Discurso pronunciado por el Gobernador del Estado, Rolando Zapata Bello, durante la inauguración de la décima Asamblea General Mundial de la Red Internacional de Organismos de Cuenca
Mérida, Yucatán, 2 de junio de 2016
Muy buenos días. Lo que les quiero expresar es: bienvenidos a Yucatán. Yucatán es su casa y nos sentimos altamente honrados de que se esté llevando a cabo este importantísimo evento en este estado, que es la casa de todos ustedes.
Y es que el cuidado y el buen uso de los recursos hídricos es una actividad milenaria en Yucatán. La civilización maya, originarios y actuales moradores de estas tierras, diseñaron un sistema de captación de agua compuesto de cámaras subterráneas en forma de botella, que ellos llamaban Chultún.
Sin duda, se trató de una innovadora estrategia milenaria para hacer frente al reto que les planteaba la planicie de estos lugares.
Tomando en consideración esos vestigios arqueológicos, construidos hace miles de años, podemos suponer que los mayas, una cultura con notables avances en diferentes ramas del conocimiento, habían identificado muy bien el valor que representa cuidar los recursos naturales.
Y ese valor, forma parte del legado cultural que hemos heredado los habitantes de este estado y de todo el gran Mundo Maya. Hoy en día, lograr una gestión integral de los recursos hídricos es una prioridad que compartimos en todo México.
Es una prioridad que a través del liderazgo del Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto, y la coordinación de la Comisión Nacional del Agua, estamos atendiendo de manera conjunta todos los niveles de Gobierno, así como el sector privado, académico y sociedad civil en general. Porque tenemos muy claro que el cuidado de los recursos naturales es un tema que nos involucra a todos.
Por eso es necesario construir acuerdos y tomar decisiones en torno al cuidado del medio ambiente y para llegar a ese objetivo, es indispensable sumar esfuerzos y crear sinergias. Es necesario tender puentes de comunicación y acción entre organizaciones e instituciones.
Con ese fin, México participa activamente en aquellas acciones de la comunidad internacional que están dirigidas a construir un nuevo sistema de gobernanza en estos temas, particularmente aquellos que atañen a los recursos hídricos.
Estamos comprometidos con ello. En ese contexto, reitero, es un motivo de satisfacción y orgullo recibir en nuestro país y en nuestro estado a la Asamblea General Mundial de la Red Internacional de Organismos de Cuenca (RIOC).
Compartimos con esta importantísima organización el máximo interés por lograr un cambio en los patrones de extracción y consumo del agua en las cuencas. Yucatán es un estado comprometido en conservar sus recursos hídricos y mantenerlos en condiciones óptimas.
Es un estado comprometido en cuidar el manto freático y todas las formaciones de agua que forman parte de nuestro territorio. Con ese fin, llevamos a cabo acciones en favor de la preservación del recurso hídrico.
Por ejemplo, creamos una Reserva Estatal Geohidrológica, que asegure que el llamado Anillo de Cenotes, que se encuentra en nuestro territorio, sea una fuente de abasto, una fuente de bienestar para los habitantes de hoy y de las futuras generaciones.
Así, protegemos, por lo menos, 180 millones de metros cúbicos de agua anualmente. Para dimensionarlo, tomemos en cuenta que Mérida y su zona metropolitana consumen alrededor de 40 millones de metros cúbicos anuales.
De manera complementaria, en el Anillo de Cenotes se han llevado a cabo campañas de recolección de envases agroquímicos o se han impulsado proyectos de reforestación como el milenario árbol de ramón, que contribuyan a preservar las condiciones ecológicas.
Sabemos que el agua es un recurso estratégico que es necesario cuidar y proteger. Por eso nos sumamos activamente al llamado a la acción que convoca la RIOC.
Un llamado a la acción que formará parte de los trabajos realizados en el marco de esta importantísima asamblea y que estará claramente planteado en los documentos derivados de la misma.
A los distintos niveles de Gobierno de todo el mundo nos corresponde responder a este llamado con acciones concretas para el bienestar de toda la humanidad en el presente pero esencialmente en el futuro.
Por todos esos motivos les reitero nuestra cálida expresión: bienvenidos todos a Yucatán.
Muchas gracias.
