Discurso del Gobernador Rolando Zapata Bello, en la entrega de reconocimientos a becarios Poder Joven
Discurso pronunciado por el Gobernador del Estado, Rolando Zapata Bello, durante la entrega de reconocimientos a becarios Poder Joven
Discurso pronunciado por el Gobernador del Estado, Rolando Zapata Bello, durante la entrega de reconocimientos a becarios Poder Joven
Mérida, Yucatán, 31 de julio de 2018
Qué gusto me da estar con ustedes. Tanta energía, tanto entusiasmo, de verdad, se transmite y eso es algo que compartimos aquí, con Máximo Quintana Haddad, director General del Instituto Mexicano de la Juventud, Max, bienvenido a tu casa, te agradecemos mucho.
Te pido le transmitas a un gran amigo de Yucatán, don Enrique Peña Nieto, todo ese gran apoyo que nos ha brindado como estado y, particularmente, a la juventud, por las oportunidades que hoy se vislumbran en el futuro, que ya es una realidad para Yucatán.
Saludar a Juan Carlos Barrera Tello, secretario de la Juventud, Juan Carlos, muchas felicidades por ese trabajo; al licenciado Ángel Alcalá López, gerente de Producción y Programación de Cadena Rasa, Ángel, con gran afecto; al diputado Omar Corzo, un joven diputado, muchas gracias; al licenciado Antonio Giannini Servín, director de Bienestar y Estímulos a la Juventud del Instituto Mexicano de la Juventud, de igual manera, bienvenido.
Jennifer, un besote, mi amor, ella sabe que la quiero mucho, ¿verdad? Desde hace mucho tiempo; Miguel Enríquez, muchas gracias, Miguelito, delegado… Perdón, yo le digo Miguelito, delegado de la Sedesol, con gran afecto, es que hay mucho aprecio.
De veras, me siento muy contento de estar aquí, con ustedes. Yo estaba sentado hace un momento y me preguntaba algo, y no me voy a quedar con las ganas: ¿quiénes de aquí nacieron después de 1990? La mayoría, la gran mayoría; les cambio su edad por mi gubernatura. Van a decir “¿qué chiste, si ya quedan sólo dos meses?”, ¿verdad?
No, pero de verdad, de verdad, para una persona de mi edad, realmente, ver a una persona de la edad de ustedes genera envidia de la buena, por lo que representa la juventud, por el recordar los rasgos de la juventud. No me han preguntado mi edad, pero se las voy a decir: yo, este año, este año de 2018, llego a la dorada edad de los 50 años; soy de la generación de 1968.
Ayer, precisamente, veía el noticiero por la noche y se hacía remembranza de un acontecimiento del 30 de julio de 1968 en la UNAM; 1968, un año que generó un fenómeno disruptivo para la juventud mexicana, una generación que significó transformaciones importantes en los últimos 50 años en nuestro país.
Hago esta reflexión porque yo estoy seguro que cada generación está llamada a hacer algo, cada generación está llamada a significarse de alguna manera y, por eso, al estar aquí, frente a ustedes, y que lo que nos convoque sea precisamente este gran programa, Poder Joven, que significa una gran capacidad de comunicación entre los jóvenes con los jóvenes mismos, me motiva mucho a reflexionar con ustedes sobre cuál es ese papel, esa trascendencia que ustedes le dan a su generación.
La primera reflexión iría en el sentido de felicitarles, porque lo más importante, desde mi punto de vista, para un joven, es participar, es no hacerse a un lado, es no ser un sujeto pasivo sino activo en las transformaciones y en las dinámicas que se van dando en nuestra sociedad.
Y ustedes, sin duda, al participar, están haciendo uso de ese poder que su juventud les da, porque bien lo dijo Ángel hace un momento, él hacía la expresión de varias connotaciones que adopta la expresión “poder”, pero yo creo que la más importante es la connotación del hacer, del transformar.
Don Jesús Reyes Heroles, al hablarle a la juventud, le dijo “se es joven cuando la pasión te mueve por hacer y no por poseer”, por hacer cosas antes que por tener cosas. Cuando eso es lo que mueve tu espíritu, entonces eres un joven; puedes tener 100 años, pero vas a seguir siendo joven cuando quieres hacer cosas, cuando quieres transformar cosas.
Eso es lo que están haciendo ustedes y la mejor manera es incidiendo, precisamente, en la misma juventud, incidiendo en la generación a la que ustedes representan, porque yo sé perfectamente que el fenómeno de la comunicación ha evolucionado rápidamente, con tecnologías digitales, con nuevas tecnologías, con nuevas vías, con nuevos medios.
