Descubren hoyo negro que gira a la mitad de la velocidad de la luz

Los científicos aprovecharon un descubrimiento fortuito para medir la rotación de un agujero negro supermasivo con una precisión sin precedentes

Los astrónomos de la NASA observaron un hoyo negro supermasivo que está girando al menos a 611.5 millones de kilómetros por hora, o a la mitad de la velocidad de la luz.

Para ponerlo en perspectiva, significa que el agujero negro —con un diámetro 300 veces más grande que la Tierra— completa una rotación aproximadamente cada dos minutos.

Como se detalla en un artículo publicado la semana pasada en Science, el equipo realizó la sorprendente medición de la rotación del hoyo negro utilizando observaciones de un conjunto de observatorios de rayos X, incluido el telescopio Chandra de la NASA.

Los astrónomos pudieron observar más de 300,000 ciclos de rotación, lo que arroja la medición más precisa de un agujero negro supermasivo jamás hecha.

El hoyo negro, ubicado a unos 290 millones de años luz de la Tierra, llamó la atención de los astrónomos por primera vez en 2014, después de que los telescopios ópticos detectaran un fuerte estallido de luz. Tras una investigación más detallada, los astrónomos descubrieron que la luz era el resultado de una estrella hecha añicos por un agujero negro supermasivo.

Cuando el resto de la estrella se precipitó hacia el horizonte de sucesos del agujero negro, los astrónomos pudieron monitorear las emisiones de rayos X que produjo el hoyo utilizando el Chandra y otros dos telescopios espaciales. (Más allá del horizonte de sucesos, ninguna luz u otro tipo de energía puede escapar a la inmensa fuerza gravitacional del hoyo negro).

Como los agujeros negros no emiten luz u otra energía, la única forma de medir su velocidad de rotación es observar cómo otros objetos orbitan alrededor de ellos y extrapolar esas observaciones para determinar qué tan rápido está girando el agujero negro. Los científicos notaron que los rayos X presentaban picos cada 131 segundos, lo que atribuyeron al gas caliente que orbita alrededor del agujero negro que actuó como una especie de faro.

No es la primera vez que los científicos utilizan variaciones en las emisiones de rayos X para medir el giro de un hoyo negro. Anteriormente, sin embargo, este tipo de observaciones estaban limitadas a agujeros negros unas pocas veces más masivos que el Sol. Aunque también se han observado algunos hoyos negros supermasivos de esta manera, los astrónomos solo han podido registrar unos pocos ciclos de rotación, lo que disminuye la certeza de la velocidad de rotación de los agujeros.

Según un comunicado publicado por la NASA, los investigadores involucrados en el proyecto esperan que esto aliente a los astrónomos a buscar eventos similares y entender mejor cómo las estrellas interactúan con los hoyos negros.

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