Mérida, Yucatán, Miércoles 13 de enero de 2016.- Sin duda, ésta es una fecha singular, de enorme trascendencia para Yucatán, para México, para el mundo entero, y es ante todo una enorme satisfacción compartir esta ocasión con todos ustedes.
Permítanme saludar, en primera instancia, a la licenciada Lorena Cruz Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, reconociéndola como una gran aliada en todos los esfuerzos por alcanzar una igualdad plena de la mujer, en la lucha por los derechos humanos, por los derechos fundamentales.
Y todo esto, gracias al apoyo, al impulso del Gobierno de la República. Le pedimos le transmita el saludo afectuoso al señor secretario de Gobernación, licenciado Miguel Osorio Chong, y por supuesto, a un gran amigo de Yucatán, el licenciado Enrique Peña Nieto. Muchísimas gracias, licenciada Lorena Cruz Sánchez.
Con un gran respeto, saludo de igual manera a la diputada Laura Plascencia Pacheco, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión. Muchísimas gracias, diputada, por su presencia.
Agradezco, de igual manera, a la maestra en Derecho, Celia María Rivas Rodríguez, presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del honorable Congreso del estado; al doctor en Derecho, Marcos Celis Quintal, presidente del Tribunal Superior de Justicia del honorable Congreso de nuestro estado.
Saludando, por supuesto, a las magistradas, los magistrados que se encuentran aquí presentes, con todo respeto. A la distinguida senadora, quien representa a la Comisión Sustantiva del honorable Senado de la República, transmitiéndole el saludo a todas las distinguidas senadoras que nos acompañan y por supuesto, senadoras, diputadas federales, legisladoras, a todas quienes nos acompañan en esta importante mañana.
Saludar a la regidora Dafne López Osorio, representante del honorable Ayuntamiento de Mérida; a mi esposa, la señora Sarita Blancarte de Zapata, Presidenta del DIF estatal; saludo a Alaine López Briceño, directora General del Instituto para la Equidad de Género en Yucatán; con ella saludo de igual manera y damos la más cordial bienvenida a las distinguidas representantes de instituciones hermanas de entidades de la República que nos acompañan esta mañana.
Saludo a los generales de División Diplomado de Estado Mayor, Sergio Arturo García Aragón, comandante de la X Región Militar, muchas gracias; al vicealmirante Cuerpo General Diplomado de Estado Mayor, Felipe Solano Armenta, comandante de la IX Zona Naval, así como me da una enorme satisfacción saludar a distinguidas mujeres académicas, profesionistas, empresarias, investigadoras, intelectuales, mujeres del campo, mujeres del hogar, mujeres trabajadoras, mujeres esforzadas.
A todas las mujeres que se encuentran aquí presentes y que de manera muy digna representan a todas las mujeres de Yucatán, a todas las mujeres de México. Saludo al señor presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de nuestra entidad. Muy buenos días tengan todos ustedes.
Cuando hace 100 años se celebró en Yucatán el primer Congreso Feminista, después de su convocatoria, organización y realización, la siguiente tarea en importancia, sin duda alguna fue la publicación de sus memorias. Un Congreso tan importante por su tema, sus alcances, objetivos y resultados, hubiera quedado sin duda limitado, si no se hubiese efectuado en ese momento el enorme esfuerzo que significó recoger las intervenciones de las participantes y los discursos pronunciados.
Sin conservar las convocatorias emitidas, los análisis que se llevaron a cabo y las conclusiones propuestas que en ese entonces se hicieron, para integrar lo que en su momento tuvo como subtítulo “Anales de esa memorable asamblea”. Ya la maestra Beatriz Rodríguez Guillermo a quien saludo con entrañable afecto, con la enorme sencillez, pero al mismo tiempo grandeza en sus palabras, elocuencia, nos ha transmitido espacios y momentos fundamentales de estos anales.
Y ver imágenes de este Congreso, del primer Congreso Feminista, ver los rostros, ver el brillo de los ojos de esas mujeres que entrañaban sin duda esperanza, pero también determinación, nos hace proyectarnos a ese momento. Sin duda es la característica de una imagen poder proyectarnos en el tiempo y en el espacio, pero definitivamente los contenidos de esos discursos, esas expresiones profundas, vigorosas, visionarias, de las mujeres de ese momento, contenidas en esos anales, sin duda significan la profundidad del pensamiento que llega hoy hasta nuestros días.
Por eso, precisamente por eso es tan importante hoy, honrar los 100 años del primer Congreso Feminista celebrado en México, y el segundo en América Latina, reeditando de manera íntegra la publicación de aquel entonces, acompañado de dos estudios introductorios, como ya se ha expresado.
Así rendimos homenaje a las mujeres que se atrevieron a levantar su voz para ser escuchadas. Hace 100 años, en 1916, por primera vez en la historia de México se convocaba a las mujeres para discutir acerca de sus derechos políticos, educativos, reproductivos y laborales. Y la respuesta a esa convocatoria no se hizo esperar.
En el teatro “Peón Contreras”, más de 600 congresistas provenientes de todo el estado se dieron cita para discutir, defender y proponer puntos de vista, pero ante todo postular sus convicciones. De eso nos habla el libro que hoy se presenta. Las diversas voces y convicciones que llenaron durante varios días el “Peón Contreras” pueden volverse a escuchar gracias a esta reedición.