En fin, la forma de comunicarse ahora es muy dinámica, pero en esencia, mantiene los mismos elementos: alguien que comunica, un mensaje, un medio para transmitir ese mensaje y alguien que escucha ese mensaje, con la gran ventaja ahora de que puede ser interactiva, es decir, puede ser en doble vía, expresar y recibir una respuesta, con las redes sociales, por ejemplo.
Y por eso, les expreso que ese gran poder que ustedes tienen, utilícenlo para transformar, utilícenlo para incidir en los jóvenes como ustedes, que les escuchan, que ustedes se vuelven referentes en ellos, porque al escuchar sus programas, al participar en las dinámicas de comunicación con ustedes, es porque ustedes les significan un liderazgo de opinión.
Utilicen ese liderazgo de opinión como una forma de poder, como una forma de transformar la realidad, para llevar la realidad que hoy vivimos a ser una realidad hacia donde aspiramos y donde queremos que estén las cosas.
Hoy, tenemos una realidad y es muy importante que ustedes signifiquen cuál es el ideal de la realidad, al que ustedes aspiran como personas y que juntos aspiramos como sociedad, y nunca, nunca nos quedemos satisfechos con la realidad que hoy tenemos, pero tampoco nunca nos quedemos soñando con el ideal de la realidad, cuando éste no es posible.
Hagamos la mejor de las realidades posibles y esa realidad posible es la que podemos construir con nuestras propias manos, es la que podemos nosotros mismos impulsar, transformar y conseguir. Si ustedes me preguntan “Rolando, ¿cuál es el signo que está marcando hoy las condiciones para desarrollarse, para avanzar, para crecer?”.
Para que cada persona o cada joven de esta generación, que independientemente de a qué realidad se dedique –profesional, deportiva, cultural, comercial, económica, cualquier actividad que se dedique–, si me preguntan cuál es el signo, cuál es el elemento que le permitirá ser exitoso, pues por supuesto que podríamos hablar de muchos: el talento, la capacidad, la disciplina, el entusiasmo, etcétera, pero yo significaría uno y quiero que se lo lleven muy pendientes: la innovación.
En el siglo en el que nos encontramos, en la época en la que les ha tocado vivir y, fundamentalmente, en la que les va a tocar ser los conductores del desarrollo de nuestra sociedad y nuestro mundo, lo que marca la diferencia entre unos y otros es la capacidad creativa, la capacidad para innovar. Eso es lo que da las condiciones para prevalecer y para tener éxito.
Innoven, sean innovadores en todo lo que hagan, incidan en la gente, motívenla a alcanzar esa mejor realidad posible. Teniendo esos elementos, yo finalizaría diciéndoles cuál considero que es el elemento más importante para alcanzar el éxito en la vida, independientemente de la actividad a la que se dediquen, la pasión.
Se puede tener capacidad, se puede tener preparación, se puede tener talento, pero si no sientes pasión por lo que haces, no estarás destinado a tener éxito y, para tener esa pasión, es esencial un elemento que Máximo mencionaba muy bien y que yo les expreso en estos términos: siempre mantengamos en alto el estado de ánimo.
Y se los digo a ustedes porque son referentes en comunicación, e inciden en cientos y miles de jóvenes que les escuchan, y hoy no sólo en Yucatán o México, sino en el mundo entero; ustedes saben bien que la juventud se ve aquejada por acechanzas, en el mayor de los casos, no positivas.
Por eso es tan importante que existan referentes como ustedes, que alejen a la juventud de esas acechanzas negativas y que la orienten a un buen estado de ánimo, a un optimismo sensato con los pies en la tierra, que le haga sentir lo valiosa que es, porque cada ser humano es muy valioso, todos los seres humanos tienen valor.
Y en la medida que ustedes logren tocar ese espíritu joven, motivarlo, levantarle el ánimo, decirle “sí es posible el proyecto que tienes, la idea que tienes, la visión que tienes, echándole ganas, levantándote las veces que te caigas y continuando adelante”, como bien expresaba la novela de Hemingway, estarán formando espíritus poderosos, que garantizarán la transformación de nuestro Yucatán, de nuestro México y del mundo entero.
Sean sembradores de buen ánimo en la juventud y todos seremos cosechadores de un mejor futuro, gracias al poder que hoy ustedes ejercen en pos de México. Enhorabuena y sigan echándole muchas ganas.