Discurso durante la visita a la Biblioteca Pública «Clemente López Trujillo» y al Centro Cultural «Ricardo López Méndez»
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Mérida, Yucatán, 20 de abril de 2017
Muy buenos días a todas y todos ustedes. Me da muchísimo gusto estar aquí reunido y acompañado de los funcionarios con los que hace un momento visitamos un espacio, la biblioteca, recién rescatado y precisamente dispuesto para esos fines, para ser utilizado como una biblioteca, como un espacio donde, nosotros expresamos, se alberga el mayor o el más grande de los inventos del ser humano que es precisamente el libro.
El libro que es un amigo, el libro que te acompaña a conocer, a viajar; que te acompaña a ilustrarte, bueno, y precisamente con ese gran compromiso que tenemos de fomentar, de propiciar, de fomentar la lectura propiciando espacios pero también acervos, estamos fortaleciendo la Red Estatal de Bibliotecas y el día de hoy estamos haciendo entrega de este acervo bibliográfico para las bibliotecas que han sido expresadas.
De la misma manera recorrimos este magnífico espacio que, le he dado indicaciones al secretario Roger Metri, al secretario Víctor Caballero, a don Limber Sosa, que por aquí estaba, aquí está director Limber, que de una manera conjunta con diferentes instancias fortalezcamos tanto la infraestructura como las actividades que aquí se realizan para darle el impulso a todas las actividades culturales, recreativas, de convivencia social, porque a fin de cuentas es una forma esencial para fortalecer el tejido social, para fortalecer el tejido social de nuestra comunidad en esta zona tan importante de nuestra ciudad de Mérida como es Cordemex.
De igual manera, en este marco hacemos esta visita, en el marco propiamente del Día Mundial del Libro, que es el domingo precisamente y como una forma de invitar a todos los ciudadanos a que leamos, a que estemos siempre muy conscientes que el hábito de la lectura para todas las edades, para todas las personas es el mejor de los hábitos que se puede tener en toda la vida y que debemos impulsar todos; que particularmente los niños, desde pequeña edad, vayan adquiriendo ese hábito.
Hace un momento, cuando estuvimos en la biblioteca, tuve el gusto de leerles a un grupo de niños que estaban en un taller un fragmento de un libro de una entrañable amiga y una gran persona, gran ser humano, gran escritora, Beatriz Rodríguez, y bueno, pues compartir la belleza de la palabra escrita es verdaderamente algo que fortalece, enaltece el espíritu y que todos debemos de propiciar todos los días.
Así que, muchísimas gracias y muy buenos días a todos.