El Barcelona aparcó su crisis institucional, penalizada en forma de pañolada hacia la directiva, con una contundente goleada de 5-0 ante la SD Eibar liderada por el argentino Leo Messi, que con un ‘póker’ ofreció al conjunto azulgrana, en el que debutó el delantero danés Martin Braithwaite con dos asistencias, el liderato provisional y cargó de moral al equipo antes de una semana clave en la que se enfrentarán al Nápoles y al Real Madrid.
Antes de inaugurar los octavos de Champions el martes en San Paolo, los de Quique Setién llegaron a 55 puntos.
Una vez más, Messi salió al rescate del equipo en una semana dura para asentarse al frente de la clasificación de máximos goleadores con 18 tantos. El cuadro vasco (24), por su parte, encaja su sexta derrota en otros tantos partidos en el Camp Nou en la máxima categoría y se queda con solo dos puntos de renta sobre el descenso.
En cuanto el balón comenzó a rodar, el de siempre recobró el protagonismo. Después de que Sergi Enrich avisase con un tanto anulado por fuera de juego, Leo Messi cogió el esférico al cuarto de hora en una nueva exhibición de calidad en los últimos metros; se deshizo de Arbilla y de Diop y se plantó ante Dmitrovic, al que superó un balón picado para inaugurar el marcador (min.14) y acabar con una sequía de cuatro jornadas sin anotar en LaLiga.
Griezmann y Arturo Vidal, que dispuso de una doble ocasión que acabó en el lateral de la red, probaron fortuna, pero volvió a ser el argentino el que incrementó la cuenta en una acción similar a la del primer gol, tras asistencia del centrocampista chileno y cruzándola ante la salida del guardameta serbio (min.37).
Solo tres minutos más tarde, el ’10’ se quedó de nuevo solo ante Dmitrovic, y en lugar de disparar le regaló el balón a Griezmann; Tejero bloqueó el disparo del delantero francés, pero Messi, atento, capturó el rechace y no perdonó (min.40). Con un Eibar noqueado, la renta pudo haber sido todavía más amplia, pero un fuera de juego dejó sin efecto, justo antes del descanso, un penalti del portero armero sobre Griezmann.
MESSI AUMENTA LA CUENTA Y BRAITHWAITE DEBUTA
Con el duelo sentenciado, Setién se centró en dosificar los minutos de sus jugadores de cara a una semana clave; al cuarto de hora de la reanudación, Sergio Busquets abandonó el campo para dejar su sitio a Frenkie de Jong, y Umtiti salió en lugar de Piqué para formar pareja de centrales con Lenglet, una situación extraña que dejaba a ambos, apercibidos de sanción, con riesgo de perderse la cita del Bernabéu.
Antes, Escalante estuvo a punto de recortar distancias, y Rakitic respondió en una acción salvada por Dmitrovic (min.51). Los de José Luis Mendilibar, mientras, no le perdían la cara al partido y protagonizaron un festival de ocasiones que inauguró Cote con una falta directa que despejó Ter Stegen.
Inui, en una jugada que acabó en saque de esquina, y Arbilla, con un gol anulado en el 63 por juego peligroso sobre Piqué, siguieron incidiendo sobre la puerta culé. La reacción blaugrana llegó el otro tanto de Umtiti también invalidado por fuera de juego y en un libre directo de Messi que palmeó el meta visitante.
Quedó tiempo todavía para el debut de Martin Braithwaite, ovacionado por la afición en su entrada por un Griezmann al que también premiaron su esfuerzo. El danés se estrenó como perfecto asistente, al servir primero el cuarto gol para Messi (min.87) y, dos minutos después, el tanto de Arthur Melo que cerró la cuenta.
SILBIDOS, PAÑOLADA Y GRITOS DE ‘BARTOMEU, DIMISIÓN’
Los aficionados presentes en el Camp Nou mostraron su disconformidad con las últimas actuaciones de la directiva del Barcelona antes del partido ante el Eibar, con una sonora silbatina, una pañolada y con gritos de ‘Bartomeu, dimisión‘.
La llegada al palco de la directiva azulgrana fue recibida con pitos por parte de la afición presente en el recinto culé, y gran parte de los espectadores agitaron sus pañuelos al viento para expresar su descontento con los dirigentes del club catalán.
Además, justo antes de comenzar el encuentro, el Camp Nou al unísono empezó a cantar ‘Bartomeu, dimisión’, después de una polémica semana en la que se desveló que la empresa que el FC Barcelona contrató en 2017 para monitorizar y controlar las redes sociales, I3 Ventures, se dedicaba a criticar, a través de diversas cuentas, a jugadores, exjugadores, expresidentes y candidatos a la presidencia que eran opositores al club y a la actual Junta Directiva.
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