Discurso del Gobernador en la entrega de la Medalla al Mérito Jurídico “Rafael Matos Escobedo” 2018
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Mérida, Yucatán, 12 de julio de 2018
Muchas gracias, muy buenos días tengan todas y todos ustedes, amigas y amigos. Saludo con mucho respeto a los representantes de los poderes públicos de nuestro estado: muchas gracias, diputada Celia Rivas Rodríguez y doctor en Derecho Marcos Celis Quintal, muchas gracias a los representantes de los respectivos poderes públicos.
Saludo con respeto a las legisladoras y los legisladores federales aquí presentes, muchas gracias; de la misma manera, a todos quienes integran la mesa del presídium que encabeza este evento; agradecer y destacar a la comisión dictaminadora de esta importante Medalla, su participación y aporte a este importante acontecimiento. Igualmente, a quienes han sido recipiendarios de esta Medalla en ediciones anteriores, les saludamos con mucho afecto y reconocimiento.
Y de manera muy particular quiero saludar con respeto y reconocimiento institucional, pero con emoción y aprecio personal, a la magistrada Adda Cámara Vallejos, recipiendaria de la Medalla al Mérito Jurídico “Rafael Matos Escobedo”, en su edición 2018. Muchas felicidades, Adda, por este justo reconocimiento.
Y lo digo así, saludándoles a todos ustedes, a toda esta gran comunidad jurídica que se hace presente, lo digo así, saludo con respeto y aprecio a la magistrada Adda porque es precisamente lo que se respira en el ambiente en este espacio, en esta atmósfera de reconocimiento, de respeto por los logros alcanzados por una gran profesional del derecho.
Pero también se respira amistad, cordialidad, armonía, que es lo que la magistrada Cámara ha sembrado durante toda su vida y que hoy cosecha con el reconocimiento de la sociedad de Yucatán y la jurídica, pero que de manera particular, de todas las personas que hemos tenido el alto privilegio de convivir contigo, Adda, conocerte como una gran profesional en derecho y también como un gran ser humano. Muchas gracias, Adda, por ser como eres.
Y es que a lo largo de nuestras vidas, en un día como hoy, el Día del Abogado, que por supuesto me motiva a extenderles una cordial felicitación a todos quienes hemos elegido esta profesión y esta convicción como una forma de vida, como una forma de ser, abrazando el derecho como el elemento esencial para garantizar una convivencia sana en toda sociedad
A lo largo de nuestras vidas hay convicciones que nos acompañan y nos fortalecen en nuestro actuar, ya sea privado o ya sea público. Convicciones con las que ejercemos la función que nos corresponde cumplir y que nos guían en las tareas cotidianas que afrontamos.
Así, como colega de ustedes, como profesional del derecho y como gobernante, hoy tengo la oportunidad de refrendar una vez más mi convicción acerca del Estado de Derecho y de la cultura del derecho para garantizar que toda sociedad tenga una sana convivencia y, fundamentalmente, que viva en armonía, en paz.
Porque son precisamente esas condiciones las que garantizan que esa sociedad encuentre las circunstancias propicias para alcanzar su desarrollo pleno, que crezca en su economía, que haya una justa distribución de la riqueza, que se combata y abata frontalmente la pobreza.
Pero fundamentalmente, garantice que todas y todos sus integrantes encuentren condiciones igualitarias en cuanto a oportunidades para desarrollarse plenamente en todo su potencial como seres humanos y contribuyan con su esfuerzo diario al progreso de la colectividad.
Es decir, el respeto al Estado de Derecho es la piedra angular de una sociedad sana, una que construye a partir de los esfuerzos personales los logros colectivos
Y esa visión, que en la vida cotidiana se refleja en Yucatán, está basada, sin lugar a dudas, en la aplicación del derecho y en el respeto a las instituciones. Y qué mejor momento que celebrar la solidez de la cultura del derecho en Yucatán y en México que el Día del Abogado.
El día en el que celebramos a quienes elegimos dedicar la vida profesional al estudio, al perfeccionamiento del ejercicio de las reglas que rigen la convivencia de la sociedad. De esas reglas que sancionan a quienes rompen los hilos que tejen la convivencia pacífica, respetuosa, incluyente y justa de los habitantes de nuestra tierra.
La aspiración que todos compartimos de un México en donde impere la justicia social y económica, es una aspiración que exige a los abogados la conducción ética y el conocimiento profundo para un conocimiento profundo, para un ejercicio sensible del derecho.
Es por eso también que hoy, fundamentalmente en un día como éste, en el marco del Día del Abogado, de manera justa hacemos entrega de la Medalla al Mérito Jurídico a la doctora en Derecho Adda Lucelly Cámara Vallejos.
Hemos escuchado a través de la semblanza presentada, y lo digo también que hemos visto con gran emoción el vídeo que deja testimonios que ilustran con mucha precisión pero también por rasgos personales muy importantes, la larga pero, fundamentalmente, la trascendente carrera profesional de la distinguida colega.
Y lo digo así, con orgullo porque Yucatán y todo México agradecen y reconocen sus aportaciones en la docencia, en la investigación y, fundamentalmente, en el ejercicio pleno del derecho. Nuestras sociedades cambian, son dinámicas y el derecho siempre ha de avanzar junto a ellas.
Y para eso, para ese avance social, es no sólo necesaria sino indispensable la labor de profesionales en derecho, como la labor que ha desempeñado la doctora Adda Cámara Vallejos.
Además de su desempeño en el servicio público y, como bien se ha expresado, en la academia, ha sido una estudiosa en campos tan importantes y novedosos como el juzgar con perspectiva de género, la conciliación, la justicia agraria y la mediación.
Y subrayo este concepto, la mediación, porque sin duda la recipiendaria es una de las precursoras en esta tarea en nuestro estado pero, fundamentalmente, más que mediación, o más que mediadora, ella es, como bien se ha expresado, una gran impulsora de la cultura de la paz y eso en toda sociedad es de valorarse.
Tan diversos temas no hacen sino recordarnos la importancia y presencia del derecho en todos, absolutamente todos los ámbitos de nuestra vida. Muchas gracias, doctora Adda Cámara -Adda, como te decimos con cariño, con afecto y con mucho respeto y reconocimiento- por tu trabajo, por tus aportaciones para hacer de nuestra profesión un campo de confianza plena para la población y de convivencia justa y equitativa para todas y todos los yucatecos y mexicanos.
Gracias por mostrarnos que la administración de la justicia ha de contribuir siempre de manera sustantiva a construir un México más justo. Y a todos los colegas, a todos los integrantes de la gran comunidad jurídica de nuestro estado, siempre mis mejores deseos en el desempeño cotidiano de su profesión y muchas felicidades en este día.
Sigamos poniendo lo mejor de nosotros mismos para enaltecer la profesión y, fundamentalmente, para servir a nuestra sociedad. Muchas gracias, enhorabuena, Adda, por este gran logro tan merecido.