Discurso del Gobernador al entregar apoyos del Gobierno del Estado al municipio de Kopomá

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Kopomá, Yucatán, 11 de agosto de 2018

Muchas gracias, muchas gracias amigas y amigos de Kopomá, qué gusto me da estar aquí con todos ustedes. Quiero saludar con mucho afecto al señor presidente municipal, Nicasio, muchas gracias, presidente por su presencia. A su distinguida esposa, muchas gracias siempre por darnos la cálida bienvenida; Evelio, nuestro diputado, muchas gracias, gracias Evelio, te saludo con mucho afecto, con mucha fraternidad y con mucho cariño, que tu bien sabes que te tengo.

A nuestras diputadas y diputados que se encuentran aquí presentes, de verdad les digo que aprecio muchísimo su presencia, así como a todos los amigos. Aquí veo a mucha gente de Kopomá pero también a muchos amigos que no son propiamente de Kopomá pero que están aquí acompañándonos en un día muy especial.

Y permítanme decir en primer lugar, a una persona muy especial, a mi esposa Sarita, que me quiere mucho pero yo la quiero más. Y a mi hija Monse, a mi hijo Rolo, ya todos los que están aquí presentes.

Comisario, le saludo con mucho afecto y a los presidente municipales que veo aquí presentes, amigos muchas gracias. Veo también autoridades electas, me da muchísimo gusto, presidente municipal electo, aquí está, un aplauso, muchas gracias, le saludo mucho, muchas gracias.

 A todos les saludo de verdad con mucho afecto. A mi hija Monse, a Rolo ya le dije. Y de verdad, hoy les quiero decir que me siento particularmente contento, me siento muy contento, principalmente por dos motivos.

En primer lugar, porque estoy en Kopomá y porque yo sé, y así lo siento, que aquí la gente me quiere mucho. Como les digo a mi esposa, yo les quiero más. De verdad.

Y bueno, en segundo lugar porque es mi cumpleaños, 11 de agosto,  yo nací el 11 de agosto de 1968. No lo van ustedes a creer, pero ayer a las 12 de la noche, estaba yo haciendo -¿qué estaba yo haciendo, Sarita?, ¡qué pasó! No es relajo, eso fue después, no- a las 12 estaba yo trabajando.

Hice una reunión en la tarde con el equipo de administración y finanzas. Empezamos como a las cinco de la tarde la reunión, acabamos como a las dos de la mañana, estábamos chambeando. Cuando dieron las 12 me sacaron un pastel y me dijeron “ya es tu cumpleaños”.

Y me pregunta uno de los colaboradores, el tesorero me dice “¿y a qué hora nació usted, Gobernador”, me pongo a recordar y digo “nací un domingo a las tres de la tarde” y como hace 50 años era una clínica pequeña donde nací, era una clínica modesta, en ese momento no había enfermera ni nada, estaba sola mi mamá y cuando llegó el momento ¡pum!, salí yo. Me dice mi mamá, como “hombre bala”.

Por eso mi mamá me quiere mucho y yo la quiero más porque me dice “Rolandito -hasta ahorita así me dice mi mamá- cuando naciste sólo estábamos tú, yo y Dios”. Y eso me lo acordé anoche, y se los comparto, así nací, 11 de agosto de 1968. Soy de la generación dorada de 1968.

Y les digo que yo sé que la gente aquí me quiere mucho y yo los quiero más. Y ahorita que estaba yo viniendo en la carretera me acordé de un episodio, de una anécdota. Yo hace -¿cuántos, mami?-22 años, no, 20, en el 98. En 1998, hace 20 años, vine y les pedí su apoyo para que yo sea diputado local. ¿Se acuerdan? A ver, que levanten su mano los que se acuerdan.

Hay muchos que estaban muy chicos en esa época. ¿Quién caminó conmigo hace 20 años para pedir el voto? Miren, ahí está, hace 20 años, en 1998. Y luego, en el 2004, seis años después –se acuerda muy bien Leo- volví a pedir la oportunidad a mi partido de ser candidato.

Y entonces yo estaba buscando ser candidato, no era candidato todavía, estaba visitando y hablando con la gente, y yo me acuerdo un día en que vine y una señora que está aquí me dijo, estaba caminado un noche y me dijo “oiga, venga acá –eso del 2004, no habían salido las candidaturas- me dice venga acá, sabe qué pasó, me fueron a ver a mi casa. Me fue a ver un muchacho”.

