México, marzo, 2018.-El Día Mundial del Sueño se celebra el 16 de marzo, bajo el lema es: «Únete al mundo del sueño y preserva tus ritmos biológicos para disfrutar la vida” y es organizado por la Asociación Mundial de Medicina del Sueño (WASM). Se trata de recordar la importancia de cuidar nuestros ritmos circadianos para lograr un dormir saludable, señaló el doctor Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral de Sueño (IMMIS).
El mensaje se basa en el reciente premio Nobel de Medicina otorgado a 3 investigadores que dedicaron sus estudios a entender la interacción de estos ritmos del cuerpo humano y del planeta.
“Sentir sueño y despertar a la misma hora, así como tener hambre casi siempre al mismo tiempo está determinado por la acción de mecanismos fisiológicos controlados por el reloj biológico. La principal función de este reloj es permitir la adaptación al medio ambiente en coordinación con los eventos cíclicos y periódicos del planeta que ocurren cada 24 horas conocidos como ritmos circadianos”, señaló el doctor Haro Valencia.
Añadió que los ritmos no solo regulan el ciclo sueño vigilia sino también la actividad de algunos órganos del cuerpo y la producción de hormonas y neurotransmisores. Hoy se sabe que prácticamente no hay función del cuerpo que no esté regulado directa o indirectamente por este reloj interno.
“La maquinaria del reloj biológico funciona con gran exactitud debido a un mecanismo molecular de retroalimentación auto sostenida. Es un proceso largo, pero muy preciso que se da a lo largo del día y la noche. Hoy se conocen más de 10 genes que intervienen en la regulación de los ritmos biológicos y se conocen como genes reloj, la clave ambiental más importante para que se lleven a cabo estos ritmos es el ciclo luz oscuridad y con ello el ciclo sueño vigilia”, dijo el especialista.
Los desajustes de estos ritmos debidos principalmente a las exigencias de la vida diaria en las sociedades modernas se han asociado con trastornos de sueño, así como con enfermedades metabólicas como la diabetes, la obesidad y algunas formas de cáncer.
Desveladas y tecnología alteran ciclos del sueño
“Hoy es conocido el hecho de que estos genes reloj y los ritmos biológicos regulados por éstos, pueden alterarse en personas trasnochadoras, en jóvenes expuestos por tiempo prolongado a las nuevas tecnologías en información, en trabajadores con turnos prolongados o rotatorios, así como en viajeros frecuentes”, advirtió el especialista.
Por otro lado, las consecuencias del mal dormir debido a trastornos del ritmo circadiano son: dificultad para dormir en el momento que se tiene oportunidad de hacerlo, sensación de sueño no restaurador, cansancio, somnolencia durante la ejecución de actividades y en cualquier momento del día, dolor de cabeza, nuca, cuello o espalda, irritabilidad, ansiedad y depresión, síntomas que se van desarrollando en la medida en que el trastorno se vuelve crónico.
Agregó que todo esto afecta de manera progresiva a las personas con estos trastornos, al grado de volverse disfuncionales. También deben considerarse los altos costos que ocasiona esto para los pacientes y la sociedad en general debido a los retardos, las ausencias al trabajo, la atención primaria y especializada, así como el riesgo de accidentes.
Desde el punto de vista físico, se ha descrito que los trastornos del ritmo circadiano no tratados disminuyen la expectativa de vida. Las personas con mal dormir se enferman con mayor frecuencia, el organismo se debilita ya que una de las funciones del sueño es el reforzamiento del sistema inmunológico. El tiempo reducido de sueño afecta esta función y facilita el desarrollo de enfermedades que también pueden volverse crónicas.
Finalmente, el Reyes Haro destacó la importancia de tratar de dormir en horarios adecuados y es recomendable en el caso de personas que por sus actividades deben mover sus ritmos circadianos, tratar de volver a los horarios convencionales apenas se tenga oportunidad de hacerlo.