El CUIDADO DEL CORAZÓN EN PERSONAS AMPUTADAS: CÓMO MANTENER UNA VIDA SALUDABLE DESPUÉS DE LA PÉRDIDA DE UNA EXTREMIDAD

• Cada día se amputan más de 70 personas en México, 29 de septiembre Día Mundial del Corazón.
• Las personas que viven con una amputación gastan de 5 a 10 veces más energía cardiaca que una persona no amputada

En conmemoración del Día Mundial del Corazón, Ottobock, empresa alemana especializada en prótesis, órtesis y sillas de ruedas, hace un llamado a la población, especialmente a aquellas personas que han sufrido una amputación, para que tomen conciencia sobre la importancia de cuidar su salud cardiovascular.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Cardiología, el sedentarismo que puede resultar de una amputación incrementa los riesgos de enfermedades cardiovasculares como: hipertensión, enfermedades coronarias e infartos. De allí, que la práctica de ejercicio físico de forma constante, aunque adaptada a las capacidades de cada persona, es fundamental para mantener un corazón sano y reducir el riesgo de complicaciones.

Además, la Academia Nacional de Medicina de México (ANMM), en nuestro país se efectúan aproximadamente 75 amputaciones diarias; es decir, más de 25 mil personas al año sufren la pérdida de alguna de sus extremidades.

Al respecto, René Govea, licenciado en prótesis y órtesis, egresado del Instituto Nacional de Rehabilitación, director de Academy Ottobock, explica que antes de utilizar una prótesis es esencial conocer la causa de la amputación y la condición física del usuario, para que el gasto de energía no sea excesivo ni riesgoso para su corazón.

“Una persona amputada, de un solo miembro y de la rodilla para abajo, gasta hasta 5 veces más energía para caminar que una no amputada. Cuando, la amputación tiene como límite la rodilla gastará 8 veces más energía; pero si la pérdida del miembro ocurre desde la cadera, tendrá un gasto cardiaco 10 veces mayor”, indica el experto Govea.

Por ello, es fundamental que las prótesis se hagan a la medida, con los materiales adecuados (en ligereza y movilidad) para las actividades de cada persona. “Porque no es lo mismo el órgano cardiaco de una mujer joven que de un adulto mayor, de allí que se sugiera una evaluación cardiaca de cualquier usuario que vaya a utilizar una prótesis”, recomienda el protesista René Govea, de Ottobock México.

La amputación, particularmente en personas con enfermedades crónicas como la diabetes, requiere de un enfoque integral para la salud cardiovascular. La dieta balanceada, la monitorización constante de los niveles de glucosa y presión arterial, así como la adherencia a los tratamientos médicos, son pasos esenciales para prevenir problemas cardiacos en personas amputadas.

Además, “el corazón se mantiene sano cuando una persona que vive con una amputación hace ejercicio, ya que no solo mejora su cuerpo y mente, sino que incrementa su calidad de vida al fortalecer el músculo cardiaco, mejora la circulación sanguínea y mantiene un peso saludable, aspectos esenciales para prevenir complicaciones relacionadas con la amputación”, advierte Mónica Guadalajara, Responsable de Ottobock para México, Centroamérica y El Caribe.

Ottobock sugiere que las personas amputadas incorporen ejercicios de bajo impacto, como la natación o el uso de bicicletas estacionarias, en su rutina diaria. Asimismo, es clave la importancia del apoyo psicológico, ya que el estrés y la depresión pueden contribuir negativamente a la salud del corazón. Los pacientes deben acudir a sus citas médicas de seguimiento y controlar factores de riesgo como el colesterol y el tabaquismo.

Recomendaciones clave para personas amputadas:

  1. Realizar actividad física adaptada, al menos 30 minutos diarios.
  2. Seguir una dieta rica en frutas, verduras, y baja en grasas saturadas y azúcares.
  3. Controlar factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto.
  4. Mantener una actitud positiva y acudir a terapia psicológica si es necesario.
  5. Consultar periódicamente al médico para ajustar tratamientos y monitorizar la salud del corazón.

Con estos cuidados, las personas amputadas pueden llevar una vida plena y mantener su corazón saludable, además de reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo.