Discurso durante las acciones de fortalecimiento y profesionalización de los elementos de seguridad y procuración de justicia

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Mérida, Yucatán, 4 de agosto del 2017  

Muy buenos días. Quiero trasmitirle un saludo muy afectuoso al señor secretario Miguel Ángel Osorio Chong, al señor Presidente de la República, Enrique Peña Nieto y quisiera iniciar expresando, que como bien lo ha señalado el secretario de Gobierno, una de las columnas más sólidas para preservar la seguridad en nuestra entidad es precisamente la coordinación. 

Reconocemos y agradecemos en Yucatán todo el apoyo brindado por las fuerzas federales, la coordinación que se da con los ayuntamientos y por eso agradecemos muchísimo al señor general de Brigada Diplomado de Estado Mayor, Miguel Hurtado Ochoa, comandante de la XXXII Zona Militar, muchísimas gracias por este apoyo del Ejército Mexicano para nuestro Estado de Yucatán.

 Al señor vicealmirante Cuerpo General Diplomado de Estado Mayor, Rosendo de Jesús Escalante, comandante de la IX Zona Naval, todo el apoyo de la Naval para Yucatán, muchas gracias.

 Y por supuesto al comisario Julio César Martínez Arredondo, de la Policía Federal en el estado, muchas gracias, al licenciado Juan Manuel León, de la Procuraduría General de la República, al comandante de la Base Aérea Militar número 8, general de Grupo Piloto Aviador Diplomado de Estado Mayor, Román Carmona Landa. 

Y reitero, todas las autoridades federales, que en plena coordinación con la acción estatal y de cada uno de los municipios. Saludo al señor presidente municipal Mauricio Vila Dosal, y cada una y cada uno de los presidentes municipales, muchas gracias presidentes municipales por esa coordinación federación-estado-municipio, que nos permite desplegar una estrategia coordinada en materia de seguridad. 

Por supuesto a saludar a los representantes de los poderes públicos en nuestro estado, estimada maestra en Derecho, Celia Rivas, presidenta del Congreso del Estado, estimadas diputadas, diputados del Congreso, muchísimas gracias.

 Me permito distinguir la presencia de nuestros legisladores federales Liborio Vidal, Felipe Cervera, Panchito Torres, muchas gracias, legisladores federales aquí presentes, muchas gracias por todo su apoyo.

 Al doctor en Derecho Marcos Celis, presidente del honorable Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado, distinguidas magistradas, magistrados, consejeros de la Judicatura, muchas gracias por su presencia siempre distinguida. 

Estimado licenciado Gustavo Cisneros Buenfil, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, saludo con él a los representantes de cámaras empresariales, representantes del sector empresarial a quienes siempre les reconocemos todo su impulso para la dinámica económica, social y por supuesto también en materia de seguridad en nuestro estado. 

Quiero saludar al secretario General de Gobierno y coordinador del Gabinete de Seguridad en nuestro estado, Roberto Rodríguez Asaf, muchas gracias Roberto, al comandante Luis Felipe Saidén Ojeda, secretario de Seguridad Pública, muchas gracias comandante Saidén y al maestro en Derecho Ariel Francisco Aldecua Kuk, fiscal General del Estado. 

Y permítanme significar inicialmente al comandante Luis Felipe Saidén y al maestro Ariel Aldecua Kuk, significarlos porque como líderes de dos organizaciones esenciales para nuestro estado como son las Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General, están conscientes de los importante que es todos los procesos de equipamiento, de fortalecimiento, de actualización vehicular, de tecnología, todo lo que se necesita para brindar eficientemente el servicio que la sociedad espera de la Secretaría de Seguridad y de la Fiscalía General. 

Pero de manera particular son dos personas que de manera muy especial están muy conscientes de que el principal activo que tienen sus organizaciones es el capital humano, son nuestros policías, son nuestros fiscales, agentes del Ministerio Público, son los hombres y las mujeres que hacen posible que estas instituciones funcionen adecuadamente y lo que es más importante, que tengan la confianza de la sociedad.

