Discurso al inaugurar el nuevo edificio de la Escuela Preparatoria Estatal número 11 “Francisco Rogelio Rivero Alvarado”

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Mérida, Yucatán, 8 de enero de 2018 

Estoy muy contento pues ahora sí que de sentir esta energía que sólo transmite la juventud, la juventud de los alumnos, por supuesto. Siempre estar rodeado de jóvenes, siempre estar con jóvenes es algo que nos motiva, que nos emociona mucho porque, a fin de cuentas, es donde se encuentra la simiente del futuro de nuestro estado.

Y a mí de verdad me dio mucho gusto escuchar a Emilio, escuchar sus palabras, como decía él “es mejor decir lo que se siente que leer algún texto”. Y eso me recuerda, precisamente, algo que decía él, cuando estudié la prepa… En mi época cuando alguien hacía referencia a algo que pasó hace mucho tiempo así decíamos.

Y recuerdo perfectamente que, en la preparatoria, cuando uno la estudia, cuando uno está en la preparatoria, los sentimientos que se desarrollan allá, fundamentalmente son sentimientos de fraternidad entre todos los estudiantes, de solidaridad y de responsabilidad.

Y eso es algo que me emociona mucho de estar aquí, compartirlo con todas las autoridades. Aquí se encuentran el secretario de Educación y el señor delegado de la Secretaría de Educación Pública; el señor diputado Marbellino Ángel, de la Comisión de Educación del Congreso del Estado; la directora, muchas gracias, y a todos los funcionarios que se encuentran hoy aquí presentes.

Me emociona mucho también que se encuentren los familiares de un gran maestro, un gran yucateco, pero, ante todo, un gran ser humano: el maestro Rogelio Rivero Alvarado. Muchísimas gracias a sus familiares. Yo les quiero decir que tengo el enorme privilegio de poder dar testimonio personal de los grandes atributos y los grandes aportes del maestro Rogelio Rivero.

Dar testimonio personal porque yo estudié la secundaria en la Federal Uno, que está por ahí por Itzimná, y en el tiempo que estudié la secundaria precisamente, el maestro Rogelio era el director. Y ahí lo veíamos llegar muy temprano y estar muy atento, con un don de gentes, una caballerosidad y una gentileza, pero, de la misma manera, con mucha disciplina y cuidando que la escuela cumpliera con su propósito.

Por eso doy un testimonio personal de gratitud a la memoria del maestro Rogelio, a toda su familia y estoy seguro que esta escuela se enaltece llevando el nombre de una persona que tanto le aportó a la educación en nuestro estado. Muchísimas gracias a todos sus familiares por acompañarnos, de verdad ésta es una ocasión especial.

Y decirles también, fíjense que hace un momento Emilio agradecía las gestiones que se hicieron para que esta escuela sea una realidad. Esto ha tenido dos etapas: primero, como bien explicaron el secretario y la directora, el año pasado inició a contra turno aquí en la secundaria y ahora ya tiene su edificio propio.

Pero antes aún, yo recuerdo que tal vez será hace como unos tres años tuvimos una actividad aquí en la escuela y recuerdo que un grupo de madres de familia –iba a decir “padres de familia” pero la verdad eran puras mamás-.

Cuando terminó la actividad aquí en el fraccionamiento Las Américas, se me acercaron y me dijeron “oiga Gobernador, nosotros necesitamos nuestra preparatoria; nuestros hijos están creciendo, van a llegar a la preparatoria y pues nos ocasiona una problemática el tener que pensar dónde van a estudiar, que tengan que trasladarse, que tengamos que llevarlos o que tengan que tomar el transporte, nosotros quisiéramos que aquí se hiciera una preparatoria”.

Y a partir de ahí empezaron a desarrollarse una serie de acciones que hoy nos permiten decir que ya este gran fraccionamiento, este gran espacio habitacional, ya cuenta con su preparatoria. Así se va construyendo la historia de las sociedades, de las comunidades.

Yo reconozco a ese grupo de madres de familia, que estoy seguro que eran muchas, que tenían esa inquietud, que la plantearon y a nosotros como Gobierno lo único que nos corresponde es hacer los programas y las obras que atienden los problemas y las necesidades de la gente.

Para eso se construyó esta escuela, para atender una necesidad muy sentida, muy clara de un espacio habitacional creciente, porque va creciendo, van generándose nuevas viviendas y hoy tenemos niños estudiando en la primaria, en la secundaria y ahora en esta escuela que hoy se inaugura en su edificio, y que tiene una prospectiva de crecimiento.

Yo veía precisamente esas columnas que están encima del techo, de las salientes, y cualquiera podría decir “¿qué pasó allá? ¿por qué quedaron saltadas?”. Bueno, precisamente porque está reparado ya para la construcción del segundo nivel, del segundo piso; para construir nuevos salones para ir albergando a más y más alumnos que lo necesitan.

