Considero necesario seguir contribuyendo a la preservación, fomento y promoción de nuestra cultura y tradiciones al considerar a la Vaquería como una expresión cultural: Carmen González

Nuestro querido Estado de Yucatán, es sinónimo de riqueza cultural, tradiciones y costumbres. Es tierra de sabores únicos, que además se caracteriza por la calidez y hospitalidad de su gente así como la belleza del Estado. Cada uno de los rincones de Yucatán es único, dotado de tradiciones vivas, originarios de una herencia cultural viva que ha sucedido de generación en generación.

Es así como en su conjunto, somos afortunados poseedores de un invaluable patrimonio cultural intangible, que ha formado parte imprescindible de nuestras vidas y que seguramente también lo será para las futuras generaciones.

El patrimonio intangible o inmaterial proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y continuidad: favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos. Numerosos saberes tradicionales o autóctonos están integrados, o se pueden integrar, en las diferentes políticas públicas.

El patrimonio cultural intangible o inmaterial también reúne las diferentes expresiones y manifestaciones de la vida de los pueblos. Se trasmite de generación en generación, depende de los portadores para su existencia y son fundamentales para mantener la cohesión social entre los miembros del grupo.

El Estado Mexicano debe proteger y preservar el patrimonio cultural y el desarrollo de la cultura, así expresado en el artículo Cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones.

En lo referente a nuestro Estado, el artículo 3 Fracción Vigésimo Séptima de la Ley de Derechos Culturales para el Estado y Municipios de Yucatán define el patrimonio cultural intangible o inmaterial como todo el “conjunto de conocimientos y representaciones culturales, tradiciones, usos, costumbres, técnicas artesanales, sistema de significados, formas de expresión simbólica y lingüística que son la base conceptual y primigenia de las manifestaciones materiales de tradición popular de los distintos grupos culturales y étnicos de la población yucateca”.

La vaquería es una de las fiestas tradicionales, por cierto, celebrada en los ciento seis municipios y comisarías de nuestro Estado. Tiene su origen en la época colonial y se celebraba con motivo de marcar el ganado de las haciendas —de ahí viene su nombre.

La vaquería, como casi todas las fiestas tradicionales yucatecas, es una combinación del culto religioso traído por los españoles y las creencias del pueblo maya. Durante el baile, con música de jaranas, es donde los yucatecos portamos nuestro tradicional traje típico de gala en el caso de las mujeres el terno ataviadas con joyas de filigrana y en los hombres filipinas blancas con sus alpargatas, ambas vestimentas son realizadas por las manos mágicas de nuestros artesanos yucatecos.

El llamado a una vaquería moviliza de manera ordenada a numerosos contingentes comunitarios. Participar en ellas, las más de las veces, demanda el cumplimiento de protocolos que se observan con respeto: se inicia con el estruendo de los voladores” o cohetes de pirotecnia, en tanto que el anfitrión llamado “Bastonero” da la bienvenida a los grupos de bailadores que, provenientes de otros pueblos y encabezados por sus embajadoras, recorren el salón o terraza siguiendo los acordes de una melodía denominada Angaripola y jaranas, muestran sus mejores y más complicados pasos, algunos afirman dominar más de cien combinaciones distintas y por ello también participan en concursos que son calificados por expertos, quienes validan sus méritos.

¿Quién no recordará nuestras orquestas?, de don Víctor Soberanis, Arturo González músico y jaranero Ticuleño mejor conocido como el Rey de las vaquerías, sus jaranas quedan inmortalizadas en nuestra esencia y nuestra cultura yucateca, tocando al ritmo de tres cuartos y seis octavos de compás y regularmente lo hacen hasta el amanecer.

Diputadas y Diputados, somos afortunados al contar con una gran riqueza cultural, resultado de una mezcla  entre el legado ancestral indígena y la cultura española, al contar con varias tradiciones y costumbres típicas de nuestro Estado, es necesario seguir contribuyendo a su preservación, como ejemplo de trabajo legislativo en ese sentido Yucatán cuenta con algunos Decretos como lo son los del año 2016 referentes a la Trova, la Jarana y la Charrería; los Decretos de 2021 como son la Fiesta Patronal dedicada a San Pedro González Telmo “San Telmo” Patrono del Municipio de Progreso y de los Pescadores, al Teatro Maya de la localidad de Xocén, Municipio de Valladolid, al Coso Artesanal de Tizimín; los Decretos de 2022 referentes a la Lengua Maya o Maayat’aan, las Cabalgatas y el Decreto más reciente de este año 2023 referente a la Partería Tradicional Maya, todos ellos declarados por el Congreso del Estado como Patrimonio Cultural Intangible.

En este sentido, considero necesario seguir contribuyendo a la preservación, fomento y promoción de nuestra cultura y tradiciones al considerar a la Vaquería como una expresión cultural que afirma la identidad como yucatecos y nos da sentido de arraigo y pertenencia, contribuyendo al desarrollo armónico de nuestros pueblos, ayudando igualmente al fortalecimiento del tejido social, es por tal razón que presento a la consideración de este Honorable Soberanía la siguiente:

INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO POR EL QUE SE DECLARA A LA VAQUERÍA, PATRIMONIO CULTURAL INTANGIBLE DEL ESTADO DE YUCATÁN.

Hago entrega de la presente iniciativa en formato físico y por disco compacto, para los efectos legislativos que correspondan.

Es cuanto tengo que manifestar.