 Por eso muchas gracias Ariel, muchas gracias al comandante Saidén y con ellos saludo y le doy un abrazo muy fraterno a cada una y a cada uno de las compañeras y compañeros de la Secretaría de Seguridad, a quienes les pedimos que le den un abrazo muy fuerte a todos los policías que están acá. 

Y un aplauso muy fuerte a todos los elementos de la Fiscalía General del Estado, que también aquí se encuentran, muchas gracias. Y saludo con afecto a todos los representantes de esta espléndida representación de nuestra sociedad que se encuentra aquí. Organizaciones de la sociedad, el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, muchísimas gracias, distinguidos representantes de organizaciones de profesionistas, sociales, obreras, en fin.

 Repito, esta espléndida representación de nuestro estado que hoy se encuentra en este importante evento.  Hoy venimos a hablar de la seguridad pública y de la procuración de justicia en Yucatán.

 Ya hemos escuchado, en voz del secretario General de Gobierno, una exposición -en términos generales- acerca de las líneas estratégicas que permiten que vivamos en un Yucatán de armonía, en un estado seguro.

 Sin embargo, la trayectoria del pasado y el estatus del presente, no son garantía de que el estado de cosas en esta materia permanezca positivo así nada más, de manera inercial.

 Hace poco menos de un año, el 1 de octubre de 2016, recordemos, cuando se cumplía el cuarto año de mi Gobierno, establecí una guía para el tercio final de mi mandato constitucional, cito: “hay que ir por los verdaderos resultados, los resultados más importantes y significativos, los que duren y se sostengan más allá del presente Gobierno”.

 Bajo esa guía, definí un requisito prioritario que tendríamos que atender para cumplir con el Yucatán de hoy, pero sobre todo con el Yucatán de mañana.

 El requisito de conducir el crecimiento económico y no dejar que éste trastorne los signos que nos identifican como una sociedad con un sólido tejido social, que privilegia vivir en paz y armonía. Hoy, el crecimiento económico de Yucatán es una realidad sostenida.

 Apenas la semana pasada el Inegi publicó los resultados de su primer Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal de 2017 y en dicho reporte se destacó que la economía de Yucatán creció por encima del seis por ciento, ubicándose en el cuarto lugar nacional en el crecimiento de todas las entidades federativas.

 Observamos con indicadores medibles y verificables que nuestro campo tuvo su mejor primer trimestre en 13 años, que somos el primer lugar en crecimiento industrial de todo el país, sí, el primero, que nuestro sector turístico muestra sus mejores números en toda la historia, que nuestro sector comercio y servicios avanza consistentemente.

 Así de importante es el rumbo y el dinamismo que juntos, y esto es muy importante, este dinamismo juntos, sociedad y Gobierno, sociedad y autoridades, cada quienes haciendo la parte que le corresponde,  es el rumbo que le estamos dando a nuestra economía.

 Pero más allá de los números, el crecimiento de la economía de Yucatán también es visible en la construcción de nuevos espacios inmobiliarios, centros comerciales, hoteles; en la llegada de nuevos capitales de inversión y de muchas personas, muchas, que encuentran oportunidades en nuestra tierra, así como también cambios sociales en nuestras propias familias.

 Sí, Yucatán hoy es un estado con un crecimiento económico sostenido, lo traemos desde 2015 rondando el cuatro por ciento del crecimiento del producto interno bruto, en el 15, en el 16 y en lo que va del 17, pues ya ven que empezamos con un seis por ciento.

 Y el crecimiento económico es importante porque genera inversión, empleo y bienestar social; el crecimiento económico es indispensable para el bienestar, sí, pero a nosotros, a nosotros nos corresponde hacer lo necesario para que el crecimiento se convierta en bienestar en todos los sentidos. 

