17 de noviembre de 2021.- La pandemia puso a gran parte de la población mundial en casa. Desde hace poco más de año y medio, las reuniones y encuentros de trabajo se llevan a cabo a través de aplicaciones de videoconferencia en computadoras, tablets y teléfonos móviles. El uso excesivo de las cámaras acabó impactando en la autoestima de mucha gente. El deseo de mejorar la autoimagen tuvo impactos en la demanda de procedimientos estéticos, como muestra la encuesta realizada en cuatro países de América Latina a solicitud de Merz Aesthetics, la empresa de medicina estética más grande del mundo.
El estudio, que buscó entender mejor el comportamiento con relación a los hábitos de belleza de los latinoamericanos, fue realizado por Ipsos en los meses de julio y agosto de 2021 en Brasil, Colombia, Argentina y en México a través de una encuesta digital, en donde participaron 4,019 hombres y mujeres mayores a 25 años. El margen de error es de 1.5%. La encuesta demostró que, en los últimos 18 meses, el 71% de los encuestados han cambiado sus, hábitos y se preocupan más por la salud y el bienestar. Mientras, el 58% afirmó que buscaron por primera vez procedimientos faciales estéticos inyectables no quirúrgicos.
Para Gonzalo Mibeli, presidente de Merz Aesthetics para América Latina, la compañía decidió estudiar el comportamiento de los consumidores, pues, a diferencia de muchos segmentos de la industria, el de medicina estética se mantuvo estable e incluso creció en algunos mercados a lo largo de la pandemia. «La investigación ha demostrado lo que ya sabíamos empíricamente. Actualmente, la gente anhela belleza natural, individual y única. Para rescatar esos factores determinantes para el autocuidado y la autoconfianza, la mayor parte de los latinoamericanos encuestados en la investigación buscó procedimientos estéticos faciales», comenta Mibeli.
Los brasileños, por ejemplo, ocuparon el primer lugar en la realización de procedimientos estéticos faciales: en los últimos 18 meses, al llevarse en cuenta 9158 personas encuestadas, de las cuales 4019 fueran consideradas para la muestra, 17% confirmaron haberse sometido a algún tipo de tratamiento inyectable no quirúrgico. En segundo lugar, nos posicionamos los mexicanos con 12% de respuestas positivas; seguidos por Colombia, con 10% y, finalmente, Argentina, con 5%.
Las razones para este tipo de procedimientos varían bastante: cerca del 47% de los entrevistados dijeron que comenzaron a preocuparse más por la apariencia durante la pandemia; el 39% empezaron a notar detalles que les incomodaban por verse más tiempo en las pantallas; el 28% usaron más las redes sociales, lo que les permitió estar más informados sobre los procedimientos, y el 21% dijo tener más acceso a contenidos en general sobre procedimientos estéticos.
De acuerdo con Fabrizio Rodrigues Maciel, Head de HealthCare de Ipsos Brasil, una motivación oculta puede haber tenido un impacto en la decisión de realizar procedimientos estéticos, la cuestión financiera. «Debido al aislamiento impuesto por la pandemia, mucha gente acabó teniendo menos gastos en ocio y viajes, por ejemplo, entonces sobró dinero para invertir en el autocuidado, lo que incluye los procedimientos estéticos», analiza.
Procedimientos estéticos en México
La investigación apuntó que el 64% de los mexicanos buscaron por primera vez o incrementaron sus búsquedas en internet sobre los procedimientos estéticos faciales inyectables no quirúrgicos. El deseo de lograr una apariencia más joven fue lo que animó el 49% de los entrevistados a realizar estos tipos de tratamientos, mientras que el 41% buscaba aumentar su autoestima. Los resultados demuestran que, aunque el 57% de las personas esté contenta con su apariencia, en algunos momentos puede sentirse incómoda.
El cambio de comportamiento de los hombres también fue evidenciado en la investigación. El 68% de ellos, aunque se sientan más cómodos con su apariencia, cree que los procedimientos estéticos pueden cambiar totalmente la confianza, así como su autoestima y cómo una persona se proyecta hacia el mundo. Sin embargo, el 61% del público masculino que participó de la encuesta compartió que ha iniciado y/o incrementado sus búsquedas por los procedimientos inyectables y no quirúrgicos. «Es una ruptura de estándares bastante importante para la sociedad y estamos muy entusiasmados con los resultados de esta encuesta», analiza Paulo Lacana, Country Manager de Merz Aesthetics en México.
A pesar del entusiasmo, el 53% de las personas afirmó que siente miedo de que el procedimiento genere un aspecto artificial, pero al mismo tiempo, considera que elegir un producto de alta calidad es lo más importante, seguido de la necesidad de conocer la marca utilizada en dichos tratamientos.
Inyección de autoestima
Los datos de la investigación también evidencian que a la gran mayoría de los que tienen interés en realizar procedimientos estéticos les gusta su apariencia en general, pero hay una variación de lo cómodos que están con ella. En Brasil, por ejemplo, ese número representa el 61% de los entrevistados, en México queda con el 57%, mientras que Argentina y Colombia responden por el 62% y el 64%, respectivamente. Es importante destacar que las mujeres y jóvenes en el rango de entre 25 y 34 años, tienden a tener mayor variación de satisfacción con la apariencia.
Aunque los hombres son propensos a sentirse más cómodos de manera constante, la encuesta señaló que el 80% de ellos, de entre 25 y 34 años, cambiaron su comportamiento y empezaron a cuidarse más, además de preocuparse por la salud y el bienestar.
En general, los encuestados latinoamericanos creen que los procedimientos faciales estéticos inyectables no quirúrgicos pueden reflejarse en la percepción sobre sí mismos. En el análisis de los cuatro países, el 75% de las personas dijeron que esto puede cambiar totalmente la confianza y la autoestima. «Además de los beneficios para la salud y la apariencia de la piel, los procedimientos estéticos tienen un efecto muy positivo en la autoconfianza: son capaces de minimizar las pequeñas incomodidades y, en consecuencia, de valorar la belleza natural e individual», refuerza la dermatóloga Mariana Muniz, directora Médica de Merz Aesthetics.
Pero ¿qué lleva a una persona a considerar hacerse procedimientos estéticos faciales inyectables no quirúrgicos? Para el 51% de los encuestados la decisión ocurre cuando percibe algún signo de envejecimiento, como arrugas o líneas de expresión. Para el 37%, el primer paso es cuando un médico recomienda el procedimiento. El 30% lo prefiere para mejorar la autoestima, 27% de los entrevistados sienten cierta insatisfacción con el rostro, 26% opta por el procedimiento como prevención de la aparición de arrugas y líneas de expresión y el 17% toma la decisión por la recomendación de un amigo. Finalmente, el 16% se decide cuando ve alguna promoción del procedimiento.
Rejuvenecimiento, citado por 53% de los entrevistados, y mejora en la autoestima (48%) son los principales resultados buscados por hombres y mujeres en la realización de procedimientos faciales estéticos inyectables no quirúrgicos. La gran mayoría dice que la primera preocupación es con la calidad del producto utilizado, seguida del conocimiento de la marca y de la seguridad del producto.
En los últimos 18 meses, el 14% de los encuestados afirmó haber utilizado la toxina botulínica tipo A en la cara, el 11% hizo uso de láser o tecnologías, el 12% aplicó rellenos de ácido hialurónico y el 9% utilizó bioestimulantes. Y casi la totalidad de ellos, el 95% de los hombres y mujeres, aseguraron estar satisfechos con el procedimiento que se realizaron.