Me dice “me estaba haciendo unas preguntas y me dice ¿conoce usted a Rolando Zapata Bello?, claro que lo conozco, fue mi diputado. Y me dijo varios nombres, quién le gustaría que fuera su próximo diputado”.

Estoy hablando del 2004 y me dice ella “y yo dije Rolando, por supuesto. Y ¿por qué?, me preguntó”, ahora yo entiendo que le estaban haciendo una encuesta, “y yo le contesté –me dijo ella- yo le contesté que porque es una persona que cuando vino nos cumplió como diputado y nos hablaba con la verdad. Cuando le pedíamos algo, si se podía nos ayudaba, y si no se podía también nos lo decía, pero siempre venía”.

Y me dijo algo que me encantó, “siempre venía y estaba contento, siempre se estaba riendo y siempre nos trataba bien. Por eso, yo a quien quiero es a Rolando”.   Y yo sé que esa expresión que me dijo esa señora en el 2004, que me permitió que mi partido me diera nuevamente la oportunidad de ser candidato, nuevamente ganar la elección y después, pasados los años, llegar a Gobernador, es una expresión muy sentida aquí en Kopomá. Y por eso les digo y les reitero: les quiero y les quiero mucho, muchas gracias Kopomá, muchas gracias por su lealtad.

Y fíjense que también les quiero decir, hoy es mi cumpleaños, les repito, cumplo 50 años, y estaba temprano, recibí una llamada, bueno, varias, pero una importante para mí: me habló mi abuelita, mi abuelita Panchita.

Tiene 96 años, 96 años tiene mi abuelita, pero está muy, muy fuerte, muy lúcida y muy bonita. Me dice “hola, felicidades”, con trabajo habla ella porque hace unos años tuvo un problema de derrame cerebral pero ahora habla pausado, pero muy bien. Y me dice “felicidades en tu cumpleaños, cuántos años cumples”, 50, le dije. “Ya 50 años, y cómo estás”, me dice mi abuelita, “pues muy bien mami, ya al rato voy a Kopomá, tengo un evento, voy a entregar obras, voy a estar con mis amigos”.

Y me dice mi abuelita, 96 años, ¿saben qué me dijo mi abuelita? “No es cierto, yo te conozco, te conozco desde que naciste y yo creo que tú no estás contento, yo creo que tú estás triste porque ya vas a dejar de ser Gobernador”.

96 años, eso me dijo mi abuelita, ¿verdad, Sarita? “Pero sabes qué –me dice- no debes de estar triste en que vas a dejar de ser Gobernador. Y sabes por qué, porque este tiempo que has sido Gobernador le has cumplido a la gente y por eso, en vez de estar triste, debes estar muy contento y muy satisfecho”.

Por eso yo digo, se los comento a ustedes, me lo dijo hoy mi abuelita, como a las seis de la mañana, una mujer de 96 años. Por eso quiero saludar a todos y todas nuestras adultas mayores, adultos mayores, porque las personas con mayor edad son personas con mucha sabiduría y les tenemos que respetar, y les tenemos que querer, y les tenemos que cuidar entre todos.

Un aplauso para nuestros adultos mayores, nuestros papás, nuestras mamás, nuestras abuelitas que tienen mucha sabiduría. Y eso me motivó a pensar y dije bueno, es cierto. Yo cuando vine acá y les pedí la oportunidad de ser su Gobernador, hice varios compromisos con ustedes.

Un compromiso, no sé si se acuerdan, estábamos aquí parados ¿verdad? Las dos veces, Tony, igual,  ¿lo recuerdas? Tú también fuiste diputado. Las dos veces que yo vine cuando era diputado. Aquí hacíamos los mítines, ¿se acuerdan? Pero era nomás un parque, era nomás la cancha, ¿verdad? Estaba hasta así chan oscuro, veníamos en la noche.

Y yo me acuerdo que cuando vine a los Diálogos por Yucatán me dijeron ustedes “Rolando, si quieres que te apoyemos para que seas Gobernador, queremos que como en otros municipios tengamos una cancha que sea digna y que tenga gradas y que tenga techo. ¿Se acuerdan que me lo dijeron? Cuando yo vine de candidato, aquí bajo de esa canasta, había una tarima, allí me paré y aquí estaba todo el pueblo y yo les dije “si llego a ser Gobernado, aquí vamos a hacer una cancha de usos múltiples techada”, y aquí estamos ¿cierto o no es cierto?