Por eso, es el momento de enfocarnos a conducir dicho crecimiento y, en esa tarea, la seguridad es vital. El despegue económico debe llevar a la sociedad yucateca a nuevos escenarios de bienestar, sí, pero manteniendo siempre la identidad y las buenas costumbres que nos caracterizan y que nos identifican aquí, en Yucatán. 

La seguridad nos hace más competitivos en lo económico, pero también nos debe hacer más cohesionados en lo social y esos son retos que tenemos que asumir como yucatecos, son los retos que asume mi Gobierno y yo soy el primero en asumirlos, consciente de mi responsabilidad histórica. 

Sí, hoy Yucatán es un estado seguro. Somos el estado con la menor tasa de homicidios dolosos por cada cien mil habitantes de todo México y éste es el indicador universalmente adoptado para medir los niveles de violencia en cualquier territorio.

 La menor tasa de robos de vehículo, la menor tasa de secuestros, la menor tasa de delitos vinculados con la delincuencia organizada, entre otros buenos indicadores y, de acuerdo con el Inegi, los yucatecos somos los ciudadanos que mayor nivel de percepción de seguridad pública tenemos en el país. 

Y yo sé que todos compartimos el compromiso de reforzar estas condiciones, todos queremos seguir viviendo siempre en un estado seguro, queremos que ésta y la próxima generación de yucatecos gocen del orgullo de vivir en la tierra de la paz, de la armonía y de la tranquilidad. 

Sin embargo, mantener el rumbo de esta aspiración exige acciones que fortalezcan nuestra capacidad de responder a diversos fenómenos sociales, nuevas acciones para enfrentar los retos que compartimos ante el entorno delictivo que se presenta en otras latitudes de nuestra misma región. 

Nuevas acciones que nos preparen respecto al incremento de la población en nuestro estado y una sociedad más diversa, nuevas acciones que combatan la violencia social que sufren sectores vulnerables en nuestro estado. Éstas son situaciones que nos motivan a no bajar la guardia, porque el comportamiento de la delincuencia no es estático, es dinámico. 

Así, comprendiendo que en esta materia siempre hay que estar un paso adelante, hoy es el día para establecer un nuevo perfil para la carrera policial y de procuración de justicia en Yucatán, porque nuestros cuerpos de seguridad también deben ser dinámicos, respondiendo a los nuevos retos de seguridad que enfrenta y enfrentará Yucatán. 

Tenemos la obligación de convertir al servicio profesional de carrera en una opción de verdadero bienestar para todos los elementos policiales, y hablar de un verdadero servicio profesional de carrera es hablar de niveles salariales dignos y acordes con la función que desempeñan.

 Y hablar de un verdadero servicio profesional de carrera es hablar de niveles salariales dignos y acordes con la función que se desempeñan. Y hay algo que debemos expresar con toda honestidad: a pesar de tener en Yucatán un claro estatus de estado seguro, los policías de Yucatán ocupan el lugar veinticuatro en el nivel de ingreso salarial de entre las 32 entidades federativas. 

Dicho en otras palabras, hoy la policía de Yucatán es la octava peor pagada del país. Hay que decir las cosas como son, porque para este tema también hay indicadores medibles que están a la vista de todos. 

Y este dato es discordante con la seguridad que hoy vivimos y con el entorno de crecimiento económico de Yucatán. Este dato no va acorde con el rumbo que le hemos dado a Yucatán, el rumbo de bienestar que queremos para todos los yucatecos. 

Debemos decirlo claramente y también debemos responder claramente ante esta situación.  Por eso hoy anuncio a ustedes que mi administración ha ordenado las siguientes tres acciones concretas para el fortalecimiento de nuestros cuerpos de seguridad y procuración de justicia. 

En primer lugar, un incremento salarial a los más de cuatro mil elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y a los más de 630 fiscales investigadores, peritos y médicos de la Fiscalía General del Estado.

