Un grupo de investigadores de Estados Unidos determinó que las personas cuyas madres han tenido más parejas, ya sea de hecho o en matrimonio, a menudo siguen el mismo camino y tienden a tener numerosas relaciones amorosas, de acuerdo con un estudio publicado por la revista especializada Plos One.
Los resultados del informe apuntan que las madres pueden transmitir rasgos de personalidad y habilidades de relación que hacen que sus hijos tengan «más o menos probabilidades» de formar relaciones estables.
Nuestros hallazgos sugieren que las madres pueden tener ciertas características que las hacen más o menos deseables en el mercado del matrimonio y mejores o peores en las relaciones», aseguró la autora principal, Claire Kamp, profesora en la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos).
Según los investigadores, los hijos «heredan y aprenden las habilidades y comportamientos» de la madre y los trasladan en el futuro a sus propias relaciones amorosas.
Los datos utilizados por el equipo de Kamp provinieron de la Encuesta Nacional Longitudinal de Jóvenes 1979 y de la Encuesta Nacional Longitudinal de Niños y Jóvenes Adultos, que han seguido a los mismos participantes durante al menos 24 años.
Todas las personas en el segundo estudio fueron hijos biológicos de mujeres que participaron en la primera encuesta, por lo que los investigadores pudieron obtener una visión a largo plazo del número de parejas de ambas generaciones.
Los sondeos incluyeron información no solo sobre el matrimonio y el divorcio, sino también sobre las relaciones posteriores.
Así, Kamp y sus colegas encontraron que tanto el número de matrimonioscomo el número de parejas posteriores de las madres se asimilaban a la cantidad de parejas que tuvieron con el paso del tiempo sus hijos.
Los resultados mostraron además que los hermanos que pasaron más tiempo con sus madres y otras parejas de ellas -no sus padres- tuvieron más relaciones que los hermanos que no vivieron tanto tiempo esa situación.
Los investigadores analizaron tres teorías acerca de por qué los niños tienden a seguir a sus madres en términos del número de relaciones.
Una apunta que muchas personas acaban con sus relaciones debido a la inestabilidad económica que experimentaron de niños asociada con el fin del matrimonio y la convivencia, lo que comporta que sean menos estables en pareja.
Una segunda teoría sugiere que la experiencia de un niño al observar a su madre durante un proceso de divorcio o de una o varias rupturas de convivencia le lleva a tener más parejas.
Por contra, la tercera idea señala que las madres que han tenido una relación estable y duradera con su marido también impactan en el resultado de las relaciones futuras de sus hijos.
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