Y también me dijeron “oye Rolando, nosotros vemos que muchos municipios hay Casa de la Cultura y aquí hay mucha gente que le gusta. Queremos que los niños hagan cultura, folclore, etcétera. Queremos nuestra Casa de la Cultura”.

¿Saben de dónde estoy viniendo ahorita?, ¿de dónde, a ver? Acabamos de inaugurar la Casa de la Cultura del hermoso municipio de Kopomá, compromiso cumplido.  Y acá quiero dar un testimonio de gratitud y de reconocimiento –me habló, no pudo venir por una situación personal- pero quiero decirles que para que se construya una Casa de la Cultura, un amigo de Kopomá, que era diputado federal, Felipe Cervera, no ayudó, gestionó el recurso, trabajamos en equipo y nos ayudó a construir esta Casa de la Cultura.

Un aplauso para Felipe Cervera, tú lo sabes presidente, él gestionó el recurso. Y así en equipo fuimos cumpliendo, pero no sólo eso, también hice compromisos y son las cosas que me dan gusto. Yo hice compromiso y les dije “si me ayudan a ser Gobernador vamos a hacer un programa de vivienda y vamos a apoyar a muchas familias que lo necesitan”.

Y en estos seis años ustedes saben que ha habido varias personas que han sido beneficiadas y faltan más, faltan más familias que necesitan su cuarto, faltan más familias que necesitan su baño pero así debe ser la dinámica, a unos les toca y luego a los que siguen, pero deben de continuar siempre estos programas.

Y hoy vemos el municipio con muchas calles pavimentadas como hace muchos años se necesitaba. Las calles estaban en malas condiciones, el presidente municipal y el Ayuntamiento, más de ocho millones en calles, acabamos de inaugurar otros tres millones, muchas calles.

La electrificación que se ha extendido, tanto aquí como en San Bernardo. Todo eso es muy importante y todo eso son avances para el municipio que sean ido haciendo en acciones que no han dejado de realizarse.

Pero también hay algo que nos enorgullece mucho en la educación, pudimos hacer el bachillerato, porque aquí no había, ¿verdad?, ¿cuándo se inauguró, en el 14?, pero está funcionando. De antes, los alumnos cuando terminaban la secundaria tenían que ir o a Umán o a Maxcanú a estudiar. Ahora lo pueden hacer aquí, porque ya hay un telebachillerato.

Son más de 60, 70 alumnos jóvenes que hoy están estudiando. Yo me pregunto, si no hubiéramos hecho el telebachillerato, ¿cuánto de esos 60, 70 alumnos hubieran dejado de estudiar? Yo creo que muchos, porque no hay para el pasaje, ¿verdad?

Hoy están estudiando, abrimos el telebachillerato. A la próxima administración seguramente le tocará construir el edificio y así se va avanzando, así se va creciendo. Pero, ¿saben qué es algo que me emociona y mucho? Hace un rato, antes de entrar acá, en que estábamos viniendo caminando, porque fuimos a ver el parque, ¡ah! Ese es otro tema, estamos construyendo el parque principal, remodelando el parque principal, aquí están los responsables, párate Gilberto para que te vean.

Miren, este señor es el responsable de la construcción del parque, allí con el presidente municipal. Y les voy a decir por qué está un poco atrasado lo del parque porque yo sé que ustedes quieren, más que nada, que quede, pues, como en la mayoría de los municipios, como una plaza principal, ¿verdad?

Y como tiene su barda pues se complica un poco, porque como que quieren que se quite la barda para que quede amplio, sobre todo la que está atravesada así, como que divide. No nos ha dado el permiso una institución que se llama el INAH, Instituto Nacional de Antropología e Historia, que tiene que dar los permisos para que se quite esa barda.

Mientras no dé el permiso, no se va a poder hacer. Pero yo ya les dije que lo que vamos a hacer es que venga el delegado del INAH y tenga una reunión con el pueblo y ustedes les expliquen, le digan por qué lo quieren, y que realmente es una barda que tendrá ¿cuántos años? 12 años, 15 años, realmente no es algo que tenga, como que digas la iglesia que tiene cientos de años, ¿no?

