Estados Unidos vive su peor tiroteo

Un hombre disparó a los asistentes a un concierto al aire libre; el ataque dejó 59 muertos y 527 heridos

Cuando comenzaron los disparos, algunos no querían creer que estaba comenzando una matanza, pero se equivocaron.

El cantante de música country Jason Aldean estaba en medio de un solo de guitarra en un concierto al aire libre en el Strip de Las Vegas el domingo por la noche y la multitud, que había agotado las entradas, disfrutaba del momento, sin darse cuenta del horror que estaba por comenzar.

“No son disparos reales”, gritó un hombre mientras espectadores en pánico lo esquivaban y se agachaban para cubrirse. “¡Son fuegos artificiales, fuegos artificiales! Chicos, paren, paren”.

Los asistentes al concierto corrieron por sus vidas al otro lado de la calle del Mandalay Bay Hotel and Casino luego de que escucharon las ráfagas de disparos.

La multitud, ubicada en un espacio al aire libre, tenía pocos lugares para cubrirse y ningún camino para escapar fácilmente. Algunos se escondieron detrás de los puestos de venta, mientras que otros se arrastraron debajo de autos estacionados.

Luego de los primeros disparos, la música se detuvo. Aldean abandonó el escenario y muchos asistentes estaban confundidos. La segunda parte del tiroteo continuó tras medio minuto.

Eran las 22:07 horas (locales) del domingo y el inicio de casi dos horas de terror antes de que la policía confirmara que el tirador había caído.

Agentes del equipo táctico SWAT usaron explosivos para entrar en la habitación de hotel del atacante y hallaron que se había suicidado, dijeron las autoridades.

El atacante, un hombre blanco de 64 años identificado como Stephen Paddock, abrió fuego sobre unas 22 mil personas, según la policía, desde el piso 32 del hotel casino Mandalay Bay, donde se hospedaba desde el sábado.

En el tiroteo más letal en la historia reciente de Estados Unidos murieron 59 personas y 527 resultaron heridas.

Decenas de ambulancias se llevaron a los heridos, mientras que algunas personas subieron a las víctimas a sus autos y los llevaron al hospital.

Algunos  quedaron heridos por los disparos de Paddock y otros tras ser pisoteados por la multitud durante los momentos de pánico.

La policía posteriormente revelaría que Paddock, un contador público jubilado, estaba armado con al menos 23 armas de fuego en su habitación de hotel, dijo la policía.

Al requisar su casa, los investigadores encontraron que tenía “19 armas de fuego adicionales, algunos explosivos y varios miles de cartuchos de munición”.

Paddock tenía dos viviendas en Nevada, en una residencia junto a un campo de golf en Mesquite y otra en Reno, otro centro del juego. No tenía afiliación política o religiosa, según declaró su hermano, Eric Paddock, a CBS News.

También hallaron en su auto varios kilogramos de nitrato de amonio, un fertilizante que puede usarse para fabricar explosivos, como los utilizados en la explosión de Oklahoma de 1995, dijo el sheriff del condado de Clark, Joseph Lombardo.

STEPHEN PADDOCK APOSTABA EN GRANDE

Stephen Paddock  hizo una fortuna en inversiones en bienes raíces, le gustaba apostar, asistir a conciertos y gastar su dinero en casinos y salas de juego, según su hermano.

Pero no era un simple jugador, Paddock, de 64 años, apostaba a lo grande, y sólo en las últimas semanas se jugó unos 70 mil dólares en Las Vegas, informó la cadena NBC.

Mi hermano no es como tú o como yo, él juega al poker de altas apuestas. Me enviaba mensajes de texto diciendo que ganó 250 mil dólares en el casino”, explicó a la prensa Eric Paddock, hermano del presunto autor del tiroteo más mortífero de la historia de ese país.

Según el diario  The Washington Post, Eric Paddock mostró al FBI, tras la matanza, supuestamente perpetrada por su hermano, tres años de intercambio de mensajes de texto con él para demostrar que desconocía por completo que Stephen tuviera deudas de juego o estuviera preocupado por cuestiones financieras.

Stephen Paddock trabajó como contador, pero también tenía inversiones inmobiliarias, incluyendo casas y departamentos alrededor de Orlando, Florida, un importante capital que, junto a la ausencia de descendencia, le permitía jugar y jugar.

El hermano de Paddock, quien vive en Florida, dijo a los medios: “Estamos completamente estupefactos. No podemos entender qué sucedió”.

Desde hace varios años, Paddock vivía en una comunidad de jubilados en Reno, Nevada, con su novia Marilou Danley, una mujer de origen asiático de 62 años que  fue inicialmente buscada por la policía, pero luego se desestimó que estuviera involucrada .

