Discurso: Entrega de la medalla «Eligio Ancona» 2016
Discurso del Gobernador Rolando Zapata Bello en la entrega de la medalla “Eligio Ancona” 2016
Discurso del Gobernador Rolando Zapata Bello en la entrega de la medalla “Eligio Ancona” 2016
Mérida, Yucatán, 14 de septiembre del 2016
Muy buenas noches tengan todas y todos ustedes. Permítanme en primera instancia saludar con enorme respeto pero sobre todo reconocimiento y admiración al maestro Armando Manzanero, decirle maestro que su nombre, su obra, prestigian a Yucatán y que por eso todo el pueblo de Yucatán a través de sus autoridades a través de la máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Yucatán le honramos, le distinguimos sin duda como un yucateco de excepción. Muchas felicidades maestro Armando Manzanero.
Permítanme saludar con el mismo respeto a toda su familia, nos da una enorme satisfacción que estén compartiendo con ustedes, sintiéndose como todos los yucatecos muy orgullosos de usted maestro, de su obra, de su talento y sobre todo de ese gran amor que le tiene a Yucatán y que lo proyecta en todas sus acciones.
Yo quisiera en esta atmósfera de emoción, de sentimiento que sin duda nos proyecta a todos los aquí presentes y a todos quienes de igual manera, a través de los medios de comunicación, se informarán de este acontecimiento, en esta atmósfera de sentimiento quisiera pedirle maestro con todo respeto que me permitiera proyectar también un sentimiento de toda la comunidad cultural, artística del estado de Yucatán.
Esto ante la sensible pérdida de la escritora Beatriz Rodríguez Guillermo, una persona que me consta le admiró como artista, le apreció y que lamentablemente ya no se encuentra con nosotros pero que su obra, su talento y su grandeza como ser humano siempre estará presente entre los yucatecos.
Le pediría con su permiso y con su venia maestro que brindáramos un minuto de aplausos a la memoria de la maestra Beatriz Rodríguez Guillermo.
Muchas gracias a los representantes de los poderes públicos de nuestro estado, la diputada Celia Rivas Rodríguez, presidenta del honorable Congreso del Estado, al doctor en Derecho, Marcos Celis Quintal, presidente del Tribunal Superior de Justicia, al doctor José Luis Villamil Urzais, representante de nuestra máxima casa de estudios, la UADY, al señor presidente municipal de Mérida, licenciado Mauricio Vila Dosal.
A la doctora María Cristina Leirana Alcocer, representante del jurado de la medalla “Eligio Ancona” 2016, muchas gracias, a la licenciada Xail Espadas Ancona, bisnieta de don Eligio Ancona, muchas gracias.
Por supuesto al maestro Roger Metri Duarte, secretario de la Cultura y la Artes de nuestro estado, y agradecerle por supuesto a todos y cada uno de ustedes su distinguida presencia.
Maestro Armando Manzanero, muchas gracias por su talento, muchas gracias por su creatividad y principalmente muchas gracias por poner muy en alto el nombre de Yucatán a lo largo de más de 60 años.
Dicen que la música es el lenguaje universal por excelencia y esta verdad, con la que seguramente todos coincidimos, tiende puentes, nos hermana y nos obliga a reconocer la propia historia del hombre y sus emociones.
La música, por fortuna, nos ha acompañado a lo largo de la historia, desde el sonido del tunkul o de un silbato prehispánico, hasta los sones armoniosos de una orquesta sinfónica. Y nos dice mucho acerca de lo que, a veces con palabras y a veces sin ellas, nos hace humanos.
Pero además, como en su caso, en donde las palabras, las letras de las canciones motivan en nuestro espíritu emociones que nos ayudan a seguir recorriendo la vida, disfrutándola, es algo que permítame decirle, reconocemos y disfrutamos profundamente.
