Mérida, Yucatán, 5 de septiembre del 2018
Muchas gracias, muy buenos días tengan todas y todos ustedes. Yo le agradezco mucho al doctor José de Jesús Williams, rector de la máxima casa de estudios, de nuestra Universidad, su hospitalidad, pero sobre todo la posibilidad de construir juntos, en el caso particular este gran proyecto que ya se ha explicado en las diferentes intervenciones, pero a 25 días de concluir nuestro Gobierno es ocasión propicia para que mi Gobierno reconozca el enorme papel que desempeña la Universidad en el desarrollo integral de Yucatán, su compromiso con la Universidad, su gran verticalidad como institución pero fundamentalmente el ser un gran referente a nivel nacional en educación superior.
Muchas gracias señor rector y trasmítale a toda la gran comunidad universitaria y a la UADY el respeto, el agradecimiento y el reconocimiento de mi Gobierno.
Saludo de igual manera al doctor Zhiyong Xi, nos sentimos muy contentos de contar con su presencia, el doctor Xi es verdaderamente un gran referente científico en la investigación de la materia que hoy nos ocupa.
De igual manera quiero agradecer y saludar la presencia del doctor Jesús Felipe González Roldán, director General del Centro Nacional de Prevención de Enfermedades, juntos de igual manera en estos años hemos hecho diferentes acciones, todas dirigidas al beneficio de la población.
Y permítanme saludar a todos los funcionarios, investigadores, a todos quienes de la misma manera han contribuido a que lleguemos a este momento que como bien se ha expresado, fue un momento que se fue construyendo desde hace cinco años y que hoy llega a un momento fundamental.
Compartir con ustedes que como bien se ha expresado, lo decía el doctor Godoy, hace pues ahora sí que casi seis años, cuando tomé protesta como Gobernador del estado, sabía y estamos hablando de finales del 2012, que disminuir los casos del dengue era una necesidad apremiante en Yucatán, era un gran tema que ocupaba y que preocupaba a la sociedad.
En 2012, se registraban en Yucatán tres mil 100 casos confirmados de fiebre por dengue y dos mil 500 casos de fiebre hemorrágica por dengue. Durante 2011, se habían registrado dos mil 50 casos de fiebre por dengue, lo que significaba un incremento de 22 por ciento, únicamente en un año, de 2012 a 2011, y esto nos llevaba a un total de cinco mil 500 casos de dengue confirmados, solamente durante 2012.
Por ello, desde el 1 de octubre de 2012, planteamos una nueva estrategia de prevención a las enfermedades transmitidas por vector, una estrategia que cobraría aún mayor relevancia, con la aparición de casos confirmados, en años subsecuentes, de enfermedades como el zika o el chikungunya, en distintas regiones de nuestro país y aquí, en nuestro estado.
Los resultados son muy positivos y nos permiten hablar de una reducción histórica en las cifras de enfermedades transmitidas por vector en Yucatán, porque entre 2012 y 2017, los casos de dengue se han reducido un 97.9 por ciento, como ha sucedido de igual manera a nivel nacional, como bien expresaba el doctor González Roldán hace un momento, por esa gran estrategia nacional que se ha desplegado.
En total, durante las 52 semanas de 2017, la Secretaría de Salud, a través de su Boletín Semanal de Vigilancia Epidemiológica, registró un total de 121 casos confirmados de dengue en cualquiera de sus modalidades; de igual forma, 15 casos por Zika y ningún caso de chikungunya.
Todas estas cifras muestran una mejora histórica en la lucha contra las enfermedades transmitidas por vector, pero también demuestran un trabajo en conjunto y un objetivo en común, que haciéndose de manera coordinada, dan resultados.
Y ahora, más que nunca, es momento de no bajar los brazos en la lucha a estas enfermedades, que por nuestro clima y nuestra ubicación geográfica, siempre ponen en riesgo a nuestras familias. Ahora, más que nunca, debemos continuar con esa estrategia de prevención y combate a la transmisión de estas enfermedades; continuarla, primordialmente, desde la investigación y la aplicación de nuevos mecanismos para mermar la población del mosco Aedes aegypti.
El día de hoy, nos encontramos en un espacio primordial y esencial para alcanzar esta gran meta, un espacio enfocado al combate a este insecto, a través de métodos de avanzada y de reconocimiento internacional, y con la participación de instituciones de alcance mundial, porque este Laboratorio de Control Biológico cuenta con la participación de tres importantísimas universidades: la Universidad Sun Yat-Sen, la Universidad del Estado de Michigan y la Universidad Autónoma de Yucatán.
Esta colaboración tan cercana, entre estas tres instituciones educativas tan importantes, nos demuestra que los lazos de hermandad que hemos creado pueden traer grandes beneficios para nuestra sociedad, y nos demuestra que una política de innovación, junto con una estrategia de coordinación internacional, traen resultados que pueden madurar y resultar en un trabajo coordinado en beneficio de la sociedad, un trabajo coordinado que se refleja de forma tangible en donde más importa: en la salud de las familias de Yucatán.
Porque las campañas de descacharrización, limpieza de predios y las acciones de fumigación siempre serán importantes, y siempre será necesario continuar realizándolas y convocar a la participación ciudadana para hacerlas, pero es necesario consolidar avances que hemos conseguido a través de la investigación y a través de nuevos métodos que han demostrado su eficacia en otras latitudes; es necesario consolidar los avances, a través de nuevos procesos tecnológicos y el desarrollo de nuevas metodologías, que nos permitan erradicar estas enfermedades a lo largo de todo Yucatán.
Agradezco a las Universidades Autónoma de Yucatán, a la Universidad Sun Yat-Sen y a la Universidad de Michigan, así como al Conacyt y al Usaid, por este laboratorio que brindará, ante todo, mayor bienestar a todos los yucatecos; por supuesto, al Centro Nacional de Prevención de Enfermedades, que siempre nos ha brindado su gran apoyo.
Este laboratorio es un fiel reflejo de lo que, desde seis años atrás, hemos empezado a construir para Yucatán: un rumbo, una dirección, un camino; un rumbo donde la innovación, la ciencia y la tecnología contribuyeran a que cada familia de Yucatán pudiera vivir bien.
Y hoy, por acciones como este Laboratorio de Control Biológico, Yucatán puede tener un optimismo sensato, con un rumbo y un camino claros para la atención de una enfermedad o de uno de los males que nos ha afectado históricamente; un rumbo de salud, un rumbo de bienestar y desarrollo para todos los yucatecos.
De nueva cuenta, mi reconocimiento para todas y cada una de las instituciones, particularmente a nuestra máxima casa de estudios, que con mucha dedicación, mucha paciencia, ha estado impulsando este proyecto junto con el Gobierno del Estado, junto con la Universidad de Michigan; por supuesto, doctor Xi, agradecerle muchísimo esa confianza que le ha tenido al estado de Yucatán.
Han sido varios años donde se ha venido trabajando de manera conjunta y, como bien se ha expresado acá, el día de hoy tiene un significado muy especial, de una realización y de un paso muy importante, con un antecedente de varios años de trabajo y con una prospectiva de muchos años de resultados positivos para el bienestar de los yucatecos. Muchísimas gracias. Muchas gracias.