En nuestros días, la primera causa de muerte en mujeres mayores de 40 años es el cáncer de mama. De ahí la importancia de su detección temprana y la necesidad de crear nuevas pruebas o métodos de diagnóstico que indiquen el grado de avance del daño y permitan el tratamiento oportuno.
Ante este panorama, investigadores Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (UAM-I) desarrollaron un nanobiosensor para la detección de cáncer de mama y su monitoreo postoperatorio, a partir de la localización de biomarcadores presentes en la saliva de la paciente.
Cabe destacar que un biomarcador puede ser una proteína, un ácido nucleico o un metabolito como la glucosa, y con él se puede identificar ciertas proteínas que puedan proporcionar información importante, en este caso, sobre la presencia de cáncer de mama.
En el Laboratorio de Nanotecnología e Ingeniería Molecular, del Departamento de Química, de la UAM-I, se ha trabajado en el desarrollo de nanobiosensores, que si bien se conocen en el mundo y se han desarrollado con un principio similar para detectar otras enfermedades, no existe uno para cáncer de mama.
Al respecto, la maestra Ximena Estefanía Olvera Rocha, integrante del equipo científico de la UAM-I, explica que el proceso de la investigación siguió la premisa que ante la presencia de cáncer en el organismo, el metabolismo cambia y hay ciertos metabolitos que se distribuyen en el torrente sanguíneo.
“Si uno los mide en la sangre estarían más elevados y en la saliva, al ser un ultrafiltrado de la sangre, se pueden encontrar en pequeñas cantidades. De ahí la importancia de diseñar un dispositivo sensible a la presencia de esas moléculas en la saliva empleando nanotecnología y que es capaz de detectarlas en bajas concentraciones”.
Además, se decidió trabajar con saliva porque resulta menos invasiva y molesta para el paciente, y resulta más fácil que obtener muestras de sangre.
La maestra Ximena Olvera refiere que el dispositivo consiste en un papel colorimétrico que en tres minutos indica si hay presencia de la enfermedad, similar al utilizado en pruebas de embarazo. Además, está protegido bajo derechos de propiedad industrial en México, con solicitud de patente.
“Realmente nos interesa la detección temprana en la fase cero o en la uno, porque el nivel de sobrevivencia es de un 85 por ciento, mientras que en la cuatro (mayor daño) la sobrevivencia se reduce a 14 por ciento”, expone la biomédica Olvera Rocha.
En la actualidad, la mastografía y la autoexploración son los métodos más utilizados para la detección del cáncer de mama, pero en el primer caso el equipo empleado es costoso y en el segundo es necesario educar a las personas en temas de salud.
Por otra parte, el doctor Nikola Batina cabeza del equipo científico, puntualiza que fue difícil encontrar el procedimiento para generar un patrón en un diseño tridimensional dentro del papel, que permitiera el fluido autónomo y uniforme de la saliva para determinar si el paciente tiene o no cáncer.
“El diagnóstico de cáncer de mama en fases tempranas fue uno de los objetivos del proyecto. Queríamos un nanobiosensor que la persona pueda usar cada seis meses para estar tranquila. Una gota de saliva puede ser la diferencia entre dormir tranquilo o no”, puntualiza el también investigador del Laboratorio de Nanotecnología e Ingeniería Molecular de la UAM-I.
Hace hincapié en que si bien se trata de un producto que cada persona podrá comprar en la farmacia a un precio accesible y hacer una prueba en casa, no es sustituto de ninguno de los análisis que actualmente se utilizan para detectar cáncer de mama, es un complemento para saber que algo no está bien.
El investigador precisó que este sensor también es crucial para aquellos pacientes en periodo posoperatorio después de un tratamiento de metástasis, pues permitirá saber si el cáncer regresó o no. (Agencia ID)
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