Lo importante, Gilberto -y eso sí te lo pido-, yo dejaré de ser Gobernador el 30 de septiembre a las 12 de la noche, porque hasta el último minuto cuenta, por favor, aquí en coordinación con el presidente municipal, en septiembre entra el nuevo presidente municipal, yo voy a hablar con el del INAH. Por favor, no me puedo ir como Gobernador sin terminar este parque municipal y que quede al gusto de los habitantes. ¿Están de acuerdo compañeras y compañeros? Así lo vamos ha hacer.

Bueno, y así muchas cosas que hemos hecho, el Programa Nutricional, que hoy venimos precisamente a apoyar a todas las familias, las aves de traspatio, cuántas cosas que hemos hecho y siempre me da mucho gusto estar con ustedes y venir.

Pero, con mucha emoción les algo, que siempre que uno va a un lugar y escucha la gente, aprende cosas. Ahorita que venimos no estaba previsto que fuéramos a ver el parque, pero en que venimos por acá le digo a Gilberto y al presidente “vamos al parque para que me expliques por qué no se ha acabado, si yo ya di el dinero, por qué no se ha acabado”. “Pues por el permiso, bueno vamos a verlo que lo tenemos que solucionar”, le dije.

Y en que estábamos regresando veo a la charanga y le digo “vamos, que toque la charanga” y en que estábamos viniendo caminando y pasé aquí debajo de este parque, donde está el laurel y allí  estaban unas vecinas sentadas con sus hijos y saludé a una de las vecinas que estaba sentada allá con sus hijitos y le digo “cuántos hijos tienes”, tres, me dice.

“Y esta nena –le digo- está en sexto año de primaria o va a entrar ahorita”. El 27 de septiembre empiezan las clases, de agosto perdón, no se vayan a confundir. Ya estaban diciendo los niños ¡bravo! No, el de la jarana ya estaba sonriendo.

El 27 de agosto empiezan las clases, fíjense, y esta niña que ahorita entra a sexto, yo saqué cuentas y le dije a su mamá “oiga, entonces desde que entró a primero de primaria le ha tocado su programa Bienestar Escolar”, “sí”, me dice, “y cada año le ha llegado su zapatos, sus mochilas, sus útiles, camisas de uniforme y cuando llega el invierno, ¿qué se les dan? Chamarras”.

“¿Y desde primero, segundo, tercero, cuarto, quinto le ha llegado?”,  y me dijo “sí”, cada año le ha llegado. “¿Y eso ha sido una ayuda para usted’”, le dije, “gran ayuda Gobernador, porque es un gasto menos que tengo con mi hija”, me contestó.

Y me preguntó ella algo, “oiga, Gobernador, y así que ya se va usted, ¿este año se va a entregar?”, pues claro que se va a entregar, porque todavía son Gobernador y mientras sea Gobernador a todos los niños de Yucatán se les van a entregar sus zapatos, sus mochilas, sus útiles, sus camisas y por supuesto, también sus camisas de uniforme y sus zapatos.

Así que cuando empiecen las clases, todavía va andar el presidente, va a estar terminando. Aquí la delegada va a estar pendiente para asegurarse que a todos los niños de la primara, a todos, sus zapatos, sus mochilas, sus útiles, sus uniformes, como ha sido cada año que yo he sido Gobernador.

270 mil niñas y niños de todo Yucatán y ¿saben por qué me da gusto? Porque ese fue un compromiso que hace seis años, parado allí debajo de esa canasta de básquetbol estaba la tarima, yo hice frente a todos ustedes.

Yo les dije, “si me hacen Gobernador, voy a hacer un programa escolar para que a todos los niños de la primaria les demos todos sus paquetes escolares. Y con el apoyo de ustedes, lo hemos cumplido cinco años y este año lo vamos a cumplir por sexta vez, porque en Yucatán, los compromisos se cumplen.

Por eso yo digo, y con eso termino, que siempre hay que escuchar la sabiduría de las personas mayores, porque las personas mayores tienen una gran sabiduría. Mi abuelita me lo dijo hoy a las seis de la mañana, “te conozco desde que naciste y a lo mejor estás un poco triste porque ya va a terminar tu Gobierno, pero Rolando, debes estar muy contento porque le has cumplido a tu pueblo”.

Muchas gracias por acompañarme en este día y les vamos a seguir cumpliendo hasta el 30 de septiembre a las 12 de la noche. ¡Qué viva Kopomá!, ¡qué viva Yucatán! Muchas gracias, les quiero, les quiero mucho. Muchas gracias Kopomá, siempre fiel.