Aunque Stephen Paddock parece no tener historial criminal, su padre era un ladrón de bancos y figuró en la lista de los más buscados del FBI después de que escapó de una prisión en Texas en los años 60.

Según el rotativo, el patriarca de los Paddock, Benjamin Hoskins Paddock, fue descrito en un cartel de los más buscados como “sicópata” con tendencias suicidas. Él fue capturado en 1978 mientras se encontraba en un salón de bingo en Oregon.

-EFE

SUBEN ACCIONES DE FABRICANTES

Las acciones de grandes fabricantes de armas subieron ayer en Estados Unidos tras el tiroteo que dejó al menos 59 personas muertas y 527 heridas.

Las acciones de Sturm, Ruger & Co y de American Outdoor Brands –matriz del fabricante Smith & Wesson– subieron casi un cuatro por ciento.

No es extraño que las acciones de empresas armamentísticas suban tras tiroteos y atentados, ya que ese tipo de acontecimientos hace que a menudo suba la demanda de armas a corto plazo.

De acuerdo con los expertos, cuando se producen estos episodios muchos estadunidenses temen que se endurezca la legislación de armas y por ello las compran.

En tanto, la Casa Blanca consideró que es “prematuro” hablar de legislación para un mayor control de armas tras el tiroteo en Las Vegas, y opinó que ese debate puede tenerse más adelante.

-DPA,  AP y EFE

FBI NIEGA VÍNCULOS DEL GRUPO ESTADO ISLÁMICO EN EL ATAQUE

La Agencia Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) descartó ayer cualquier vínculo de algún grupo terrorista extranjero con el tiroteo ocurrido en la noche del domingo en Las Vegas.

Con ello, desmientieron un comunicado del Estado Islámico (EI), difundido a través de su agencia de propaganda, Amaq, y cuya autenticidad no pudo ser verificada, en la que los yihadistas aseguraron que el autor del atentado era uno de sus “soldados”.

No existe ningún vínculo conocido entre el tirador y ningún grupo extranjero conocido”, señaló un portavoz del FBI durante una rueda de prensa celebrada en la ciudad.

Desde el primer momento la policía de Las Vegas había explicado que Stephen Paddock era el “único sospechoso” en un suceso.

Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional divulgó un comunicado en el que descartaba alguna otra “amenaza creíble”, si bien advertía que se reforzarían las medidas de seguridad en algunos lugares públicos.

Joseph Lombardo, sheriff del condado de Clark, donde se encuentra la ciudad de Las Vegas, afirmó que la investigación sigue abierta y se refirió al presunto autor de los hechos como “un lobo solitario”.

-EFE

MÚSICA COUNTRY ESTÁ LIGADA AL USO DE ARMAS

Al disparar en un concierto de música country, el atacante de Las Vegas eligió como blanco uno de los segmentos más conservadores de la cultura estadunidense, donde las armas son más bien un tema de celebración.

La matanza del domingo por la noche ocurrió en un concierto con entradas agotadas del cantante de música country Jason Aldean, que encabeza los rankings y cuyas canciones hablan de los valores y los reclamos de la clase trabajadora de Estados Unidos.

Originalmente con raíces en los estados confederados, la música country creció rápidamente a través de Estados Unidos en la última década. Aldean era el cantante principal del festival Route 91 Harvest en Las Vegas Strip –un complejo de hoteles, casinos, tiendas y restaurantes–, que fue lanzado en 2014.

Más de 90% de quienes escuchan música country son blancos, según estudios. El género es más popular en el sur profundo del país y en las grandes llanuras que van del oeste del río Misisipi al este de las Montañas Rocosas, aunque la industria, basada en Nashville, asegura que está logrando avances con las minorías.

Un estudio de Nielsen del año pasado indicó que los fans son también mayores: el estadunidense promedio que escucha country tiene  45 años.

Desde la sorpresiva victoria electoral de Trump, los cantantes de country han sido de los pocos artistas que han tenido ocasionalmente palabras cálidas para el empresario inmobiliario, aunque muchos de ellos han preferido evitar comentarios políticos directos.

Uno de los temas frecuentes de las canciones de country son las armas, veneradas en gran parte de Estados Unidos rural donde hay un profundo rechazo a regular su venta.

El cantante estadunidense Justin Moore, en su álbum de 2011 Outlaws Like Me (Bandidos como yo), canta sobre crecer disparando armas y se lamenta: “Algunas personas quieren quitarlas/Por qué no van a atrapar a los chicos vendiendo crack”.

AFP