El maltrato infantil afecta el desarrollo cerebral de futuras generaciones

El maltrato infantil afecta al epigenoma de los espermatozoides, influyendo negativamente en el desarrollo cerebral de la siguiente generación

Un grupo de investigadores de la Universidad de Turku (Finlandia) y de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) descubrió que el maltrato infantil afecta al epigenoma de los espermatozoides, influyendo negativamente en el desarrollo cerebral de la siguiente generación.

El estudio FinnBrain identificó niveles más bajos de metilación del ADN del esperma en tres regiones del ADN y niveles modificados de varias moléculas pequeñas de ARN no codificante en hombres con altos niveles de maltrato infantil, en comparación con aquellos con pocas experiencias de maltrato, según cuestionarios previos.

Aunque todas las células del cuerpo comparten los mismos genes y ADN, presentan perfiles epigenéticos distintos que determinan su apariencia y función. La regulación epigenética genera diferencias entre las células del cerebro, los músculos y la piel al silenciar o activar genes, desempeñando un papel clave en las generaciones posteriores.

Anteriormente, los científicos del estudio asociaron el estrés paterno en la primera infancia con el desarrollo cerebral del niño y vincularon el maltrato infantil con varias características epigenéticas de los espermatozoides. Estos efectos incluyen niveles de expresión de la molécula de ARN no codificante ‘hsa-miR-34c-5p’ y la metilación de los genes ‘CRTC1’ y ‘GBX2’.

«A continuación, estudiaremos el maltrato infantil, el epigenoma de los espermatozoides y las características de los hijos en conjunto. Demostrar la herencia epigenética en humanos reescribiría las reglas de la herencia, lo que resalta la necesidad de más investigaciones», afirmó Jetro Tuulari, primer autor del artículo.

Por su parte, la investigadora principal, Noora Kotaja, señaló que este constituye el estudio «más amplio» y «más completo» sobre la herencia epigenética a través del epigenoma del espermatozoide en humanos.

«La cohorte FinnBrain y otros datos multigeneracionales del Centro de Investigación de la Población permitirán estudios similares de alta calidad sobre la herencia epigenética humana. Sin embargo, la herencia de estos hallazgos aún no se demuestra, por lo que se necesitan más investigaciones», explicó Hasse Karlsson, profesor emérito que inició el estudio.

FinnBrain, iniciado en 2010, es un estudio de cohorte de nacimiento de la Universidad de Turku con la participación de más de 4,000 familias, cuyo objetivo es explorar los factores ambientales y genéticos que influyen en el desarrollo infantil. El estudio de los padres de la cohorte también forma parte clave de la investigación, con un enfoque especial en la salud paterna. Este subestudio analiza específicamente a los padres dentro de la cohorte.

 

Con informacón de Europa Press.

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