Discurso: Segunda Sesión Ordinaria 2016 de la Conferencia de Procuración de Justicia de la Zona Sureste

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Muy buenos días. Me da muchísimo gusto agradecer la presencia y darle la más cordial bienvenida al doctor Gilberto Higuera Bernal, señor subprocurador de la Procuraduría General de la República; le pido le transmita un saludo muy afectuoso, muy cordial, reiterando la felicitación al doctor Raúl Cervantes Andrade, reiterándole nuestro elevado compromiso institucional para trabajar en plena coordinación con la Procuraduría General de la República, así como con todas las instancias de la justicia y seguridad de nuestro país, y desearle, ante todo, que sabemos que lo va a tener, un gran éxito en su gestión.

Saludo, de igual manera, a la maestra Patricia Bugarín, maestra, muchísimo gusto, coordinadora Nacional Antisecuestros; a los distinguidos funcionarios de la Procuraduría General de la República aquí presentes; de manera muy particular, saludar a los procuradores y fiscales de las entidades hermanas, que participan en esta importante Sesión Ordinaria de la Conferencia de Procuración de Justicia, del hermano estado de Campeche, de Chiapas, de Guerrero, de Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y, por supuesto, de Yucatán, a cargo del maestro Ariel Francisco Aldecua Kuk.

Saludo a los representantes de los Poderes públicos de nuestro estado, diputada Celia Rivas Rodríguez; distinguidas diputadas, diputados al Congreso del Estado aquí presentes, muchas gracias; distinguidos diputados federales, Liborio Vidal Aguilar, Felipe Cervera, muchas gracias por su presencia; saludar, de igual manera, a la magistrada Leticia Cobá Magaña, magistrada; magistradas, magistrados aquí presentes, muchísimas gracias, en representación del honorable Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial de nuestro estado.

Saludo al general de Brigada Diplomado de Estado Mayor, Gustavo Nieto Navarro, mi general, comandante de la X Región Militar; al señor vicealmirante Cuerpo General Diplomado de Estado Mayor, Rosendo Jesús Escalante Ilizaliturri, comandante de la IX Zona Naval; distinguido general de Brigada Diplomado de Estado Mayor, Miguel Hurtado Ochoa, comandante de la 32 Zona Militar; comandante Luis Felipe Saidén Ojeda, secretario de Seguridad Pública.

Distinguidos representantes de organismos empresariales, organizaciones sociales, una representación de nuestra sociedad yucateca, aquí presentes; señor representante del honorable Ayuntamiento de Mérida; señor presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos; diferentes organismos autónomos aquí presentes, les saludo a todos con mucho respeto.

Muchas gracias a todos por significar con su presencia la gran importancia que tiene esta reunión de la Conferencia de Procuración de Justicia de esta zona Sureste. En primer lugar, quiero reiterarle a nuestros visitantes que nos da mucho gusto recibirlos aquí, en ésta, que es su casa, fundamentalmente para trabajar conjuntamente en uno de los temas más sensibles para la población, como sin duda es la impartición de justicia.

Permítanme, con motivo de la inauguración de esta segunda Sesión Ordinaria de la Conferencia de Procuración de Justicia de la zona Sureste, compartir al respecto algunas reflexiones. Antes que nada, celebrar la realización de reuniones regionales que nos permiten fortalecer los lazos para atender problemáticas que requieren, de manera muy clara, soluciones conjuntas y coordinadas; este fortalecimiento regional nos permite, por un lado, compartir y homologar información, bases de datos, y construir estrategias y acciones conjuntas.

A la vez, la suma de los respectivos fortalecimientos regionales posibilita afianzar y robustecer el Sistema Nacional de Seguridad Pública; ambas tareas nos exigen, en corresponsabilidad, un ejercicio de reflexión y de balance permanente de nuestro actuar, para saber en qué punto nos encontramos ubicados y cómo vamos. Un ejercicio que nos permite, sin duda, estar en condiciones de atender los retos para entregar mejores resultados a la ciudadanía.