Porque si algo provoca la música son sentimientos e incluso hasta podríamos decir que ese es, precisamente su alto propósito. En su obra maestro, se conjuga la creación, la interpretación y el disfrute vital de la melodía.
Basta con verlo interpretar su música, basta con escucharlo para darnos cuenta de cuánto disfrute y alegría hay en ello. La música que a lo largo de más de 60 años ha sabido crear e interpretar para deleite del mundo entero, llena de orgullo a todo Yucatán.
Porque son pocos, los privilegiados como usted, que tienen la dicha de dominar ese lenguaje universal de la música. Y más aún, no son muchos los talentos capaces de producir un repertorio tan prolífico como el que usted ha compuesto, con cientos de canciones que han sido interpretadas por algunas de las más grandes figuras nacionales e internacionales de la música, como bien lo expresaba Mari Carmen Pérez a quien le agradezco esa semblanza que nos hizo de usted y que puntualmente hacía una relatoría de las grandes figuras de talla mundial que han interpretado su música maestro.
Usted ha llevado, con su origen y el orgullo de nuestras raíces, el nombre de nuestra tierra a los más alejados rincones del mundo, a través de la música. Y ello ha abierto puertas y oportunidades para que Yucatán, gracias a su cultura, pasada y presente, continúe estando presente en todo el mundo.
Para que se conozca la riqueza con la que contamos en el milenario Mayab, en la tierra de la gran cultura maya. La riqueza de su gente, de sus tradiciones, de su historia y de su presente.
Sí, de este presente por el que seguimos trabajando para asegurar el futuro de los niños y los jóvenes. Un futuro de bienestar, que usted también ha contribuido a crear.
Ese futuro en donde su música se seguirá escuchando, porque ya forma parte de nuestro imaginario colectivo, de nuestro legado, de nuestro patrimonio, de nuestra historia.
Su exitosa trayectoria artística es la mejor inspiración que tenemos en nuestro estado para seguir impulsando la formación de nuevos talentos musicales.
Por eso queremos que el Palacio de la Música, cuya construcción ya inició y va a muy buen ritmo, sea un espacio aprovechado por los jóvenes músicos para que puedan potenciar sus talentos en todos los géneros musicales.
Sea un espacio para la apreciación, el estudio y difusión de la música popular mexicana. En otras palabras de nuestro cancionero, en donde usted nos ha permitido en muchas tardes como la de hoy ver llover, enamorarnos como novios o incluso bailar un twist.
Queremos seguir su ejemplo maestro y continuar promoviendo la importancia de la música como medio de expresión y como un lenguaje que nos define y nos une.
A 400 años de distancia de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, recordamos que para él “la música componía los ánimos descompuestos y aliviaba los trabajos que nacen del espíritu”.
Así, en la música, como en la democracia, si sabemos escuchar e interpretar, compone ánimos la primera y construye mejores presentes y futuros la segunda.
Melodía, ritmo y armonía son las palabras mágicas que conjugadas por usted con talento y por supuesto, con la maestría que lo caracteriza, celebramos hoy al entregarle la merecida presea que lleva el nombre del insigne Eligio Ancona.
Un yucateco que en otras áreas y disciplinas elevó, como usted, el nombre de nuestro estado a los más altos niveles.
Hoy en día, tenemos en la ciudad de Mérida un teatro que lleva su nombre y también muchas otras muestras de admiración a su obra en cada recinto cultural y artístico que existe en nuestra entidad.
Pero seguramente, seguramente maestro, la mayor satisfacción que puede tener un gran artista como usted es contar con el afecto y la admiración de todo el pueblo de Yucatán.
Y la medalla que hoy recibe, la medalla “Eligio Ancona”, es un claro reflejo de ese agradecimiento que sentimos los yucatecos hacia su persona por regalarnos tantos, tantos momentos de emoción y sentimiento a través de la música.
Muchas gracias, muchas gracias maestro Armando Manzanero y muchas felicidades maestro.