Claro que al leerlas, las escucharemos con los oídos y convicciones del siglo XXI. Sin embargo, puedo asegurarles que muchas de las propuestas que ahí se hicieron siguen siendo tarea pendiente aún ahora.
Este no es un libro dirigido únicamente a especialistas o estudiosos del tema. Este un libro que invita a la reflexión.
Por eso, es un documento que ponemos al alcance de todos, que nos permite conocer nuestra historia, para saber de dónde venimos y cómo nos hemos ido construyendo como nación. La mejor forma de rendir homenaje a los hechos que nos han marcado como sociedad, es acercar la historia al mayor número de habitantes.
En ese sentido, para iniciar, se distribuirán ejemplares de este libro en las más de tres mil 700 escuelas y 200 bibliotecas públicas de toda la entidad. Además de que se pondrá a disposición de los espacios nacionales. Esta acción, fortalece la difusión y maximiza el alcance de los propósitos plasmados en la reedición de las memorias del primer Congreso Feminista, porque el feminismo y la lucha por la igualdad de derechos y oportunidades nos involucra a todos, es una tarea de todos, durante todos los días.
Baste con recordar que en el Congreso Feminista de hace 100 años, se planteó y discutió el derecho de las mujeres a votar y ser votadas, y pasaron desde ese entonces, comentábamos con la licenciada Lorena hace un momento, 37 años para que en 1953 las mujeres pudieran ejercer ese derecho en México. Pesan aún sobre nosotros siglos de convicciones que si bien nos parecen equivocadas o injustas, desafortunadamente se siguen reproduciendo.
Sobre las mujeres participantes en el Congreso Feminista también pesaban esos siglos de ideas impuestas acerca del papel que debían cumplir, y sin embargo se atrevieron a hablar, se atrevieron a organizarse y a decir lo que pensaban. Ellas no temieron disentir, ni temieron levantar la voz y eso nos recuerda que sólo puede ser innovador un espíritu audaz.
Porque la complacencia y la pasividad no favorecen los cambios ni los avances y es precisamente ese espíritu el que queremos honrar reeditando este importante documento, que nos ayuda a hacernos nuevas preguntas y a encontrar nuevas respuestas. Preguntas y respuestas que amplíen nuestro horizonte como personas, como estado, como nación.
Las mujeres participantes en el primer Congreso Feminista de Yucatán hace 100 años, merecen nuestro mejor esfuerzo para hacer de ésta una mejor sociedad. Merecen ser honradas y recordadas a través de acciones que mantengan vivo el valor que, como pioneras, nos dieron con su ejemplo. Honradas plenamente, a través de acciones de difusión y de transformación institucional que contribuyan a destacar la importancia y magnitud de este hecho histórico.
Con ese propósito, en el marco de la presentación de este libro, quiero anunciar un conjunto de acciones concretas que subrayan la importancia de la igualdad entre mujeres y hombres, como parte de la política pública de mi Gobierno. Una de ellas, es el decreto por el que se declara 2016 como Año Conmemorativo del Centenario del Congreso Feminista de Yucatán. A partir de la entrada en vigor de este decreto, toda la documentación oficial de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial deberá contener una leyenda alusiva a este memorable acontecimiento.
Por otro lado, como parte de los esfuerzos de transformación institucional, se encuentra la iniciativa de Ley para la Igualdad entre Mujeres y Hombres del Estado de Yucatán. Iniciativa que modifica la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de Yucatán y la Ley de la Comisión de Derechos Humanos.
A partir de esta iniciativa, se extinguiría el Instituto para la Equidad de Género y se crea el Instituto para la Igualdad entre Mujeres y Hombres en Yucatán. El objetivo de esta iniciativa de Ley es regular y garantizar un nuevo marco normativo en el estado, que promueva una igualdad sustantiva entre mujeres y hombres.
Una igualdad sustantiva que prevalezca tanto en el ámbito público como privado. A través de este nuevo instrumento jurídico, será posible armonizar la ley local con los contenidos de la Ley General en la materia, actualizando las competencias, políticas públicas y acciones de Estado. Un aspecto novedoso de esta iniciativa, es el reconocimiento de la competencia de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán, para vigilar el cumplimiento de los derechos humanos en materia de igualdad entre mujeres y hombres.
La participación de esta institución, sin duda contribuirá a respaldar y dotar de legitimidad las acciones de transformación. Asimismo, en este acto instruyo al fiscal General del Estado, licenciado Ariel Aldecua Kuk, para implementar un protocolo específico de investigación que permita la tipificación del delito de feminicidio.
Este protocolo habrá de contar con los lineamientos y directrices de análisis y contexto más avanzados en la materia, para pasar de su inclusión en el Código Penal a su demostración plena y clara, cuando así suceda. Estas acciones y medidas forman parte de los esfuerzos de difusión y transformación institucional que enmarcan este memorable centenario.
Acciones y medidas que fortalecen el cuidado y la protección de los derechos consagrados en nuestra Carta Magna y que establecen la plena igualdad entre mujeres y hombres, y sobre todo, son acciones que contribuyen de manera significativa a honrar y reconocer el ejemplo, el gran ejemplo de aquellas mujeres que participaron en el primer Congreso Feminista de México.
Un ejemplo que, sin duda, marcó un hecho histórico para Yucatán, para nuestro país y para toda América Latina. Un ejemplo que, sin duda, sigue marcando a 100 años de distancia un camino a seguir.
Muchísimas gracias.
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