Empleando luz, ingeniero mexicano trabaja en nuevas formas de detección y tratamiento de tumores cancerígenos
Desde Barcelona propone método no invasivo más barato que otras técnicas y que muestra resultados de forma muy rápida
Desde Barcelona propone método no invasivo más barato que otras técnicas y que muestra resultados de forma muy rápida
En las últimas dos décadas, la espectroscopia óptica in situ ha cobrado gran importancia como método de diagnóstico del cáncer, ya que no resulta invasiva y muestra resultados de forma muy rápida. El proceso se explica de forma sencilla como el hecho de hacer incidir luz sobre un tejido; por ejemplo, un tumor susceptible de ser cancerígeno, y que a su paso por éste adquiere ciertas características o propiedades que al ser registradas brinda información muy valiosa para el tratamiento a seguir para el afectado.
Sobre esta base científica, el mexicano Miguel Mireles Núñez trabaja en su tesis de doctorado en una institución en Barcelona, España, y ha propuesto ahondar en los procesos fotónicos a fin de brindar más y mejores resultados. Así, la investigación consiste en la detección, monitoreo y tratamiento de tumores cancerígenos empleando una técnica llama espectroscopia de óptica difusa.
“Mi trabajo refiere a tres aspectos de la oncología traslacional, es decir, experimentación animal para su posterior aplicación en investigación con humanos, en este caso en el estudio de cáncer renal en ratones in vivo”, refiere el ingeniero electrónico egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, y quien es actualmente doctorante en el Instituto de Ciencias Fotónicas, en Barcelona.
Es así que en el método de detección, Mireles Núñez utiliza un haz de luz para cuantificar la hemodinámica de algún tejido, es decir, la progresión de una enfermedad o cáncer causa un cambio en la composición y la estructura celular de los tejidos afectados, produciendo un cambio en el comportamiento del esparcimiento y reemisión de la luz, respecto al de un tejido sano.
“Cuando pones luz a un tejido, el fotón va recogiendo información al paso, dependiendo qué tan lejos viaje será el volumen analizado del tejido; al recibirla se conocen ciertas características del tumor a través de sus propiedades ópticas, como dispersión y absorción, las cuales se relacionan con el volumen de sangre, cantidad de agua y grasa, así como la oxigenación”.
El especialista en óptica explica que la misma técnica se emplea en el proceso de monitoreo de una terapia ya prescrita, en otras palabras, se puede medir la evolución del tratamiento a los largo de varios días, lo que colabora en su evaluación. Como parte de la información proporcionada es que se puede conocer si el tumor es resistente a la terapia, pues hay casos en los que al principio la respuesta puede ser favorable pero al paso de los días ya no. “En este proceso se puede predecir la evolución del tratamiento e, incluso, el volumen que alcanzará el tumor y sus características”, detalla Mireles Núñez.
El tercer uso del mexicano a la técnica de espectroscopía difusa de reflexión es colaborar con la terapia, por ejemplo, al elevar la temperatura del tumor (hipertermia local) para quemar el tejido sin invadir a otros sanos; para ello se usan nanopartículas de oro a las que se aplica luz para elevar la temperatura de manera localizada y óptima.
Es así que los procesos pueden alternarse a fin de obtener más y mejor información. “El empleo de esta técnica resulta más barato con comparación con otros métodos, además de que no se requiere enviar tejido a patología para obtener resultados en más tiempo. Pero sobre todo no es invasivo”.
“De manera tradicional se puede hacer palpación del tumor, se valora el peso y la manera en que crece, pero no es información del todo objetiva. La innovación al emplear esta técnica es la forma de integrar los resultados, por ejemplo, al aplicar hipertermia no sólo se calienta el tejido, nosotros buscamos más objetividad, la parte hemodinámica, es decir, cómo responde el tejido y saber si el tratamiento es efectivo. Se puede ver que el tratamiento responde aunque el tamaño del tumor crezca; así también saber por qué al llegar a cierta temperatura el avance del tratamiento se detiene, como si no funcionara. Mi aporte es dar la parte objetiva”, hace hincapié el ingeniero mexicano”.
Finalmente, segura que regresará a México para trabajar empleando esta técnica con humanos, pues muy pocos que hacen este tipo de estudios, pero después de hacer posdoctorado en USA. “Soy ingeniero electrónico que incursiona en la medicina, y encontré en la óptica el paso más sencillo para acercar ambas disciplinas”. (Agencia ID)