El trágico panorama para miles de animales en Australia
Australia ya tenía la tasa de extinción de mamíferos más alta del mundo y se teme que los incendios forestales provoquen además extinciones localizadas
Australia ya tenía la tasa de extinción de mamíferos más alta del mundo y se teme que los incendios forestales provoquen además extinciones localizadas
Cuando la voluntaria Sarah Price encontró un bebé canguro asustado pero milagrosamente vivo en la bolsa de su madre moribunda en medio de los incendios forestales que devastan el sudeste de Australia desde septiembre, le pareció oportuno llamarlo «Suerte».
Madre e hijo habían salido vivos de las llamas, pero horas después, la madre murió por estrés agudo y se sumó a los mil millones de animales que han perecido en los incendios desde septiembre.
«Suerte» fue instalada en una bolsa en una habitación oscura y se está recuperando lentamente. Come y bebe con frecuencia. Su historia es de las pocas que han tenido un final feliz, en medio del desastre que conmocionó incluso a los voluntarios acostumbrados a los incendios estivales australianos.
«El número de animales rescatados o que necesitan ser atendidos que estamos recibiendo no es el que habíamos previsto», dijo a la AFP Price, que trabaja para el grupo de rescate de vida silvestre WIRES, dando a entender que «muchos perecieron en los incendios«.
Devastadoras imágenes de koalas con el pelaje chamuscado, zarigüeyas con patas quemadas y canguros carbonizados han dado la vuelta al mundo y se convirtieron en el símbolo de un país golpeado por los efectos del cambio climático.
Se cree que animales menos visibles, como ranas, insectos, invertebrados y reptiles, también han sido gravemente afectados.
Los expertos advierten que los animales que sobreviven también deben luchar por mantenerse en vida.
«Muchos de los animales mueren después del incendio por falta de alimento y refugio» o son devorados por otros animales, explicó a AFP Mathew Crowther, profesor de la Universidad de Sídney.
En el estado de Victoria, donde la temporada de incendios solamente acaba de comenzar, los veterinarios aseguran haber visto koalas, aves, ualabíes y zarigüeyas con quemaduras y problemas respiratorios.
«Muchos han tenido que ser sacrificados, otros fueron salvados, y pocos han regresado al hábitat natural restante», informó una portavoz de los zoológicos de Victoria.
‘Holocausto’para la fauna
Australia ya tenía la tasa de extinción de mamíferos más alta del mundo y se teme que los incendios forestales provoquen además extinciones localizadas.
«Las poblaciones (de canguros) generalmente tratan de agruparse. Cuando regresan, obviamente, el césped ya no es verde, el follaje ya no está allí, los arbustos han desaparecido, los árboles se quemaron», lamentó Price.
Un tercio de Isla Canguro, un paraíso para los animales frente a las costas de Australia meridional, ha sido arrasado y puede que algunas especies únicas de la zona hayan desaparecido.
«Quedan pocos hábitats para muchas especies. Esto puede provocar extinciones locales», declaró a la cadena de televisión australiana ABC John Woinarski, del Threatened Species Recovery Hub, un programa público para proteger la fauna. Los incendios están siendo una especie de «holocausto» para los animales, agregó.
Por ejemplo, se estima que la mitad de la única población de koalas de Australia «libre de infecciones», que vivía en la Isla de los Canguros, está muerta o gravemente herida. De este grupo depende en gran parte el futuro de la especie.
Por otra parte, el ratón marsupial de la isla ya estaba en la lista de las diez especies más amenazadas y ahora está en peligro de extinción.
El profesor de la Universidad de Sídney, Chris Dickman, considera que sus cálculos, que estiman que 1.000 millones de animales murieron, son «muy conservadores».
Según el profesor, lo que ocurre en Australia es sólo la antesala de los impactos que el cambio climático podría generar en otras partes del mundo.
El profesor Crowther consideró por su parte que después de los incendios varias especies deberán ser protegidas para evitar su extinción. Además, los bosques quemados tardarán décadas en recuperarse y los expertos calculan que se necesitará una inversión considerable para restaurar los hábitats y dar a animales como «Suerte» la oportunidad de sobrevivir.
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