¿Haces ejercicio y aún así subes de peso? Los hámsters podrían tener la respuesta
¿Haces ejercicio y aún así subes de peso? Los hámsters podrían tener la respuesta, indican científicos que han analizado su comportamiento hormonal.
¿Haces ejercicio y aún así subes de peso? Los hámsters podrían tener la respuesta, indican científicos que han analizado su comportamiento hormonal.
A lo largo de varios años, científicos encargados de analizar el comportamiento hormonal de los roedores conocidos como hámsters, han descubierto algo fascinante sobre la forma en la que ganan o pierden peso.
Este descubrimiento podría explicar porqué algunas personas que hacen ejercicio todos los días, podrían llegar a engordar a pesar de que diario queman grasa.
Las células cerebrales de los hámsters que se encargan de controlar su apetito, cambian varias veces a lo largo del año, pero también cuando estos hacen más ejercicio.
Este cambio hormonal está diseñado para dos cosas: sobrevivir el invierno (cuando el alimento es escaso en su hábitat natural) y para reponer las calorías quemadas durante el ejercicio.
Los hámsters que tienen acceso a una rueda de ejercicio, suelen sentirse más hambrientos, pero la hormona que regula su apetito no controla su ingesta de calorías, lo que resulta en un aumento considerable de peso.
Los científicos descubrieron que al bloquear las hormonas del hipotálamo, el área del cerebro que regula el apetito, entre otras funciones, en roedores y humanos, este aumento de peso podría revertirse.
En el caso de los roedores que no hibernan, las células cerebrales se encogen, lo que aumenta la cantidad de hormonas que alteran el apetito del animal, haciéndolo comer más para sobrevivir la época de frío.
Al hacer más ejercicio, los hámsters incrementan su masa muscular, pero al comer también aumenta la cantidad de grasa que hay en sus cuerpos, aún cuando todos los días se ejercitan y queman calorías.
Los científicos creen que analizando el comportamiento de estos pequeños animales, se podría descubrir la clave para fomentar la pérdida de peso en humanos, ya que la manera en la que nuestro cerebro regula el apetito, es similar a la de los roedores.
Tener hambre luego de una sesión de ejercicio es completamente normal, pero entender mejor por qué nos sentimos hambrientos tras una sesión en el gimnasio, puede ayudar a hacer humanos más saludables y activos, pero también menos hambrientos.