipios, y ha sido la propia militancia quien ha tomado la decisión de quien encabeza.
Y ahí estaría la satisfacción de Carrillo Puerto, porque acabamos precisamente con las cuotas y el privilegio, acabamos con el dedazo, de solamente sentarse en presidencia y palomear las candidaturas.
¡Todo eso lo acabamos!
Y sin duda, hoy Carrillo Puerto estaría haciendo una gran reflexión de los que hoy se van y le hacen el juego sucio a la reacción. De los que se dijeron priistas, y que hoy, están a las órdenes de la derecha en Yucatán.
Y estoy seguro de que Carrillo Puerto, hoy les reconoce a todos y cada uno de ustedes, de los que están presentes en este “Salón Rojo”, a los que nos ven en las redes sociales, de que la tarea que tenemos hoy, 3 de enero, en donde recordamos precisamente el cobarde asesinato de Carrillo Puerto, pero que con el nació una nueva generación. Y que nosotros somos los verdaderos herederos de sus ideas, de su trabajo y su convicción.
Hoy más que nunca debemos ser políticos íntegros. Debemos de salir a convencer y ganar en el terreno de la batalla de las ideas y las propuestas.
Debemos sentirnos muy orgullosos de pertenecer a este gran partido que ha construido y transformado a México y Yucatán, pero, sobre todo, de sentirnos muy orgullosos de ser priistas, de sentirnos muy orgullosos de haber tomado la estafeta del gran prócer de Yucatán que es Carrillo Puerto.
Y no tengo la menor duda, de que junto con el, porque el está presente aquí con nosotros, vamos a ganar el 2021.
Muchas gracias y muy buenos días.