 Un incremento que se reflejará especialmente en el sueldo base, lo cual mejorará las prestaciones laborales de nuestros elementos policiales y de procuración de justicia. 

Por dar un ejemplo específico: el oficial de policía estatal que menos gana hoy en Yucatán, percibe alrededor de 8 mil 300 pesos netos mensuales. 

Este elemento, encargado de patrullar nuestras calles, dirigir el tránsito o fundamentalmente acudir a nuestro auxilio para brindarnos mayor seguridad, pasará a recibir aproximadamente 12 mil 190 pesos mensuales, un incremento neto de alrededor del 50 por ciento en su ingreso. 

Tendremos un tabulador salarial renovado, reflejo de una Policía renovada, preparada, con los mejores elementos encargados de la protección de Yucatán. 

El incremento salarial anunciado se hará efectivo a partir de la primera quincena de este mes de agosto de 2017. Es decir, compañeros de la Policía y compañeros de la Fiscalía, desde el pasado 1 de agosto ya está contando su nuevo tabulador salarial.

 Y con este incremento y el nuevo tabulador, el ingreso salarial de nuestros elementos de seguridad dejará de estar en la posición 24 de 32 entidades federativas. Con este nuevo tabulador, la de Yucatán se convierte en la sexta Policía mejor pagada de todo el país. 

En segundo lugar, contrataremos a 550 nuevos elementos para la Policía estatal del Estado. Los nuevos elementos se integrarán directamente a la nueva lógica de selección, contratación y capacitación policial, que nos permitirá profesionalizar la labor policial y expandir esa cobertura geográfica. 

Porque es innegable que nuestro estado ha crecido. No únicamente nuestra economía, como ya hemos mencionado, sino que el desarrollo urbano nos presenta también nuevos retos en materia de cobertura geográfica de seguridad.

 La presencia policial en las calles, en los sitios públicos, en los lugares en los que convivimos es un gran valor para nuestra sociedad y queremos seguir garantizando esa presencia policial en todo el estado.

 En tercer lugar, se realizará la contratación de 160 nuevos fiscales investigadores, peritos y médicos para la fiscalía. Con este nuevo personal, aumentarán las oficinas para la integración de las carpetas de investigación, agilizando los trámites de la ciudadanía, al brindar más capacidades a la Fiscalía para atender los delitos de justicia cotidiana.

 Es decir, responder de mejor manera a los delitos comunes que más afectan a la sociedad, como son todo tipo de robos, lesiones, fraudes, abusos de confianza, violencia intrafamiliar, delitos sexuales. Pero, de la misma manera, incrementamos nuestra capacidad de atención frente a los delitos de alto impacto, como lo son los homicidios, robos con violencia, entre otras.

 Incrementamos las capacidades de la Fiscalía para que el presunto responsable sea identificado, capturado, presentado ante las autoridades correspondientes y, al comprobarse su culpabilidad, se asegure que reciba una pena acorde con el delito cometido, para garantizar que exista cero impunidad en Yucatán.

 A la vez, estamos reforzando la participación de la autoridad en el nuevo Sistema de Justicia Penal, impulsando su implementación y facilitando el acceso ciudadano a la procuración de justicia. Con estos anuncios, incremento salarial y nuevas contrataciones, se dignifica la carrera de las personas que velan por la seguridad de todos los yucatecos.

 Dignificar la función policial y ministerial significa convertirla en una profesión que impulse aún más el desarrollo laboral, personal y también familiar de los cuerpos de seguridad y justicia.

 Estas tres acciones que he anunciado tendrán un impacto anualizado en el presupuesto de nuestro estado del orden de los 400 millones de pesos. Para las finanzas de nuestro estado, es un impacto muy relevante y es mi responsabilidad decírselos, no considerado en el presupuesto.

