El uso de barba, moda que retoma las barberías
Con la moda del uso de la barba han vuelto las barberías, donde se retoma la técnica de antaño, pero se utilizan herramientas de vanguardia
Con la moda del uso de la barba han vuelto las barberías, donde se retoma la técnica de antaño, pero se utilizan herramientas de vanguardia
Las peluquerías han cambiado con los años, pero el oficio sigue y ahora con más fuerza.
Arreglarse la barba y el cabello es un ritual para los hombres.
Esta moda se acentúa en las nuevas peluquerías, ahora llamadas barberías.
«El tema de las barberías tiene muchos años, en México existen desde antes de los años veinte y poco a poco fueron evolucionando, sufrieron cambios también vino una oleada muy fuerte de estéticas, de salones de belleza unisex en los que se atendía también a hombres y llegó un punto en donde eso era lo cool, ir a los salones de belleza en donde un estilista te cortara el pelo pero poco a poco nos fuimos dando cuenta que necesitábamos regresar a la base, a la raíz de las barberías y que es esto lo que ves ahora», relató Marco Antonio Zambrano, quien trabaja en una barbería.
Las peluquerías actuales se apegaron a la vieja escuela, retomaron la base de los barberos comunes, aquellos que usaban navaja libre, que se dejó de utilizar por higiene y ahora usan desechables, un jabón especial para afeitar, un tratamiento con toallas calientes, bálsamos y toalla fría para cerrar el poro.
En las nuevas barberías, el peluquero ya no usa bata blanca, se usa wifi, se le ofrece una bebida y un momento de relajación al cliente.
También una toalla caliente, aceite pre-shave, espuma caliente, afeitado de cabeza, bálsamo after shave, una refrescante toalla fría y un masaje por 400 pesos. El cliente paga eso más las cremas y bálsamos que lleva a casa; mantener una barba cuesta mil pesos mensuales en promedio.
La técnica de los viejos peluqueros sigue, lo que cambió fueron los productos y las herramientas.
«Procesos, procedimientos y técnicas de corte de pelo y afeitado que antes no se tenían y que ahora nos podemos ayudar de esta actualización y de la tecnología», dijo Marco Antonio.
En la peluquería de Antonio aún se conservan los que se importaron de Chicago, de uno de ellos cuelga el listón de cuero donde se colocaba la navaja y arreglaba el remolino de la cabeza de cualquier cliente.
Antonio cobra 160 el corte y la afeitada, lo conocen en la colonia Cuauhtémoc, pero además en Polanco y las Lomas, lo siguen porque corta el cabello con navaja y la técnica que usa para cortar la barba, dice, no la iguala nadie.
«Nosotros como somos de aquel tiempo, de antaño, usamos la navaja, otros usan un peine con la navaja porque tienen miedo para que no se pasen, entonces ellos no saben esto», aseguró.
Cortar con navaja es un arte. Los barberos de antes dicen que a los nuevos barberos aún les falta.
LHE