Y, por otra parte, además de la obra, un programa que ha sido emblemático para nuestro Gobierno: el programa de Bienestar Digital. Hoy, la cultura digital es un signo de nuestra sociedad, es un signo del mundo entero y para nosotros es muy importante, particularmente en Yucatán, que le estamos apostando a la innovación, a la ciencia, a la tecnología, y que nuestra economía está tomando ese rumbo, es importante que nuestros jóvenes estén bien preparados en esa cultura digital.

Cuando nosotros conseguimos este programa, surgió precisamente de la expresión que me dijeron en el camino a la gubernatura, hace ya más de seis años. Una madre de familia me dijo “es que, Rolando, ahorita tener una computadora no es un lujo, es una necesidad; no es que quieras o no quieras tenerla, ya los jóvenes tienen que hacer sus tareas en la computadora”.

Y me decía “si no tiene su computadora entonces tiene que ir a un ciber y hay veces que cuesta ocho, 10 o hasta 15 pesos la hora. Por una o dos horas al día que se juntan a la semana, ¿cuánto es? No tengo, Rolando”. Y ésta fue una expresión que me dieron en un municipio del interior del estado “además tengo que pagar su pasaje de mi hija. Entre el pasaje y el ciber llega la mitad del curso de primero o segundo, no puedo y tiene que dejar de estudiar mi hija”.

Y nos dimos cuenta que muchos jóvenes dejaban de estudiar el bachillerato en todo Yucatán no por falta de talento, no por falta de capacidad, sino simple y sencillamente por motivos económicos y eso es algo que no podemos permitir.

Para eso está el Gobierno, para hacer acciones que verdaderamente permitan que nuestra niñez y nuestra juventud desarrollen todos sus talentos, todas sus capacidades, y particularmente que puedan concluir todos sus estudios y seguir avanzando.

Por eso existe este programa, para esto existe este programa que ya ha beneficiado, como bien decía el secretario, a ya casi 63 mil estudiantes. Eso es el algo que me da mucha satisfacción y se los digo con una gran emoción porque cuando uno ya está a casi ocho meses de terminar su gobierno, como estoy yo, ya desde nueve u ocho meses ya no seré Gobernador, uno no debe hablar de planes que se van a hacer, sino fundamentalmente de qué es lo que se está haciendo, qué resultados a dado.

Cuando iniciamos el Gobierno dijimos “vamos a hacer un programa y les vamos a dar a los jóvenes sus computadoras y ese programa nos va a permitir disminuir la deserción escolar en el bachillerato y consecuentemente, incrementar la eficiencia terminal”.

Bueno, hoy después de ya más de cinco años de aplicar este programa, con mucho orgullo podemos decir que, verificado por la Secretaría de Educación Pública a nivel nacional, Yucatán es de los primeros lugares en la disminución de la deserción escolar en el bachillerato.

Esto quiere decir que este programa y las múltiples acciones que se están haciendo, maestros, alumnos, entre todos, cada quién haciendo la parte que le corresponde, está dando el resultado para el cual fue creado.

Yo siempre lo he dicho, el trabajo no se mide por esfuerzos, el trabajo se mide con resultados medibles. Y allí los resultados, como en todos los ámbitos del desarrollo de nuestro estado, con resultados podemos decir que juntos, sociedad y Gobierno, hemos construido un periodo de Gobierno que le ha aportado resultados muy importantes a nuestro estado.

Hoy, ésta es una expresión más de la tarea de Gobierno, pero también de la participación ciudadana. Felicito a todos los padres y madres de familia por apoyar a sus hijos, apóyenlos más, y a todos los estudiantes de esta preparatoria yo les digo también con una gran emoción: sepan ustedes que para que ustedes estudien acá, representan un gran orgullo para sus padres.

Sus papás tienen depositados en ustedes la esperanza de que ustedes tengan un mejor futuro que el presente que ustedes tienen, porque esa es la mayor aspiración de un padre de familia, que a sus hijos les vaya mejor de lo que a uno le ha ido.

Y sepan también, porque yo lo sé, que muchos de sus padres realizan un gran esfuerzo para que ustedes estudien, en muchos casos hasta sacrificios, y la mejor manera de enaltecer ese esfuerzo de sus padres, es echándole muchas ganas, esforzándose mucho en el estudio, sacando buenas calificaciones, concluyendo y yendo más allá.

El futuro es de ustedes, vayan, tómenlo, conquístenlo, y sientan que junto a ustedes está toda una sociedad yucateca abrazándoles, impulsándoles, cuidándoles, porque el mayor tesoro de Yucatán, sin duda, la mayor fortaleza, es su juventud porque es hoy la que nos permite mirar al futuro con un gran optimismo.

Muchas felicidades a todos y que esta escuela sea de gran beneficio para toda la comunidad. Muchas gracias.