Discurso de la Diputada Fátima Perera Salazar
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C. PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA DE LA LXII LEGISLATURA DEL H. CONGRESO DEL ESTADO DE YUCATÁN, CON SU AUTORIZACIÓN.
CIUDADANOS DIPUTADOS Y CIUDADANAS DIPUTADAS, VISITANTES QUE HONRAN ESTE RECINTO, MEDIOS DE COMUNICACIÓN PRESENTES, A TODOS USTEDES, UN CORDIAL Y RESPETUOSO SALUDO.
LA FRACCIÓN LEGISLATIVA DE MORENA, con el carácter de diputados integrantes de la LXII Legislatura del H. Congreso de Yucatán, en nuestra condición de representantes ante dicho Congreso, de conformidad con lo establecido en los artículos 35 fracción I de la Constitución Política, 16 y 22 fracción VI de la Ley de Gobierno del Poder Legislativo, 68 y 69 del Reglamento de la Ley de Gobierno del Poder Legislativo, todas del Estado de Yucatán, presento y someto a consideración de esta H. Soberanía la presente Iniciativa con proyecto de decreto por el que se expide la LEY DE DERECHOS LINGÜÍSTICOS DEL ESTADO DE YUCATAN, al tenor de la siguiente:
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
A ch’íibal t’aane’ u náajil a piixan Te kuxa’an a yumo’ob yéetel a noolo’ob. Te úuchben naajo’ U naajil a k’a’ajsajo’ob Mix bik’in u sa’atal a t’aan. |
Tú idioma es la casa de tu alma Ahí viven tus padres y tus abuelos En esa casa milenaria Hogar de tus recuerdos Permanece tu palabra |
He iniciado mi intervención, la que me permite presentar la siguiente iniciativa, haciendo referencia de las palabras con las que el poeta de origen maya Jorge Miguel Cocom Pech inicia su poesía “La Casa de tu alma” compartiendo además una reflexión que parte del hecho de que en estos tiempos de cambios rápidos y trascendentales, la destrucción de una lengua no es noticia, sabemos que se consideran patrimonio de la humanidad, sitios específicos que pueden ser: desiertos, edificaciones, bosques, restos materiales de las culturas del pasado o montañas, lagos, obras de arte, complejos o ciudades, que ha sido nominados y ratificados para su inclusión en la lista mantenida por el Programa que administra el Comité del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO pero las lenguas no son consideradas patrimonio por dicho programa. Y es, nuestra legislación nacional que las reconoce como patrimonio cultural, pareciera que al conglomerado mundial no les preocupara la extinción de una de sus creaciones más complejas, las lenguas; factor distintivo de la raza humana e instrumento de los sentimientos y pensamientos que caracterizan la comunicación social.
Son muchas las similitudes que significan rasgos comunes entre las lenguas, sin embargo existen también importantes diferencias, representan frecuentemente diferentes realidades. Nosotros estamos convencidos de la necesaria posibilidad de revitalizar la lengua que esta inmersa en la esencia de nuestro Estado, la que es la casa de nuestra alma, la lengua maya yucateca como parte de la gran familia lingüística maya.
Acusamos conocimiento de la recomendación que figura en la resolución del Consejo de Derechos Humanos, de 29 de junio de 2006, en la que el Consejo aprobó el texto de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas y que en su artículo 13 a la letra dice:
Artículo 13
Los pueblos indígenas tienen derecho a revitalizar, utilizar, fomentar y transmitir a las generaciones futuras sus historias, idiomas, tradiciones orales,filosofías, sistemas de escritura y literaturas, y a atribuir nombres a sus comunidades, lugares y personas, así como a mantenerlos.
En nuestro país se considera que se usan 68 lenguas indígenas, correspondientes a 11 familias lingüísticas y extendidas en 364 variantes dialectales. En cada una de ellas se expresa una óptica diversa del mundo en el que vivimos, una visión singular acerca del cosmos, la cultura y de la naturaleza humana.
Cada una de las lenguas son apreciaciones diferenciadas de realidades, ahí su riqueza e importancia pues su preservación resulta sustentante de una visión singular en el arte, la comunicación, valores, tradiciones y su ausencia o perspectiva de extinción puede significar una tragedia. Y no sólo por la pérdida de la cultura de los hablantes de esa lengua sino por la desaparición de una de expresión insustituible del conocimiento humano, una organización particular, única e irrepetible de la realidad. En ese sentido, la salvaguarda del patrimonio cultural humano implica forzosamente la preservación y promoción de las lenguas, particularmente de las minoritarias, que pudieran a la larga ser amenazadas por su ocaso en el umbral de los tiempos.
Actualmente el Estado, reconocemos, ha hecho esfuerzos importantes en el reconocimiento de la cultura y la lengua maya yucateca, sin embargo, no encontramos una voluntad consecuente y eficaz que configure la capacidad plena para preservar y fomentar con éxito el uso de la lengua maya en todos los ámbitos de la sociedad yucateca.
