EPOC, séptima causa de mortalidad entre hombres en México
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Todo comenzó con una intensa fatiga, después le dio un exceso incontrolable de tos, por lo que su médico le prescribió un tratamiento, pero la adicción de Miguel Ángel al cigarro fue más fuerte.
“A pesar de eso, seguí fumando”, refirió Miguel Ángel Huerta Muñoz.
Hasta que estuvo hospitalizado 15 días con el peor de los diagnósticos, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, EPOC, una enfermedad asociada al tabaquismo primordialmente.
“Empecé a fumar más o menos a los 14 años. Hace unos años una cajetilla me duraba dos días, ya los últimos dos años me fumaba una cajetilla al día, de ahí hasta hace unos seis, siete meses más o menos. Según yo opté por dejarlo, pero seguí fumando en menor cantidad”, narró Miguel.
Los síntomas de la EPOC son contundentes: tos con o sin flema, fatiga, falta de aire, muchas infecciones respiratorias y dificultad para tomar aire, que empeora con alguna actividad.
“Cualquier gente con hábito tabáquico positivo que presenta tos de más de dos semanas de evolución, que no se le quita, falta de aire o flema, debería de ir al médico”, dijo Gabriel Escobedo Arenas, de la Clínica de Enfermedades Obstructivas Pulmonares del Centro Médico La Raza del IMSS.
Una enfermedad incurable que padece alrededor del 8% de la población mayor de 40 años.
“La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica es la séptima causa de mortalidad en el hombre en el 2015, y en la mujer, la quinta causa de mortalidad”, destacó el doctor Escobedo.
Frente al diagnóstico de EPOC, Miguel Ángel se demostró a sí mismo que podía dejar de fumar, así, de golpe.
“No me siento ni con ganas ni con ánimos de volver agarrar un cigarro, ni siento la necesidad de un cigarro”, concluyó.
Todo parece indicar que ya aprendió la lección, y es que su adicción al cigarro era tan fuerte como la de su padre, quien falleció de enfisema pulmonar.
Con información de Karina Cuevas