El que hasta anoche era el ministro de Interior, Gérard Collomb, sustituido de forma provisional en el cargo por el primer ministro, Edouard Philippe, manifestó su satisfacción en su cuenta de Twitter por esta operación en la que participaron alrededor de un centenar de agentes: “los funcionarios de la Policía Judicial han demostrado su compromiso, su tenacidad y su determinación para que se respete la ley de la República”.
El detención tuvo lugar a las 04:00 de la madrugada (02.00 GMT) en un piso del barrio del Moulin de Créil (norte), donde además de Faïd fueron arrestadas otras cuatro personas: su hermano Rachid, dos de sus sobrinos y una mujer.
En el apartamento se encontraron pistolas pero no hubo intercambio de disparos.
En una entrevista a la emisora “Europe 1”, la ministra de Justicia, Nicole Belloubet, explicó que los investigadores trabajaban “desde hace varios meses en un cierto número de indicios” que han permitido llegar hasta Faïd.
Belloubet, que reconoció hoy que había estado preocupada por cómo podía reaccionar en el momento de su captura teniendo en cuenta sus antecedentes violentos, dijo estar “muy feliz de que las cosas hayan ocurrido de la forma en que han ocurrido”.
Los investigadores habían descubierto el escondite del fugitivo hace unos días gracias a las escuchas telefónicas de miembros de su entorno.
Redoine Faïd había escapado de la prisión de Réau, en la región de París, el 1 de julio gracias a un comando formado por varios hombres fuertemente armados que secuestraron un helicóptero con el que lo sacaron del centro penitenciario.
El 24 de julio había conseguido zafarse de una persecución con los gendarmes que terminó en un centro comercial de la ciudad de Sarcelles, al norte de París, donde junto a un cómplice abandonó un coche.
El 5 de septiembre, las fuerzas del orden llevaron a cabo una serie de registros en París y en varias localidades del departamento de Oise, donde se encuentra Créil, dentro de las pesquisas para seguirle el rastro.
Redoine Faïd, de 46 años y con un largo historial delictivo, fue condenado a comienzos de año a 25 años de cárcel por su implicación en un atraco a un furgón blindado en 2010 en el que murió una policía. Antes del episodio de Réau, ya se había fugado de la cárcel en 2013.