Nuestra propuesta tiene como consecuencia cumplir con lo establecido en el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, adoptado el 27 de junio de 1989 por la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo, en cuanto a que los gobiernos deben asumir la responsabilidad de desarrollar, acciones coordinadas y sistemáticas para proteger los derechos de los pueblos Indígenas y garantizar el respeto a su Integridad; y tomar medidas necesarias para asegurar que los Individuos de los pueblos Indígenas tengan la oportunidad de leer y escribir en su lengua materna, o la de su comunidad y la oportunidad de llegar a dominar la lengua nacional o una de las lenguas oficiales del país.
Consideramos así, alcanzar el respeto de las preceptos contemplados en la Convención sobre los Pueblos Indígenas y los Pueblos, acordada el 27 de junio de 1989 por la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo, que planteó que los gobiernos aceptarán la responsabilidad del desarrollo de conductas coordinadas y sistematizadas para proteger los derechos de los Pueblos originarios pendientes por el respeto a su integridad y considerar las medidas necesarias para garantizar que los pueblos indígenas tengan la capacidad de leer y escribir en su lengua materna o en el idioma de su comunidad. Ello junto con la posibilidad de dominar el idioma o idiomas considerados nacionales.
No existen lenguajes débiles en sí que sean incapaces de sobrevivir a las condiciones del cambio social. Alguien puede imaginar que los lenguajes de los grupos cazadores o de pastores no se adaptan a las necesidades de una sociedad agrícola o industrial. Pero la historia prueba lo contrario. Todos los lenguajes que se usan hoy en día por los grupos que tienen la industria y la ciencia más progresista fueron usados alguna vez por pueblos con estadios económicos y culturales sencillos”.
Actualmente se hablan aproximadamente seis mil idiomas en el mundo y el número de dialectos es muy superior, según Stephen Wurm, un lingüista australiano “muchos de ellos son utilizados por grupos reducidos de personas que no se entienden entre sí” Hay quienes afirman que el futuro en la preservación de los idiomas es sombrío: “La mayor parte de esos 6 mil idiomas están realmente moribundos, ahora sólo hablados por las personas más viejas y siendo aprendidos, a veces, por pocos niños. Las lenguas moribundas están siendo eliminadas no tanto por decadencia natural en su uso sino por un proceso más insidioso: el uso dominante de unos cuantos idiomas nacionales en oficinas gubernamentales, escuelas, negocios, cines, videos e Internet. A este ritmo, en unas cuantas décadas, habremos perdido el 97 por ciento de nuestras lenguas y sobrevivirán apenas 20.
Ya, desde 2001, con la reforma del artículo 2o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se reconoce que México tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas y que uno de sus derechos es la libre determinación y la autonomía para preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que constituyen su cultura e identidad.
Sin embargo, el importante avance, que en el caso de Yucatán existe en el reconocimiento de los derechos lingüísticos de los pueblos mayas, exige que el marco jurídico que garantiza ese derecho se nutra de disposiciones expresas, a fin de que la lengua maya yucateca sea reconocida como lengua nacional, con valor jurídico y social al igual que el idioma español.
La falta de disposiciones en el Estado que eleven el rango jurídico de reconocimiento de la lengua maya yucateca, reconociéndola expresamente como lengua nacional con validez legal, implica un vacío legislativo que ha restado fuerza al ejercicio efectivo de los derechos lingüísticos de los pueblos mayas plasmados en diversos ordenamientos legales secundarios.
Podemos constatar lo señalado en el párrafo anterior, en la precaria e incluso inexistente asistencia a las personas maya parlantes sujetas a proceso judicial en notoria ausencia de intérpretes, traductores y abogados defensores que hablen su lengua y conozcan su cultura. Como se señaló anteriormente, un derecho crucial de los pueblos mayas consiste en el pleno acceso a la jurisdicción del Estado, en cuya realización es indispensable que se garantice la presencia de las figuras mencionadas para que asistan a los indígenas sujetos a proceso.
En el ámbito de la educación, hemos podido apreciar que el derecho de los pueblos mayas a una educación de calidad, con un enfoque intercultural y bilingüe, aún está por concretarse en importantes regiones maya parlantes del estado. En los niveles de educación media superior y superior, es necesario ampliar la cobertura de Universidades Interculturales en las zonas mayas y fortalecer el uso y la enseñanza de la lengua materna.
En fin, las consideraciones previas, alcanzan el entorno de la salud, la comunicación, la seguridad, laboral, las acciones discriminatorias y de rezago social. De ahí la pertinencia de la iniciativa que en la presente fecha ponemos a su consideración, misma que contempla seis capítulos, veintisiete artículos y cuatro transitorios.
ES CUANTO