 Sin embargo, esta decisión es un acto de justicia por la entrega y trabajo que cada uno de los elementos de los cuerpos de seguridad y justicia realizan por Yucatán, y amigas y amigo, yucatecas, yucatecos todos, hay que decirlo claramente y escuchémonos nosotros mismos al decirlo: sería mucho más costoso para Yucatán, mucho más costoso para Yucatán dilatar una acción tan necesaria como ésta.

 Esta decisión nos está llevando a un complejo ejercicio de análisis, ajustes y toma de decisiones presupuestales, en el que esperamos todo el respaldo de la sociedad. Pero, a fin de cuentas, a fin de cuentas, es mi responsabilidad como Gobernador definir que lo primero es lo primero y lo primero es la seguridad de todas las yucatecas y de todos los yucatecos.

 Reiteramos: la primera columna de la seguridad es la coordinación entre todos los niveles de Gobierno y es una política nacional, y aquí lo reconocemos, por el Consejo Nacional de Seguridad Pública, señor comisionado, es una política nacional el mejoramiento salarial, la capacitación y la preparación de los elementos de seguridad en las entidades federativas.

 Para que todos los estados de México avancen a un buen ritmo, de forma coordinada, en esta misión tan importante como lo es la seguridad nacional. En ese sentido, señor comisionado, le pido informe al Presidente Enrique Peña Nieto que Yucatán sigue fortaleciendo sus cuerpos de seguridad y de procuración de justicia, y que así lo seguiremos haciendo, porque es lo correcto, y porque es la mejor decisión para la seguridad y el desarrollo de Yucatán y de México.

 Quisiera concluir esta intervención con una reflexión, más que como Gobernador, como un ciudadano yucateco agradecido con los servidores públicos dedicados a la seguridad y la procuración de justicia. Hemos descrito las razones estadísticas, económicas, geográficas que motivaron esta mejora salarial.

 Pero hay una razón principal: esta mejora salarial se da porque es lo justo, porque nuestros policías se lo merecen, por qué siempre el capital humano es el activo más valioso de cualquier organización, más que cualquier equipo, más que cualquier vehículo, más que cualquier edificio, más aún que la tecnología.

 Porque nuestra Policía, nuestra Policía es una Policía buena, es una Policía sana, es una Policía con fuerte arraigo social y porque, amigas y amigos, a nuestros policías debemos verlos como representantes de la autoridad y garantes del orden público, debemos verlos siempre con respeto y con confianza, pero también debemos visualizarlos como ciudadanos y seres humanos con una familia como todos, con necesidades, como todos.

 Como seres humanos que exponen todos los días su seguridad e integridad personal para defender la nuestra. De la misma manera, los peritos, fiscales y médicos son profesionales que le han dedicado su vida a la justicia y la paz social. Ellos garantizan que quien se sienta agraviado por una conducta que viole la ley, reciban una atención eficiente que haga justicia, por eso, ellos también merecen mejores condiciones laborales.

 Por todo eso amigas y amigos, hoy convoco a todas las yucatecas y a todos los yucatecos a que en el marco de ese importante evento renovemos ese pacto de respeto y confianza entre la sociedad yucateca con sus cuerpos policiacos y de procuración de justicia. Porque ese pacto, de respeto y confianza, que nos hace tener cuerpos policiacos fuertes, que garantizan la seguridad de una sociedad que vive en paz.

 No permitamos, no permitamos que nada ni nadie socave ese gran pacto de respeto y de confianza entre la sociedad y sus cuerpos policiacos y de justicia, porque en ese pacto radica la esencia de nuestro estatus de estado seguro.

 Sintámonos orgullosos de la labor que realizan nuestros cuerpos policiacos y de procuración de justicia y hagamos cada quien la parte que nos corresponde para arroparlos, apoyarlos e impulsarlos para que sigan realizando bien su trabajo y junto a ellos Yucatán siempre mantenga la guardia en alto, porque la seguridad, la seguridad es lo primero.

 Muchas gracias.