La Conferencia de Procuración de Justicia, como parte fundamental de nuestro Sistema Nacional de Seguridad Pública, tiene objetivos muy claros y también muy amplios, dada la complejidad de su tarea; es por ello que mantener una postura reflexiva, analítica y crítica, contribuye para alcanzar sus objetivos y honrar su origen, ubicado en la necesidad de renovar y actualizar permanentemente la perspectiva institucional, así como renovar también los instrumentos de transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana e innovación, a la cual nos convocó en su momento el señor Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto.

La renovación institucional involucra, por supuesto, a los tres niveles de Gobierno. Es un mandato constitucional que nos obliga a la coordinación, a través del Artículo 21; sin embargo, una renovación federal que no es adaptada y adoptada a nivel estatal y municipal, difícilmente derivará en la modificación de prácticas, procedimientos y la visión de un nuevo México, de un México transformado que es al que nos convoca permanentemente el Gobierno de la República.

En materia de combate a la delincuencia, ni la federación puede enfrentarla por sí misma en cada rincón del país, ni los estados y municipios somos ínsulas aisladas del concierto nacional; nuevos tiempos nos exigen nuevas miradas, nuevos mecanismos, y más y mejores respuestas y propuestas.

Por eso precisamente es pertinente reiterar que, desde la primera sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, celebrada en diciembre del año 2012, una de las grandes columnas para la seguridad y justicia en nuestro país, que marcó como directriz el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, fue precisamente la coordinación en tres niveles de Gobierno.

Y ahí, es venturoso señalar que en estos cuatro años de gobierno, de administración, se ha visto como una alta prioridad del Gobierno de la República fortalecer y estrechar esos lazos de coordinación entre los tres niveles de Gobierno. Como ejemplo, ayer nos sumamos a la Red Nacional de Información Criminal, herramienta especializada para intercambiar datos y fortalecer las investigaciones que ayuden a la identificación y solución de delitos en Yucatán y en otros estados.

Son tiempos de innovación en el combate a la delincuencia, en la investigación del delito y en la seguridad pública. La seguridad que debemos ofrecer hoy no es la misma que la ciudadanía recibía y necesitaba hace tan sólo algunas décadas; la innovación, la tecnología, la capacitación y profesionalización deben ser nuestros mejores aliados en la procuración de justicia.

Y ello nos invita, además, a reflexionar acerca de que si bien las leyes siempre serán nuestro marco de actuación; éstas serán suficientes si y sólo si van acompañadas de una cultura de civilidad; cultura de civilidad que ha de empezar a construirse desde la institucionalidad.

Necesitamos profundizar en la ciudadanía la percepción de la justicia a su servicio, a la par de ofrecerles datos duros que reflejen los avances en el combate a la delincuencia en todas sus vertientes, es decir, en la impartición y administración de la justicia plena; datos a favor de su seguridad que nos permitan mantener o bien, recobrar la confianza en las instituciones. De ese tamaño es nuestra labor y nuestra responsabilidad. Recordemos que la legitimidad del Estado va de la mano de la procuración de justicia.

Para cumplir con este deber, es necesario concretar con acciones y políticas públicas la renovación institucional, de donde, insisto, surge la Conferencia de Procuración de Justicia. En nuestras manos está la posibilidad de contribuir al impulso renovado del federalismo, contribuir a la edificación y consolidación del Sistema Nacional de Seguridad, así como proponer la modificación de políticas y acciones, cuando a través de su seguimiento, se compruebe su ineficacia.

En estas tareas, la Conferencia no está sola; por lo pronto, puedo asegurarles que cuentan con el apoyo de los dos millones de habitantes de nuestro estado, así como nos consta y estamos seguros que cuenta con el respaldo y la participación plena de todas y cada una de las entidades hermanas federativas participantes en esta región sureste, y en cada una de las regiones de nuestro país.

Así, les reitero ante todo la enorme satisfacción de tenerles en esta que, reitero, es su casa; ante todo les deseamos que tengan el mayor de los éxitos, que sabemos que tendrán en los trabajos que realizarán en estas jornadas. Muchas felicidades, enhorabuena a todos.