Codhey investiga a la UADY ante fallida estrategia de la directora de la Facultad de Antropología.
Miércoles 18 de junio de 2025.- La integridad y reputación de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) está en juego, ante las mentiras de Salvador Sánchez, un deshonesto trabajador de la Facultad de Antropología, quien para desvirtuar las acusaciones que hay en su contra interpuso una denuncia ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado (Codhey) por discriminación por ser de orientación sexual diferente.
Lo peor de todo, la directora del plantel de esta Casa de Estudios, Rocío Cortes Campos, solapa las arbitrariedades del polémico trabajador, cuya base está en otra Facultad, de donde fue removido por conflictivo y “chismoso”, las mismas acusaciones por las cuales es investigado por la Comisión de Honor y Justicia de la UADY.
Al pretender defenderse acudió a la Codhey, afirmando que lo tildaron de “puto”, entre otras discriminaciones, por lo que dicha instancia realiza la respectiva investigación.
Pero, el tiro le está saliendo por la culata, ya que la Codhey no puede proceder contra la Asociación Única de Trabajadores Administrativos y Manuales de la Universidad Autónoma de Yucatán (Autamuady), por lo que la denuncia recae directamente a la Casa de Estudios, la cual tendrá que responder a la Codhey.
Nuevamente la facultad de Antropología da de que hablar de la mano de su directora que siempre busca salirse con la suya, pero la denuncia interpuesta ante la Codhey compromete a Cortes Campos, quien se declara como defensora de la diversidad sexual.
Ahora la directiva de la Facultad arrastra a la casa de estudio ante la Codhey, en un asunto legal que nunca debió pasar a mayores.
Y es que en los pasillos de esa y otras facultades se comenta como la directora Rocío Cortez, acostumbrada a salirse con la suya en contra del personal, como ya lo había hecho en otras ocasiones, y es que en la memoria de los empleados aún está muy fresco su defensa a ultranza de un trabajador al que finalmente se le sancionó por acoso sexual.
La directora no aprende y ahora vuelve a repetir su defensa al 100 por ciento a favor de un trabajador que bajo una mentira intenta librarse de una sanción que se ganó a pulso.
Parece ser que a Rocío Cortez no le importa llevarse entre las patas a su institución y abanico a dicho personaje para que pusiera una demanda ante derechos humanos… ahora que ya se iniciaron investigaciones serias por parte del Alma Mater, la directora ya no sabe que hacer, esto ya se le salió de las manos.
En la facultad todos saben que ella es una funcionaria que le gusta amedrentar, presionar y amenazar a quienes según ella no son de su línea y los trabajadores sindicalizados y su propio personal de confianza sufren constantemente ese acoso laboral con lo que la directora dirige dicha facultad.
Asimismo, se sabe que están ante un problema con la Codhey y que ya pidió cuentas a la máxima casa de estudios sobre lo que está pasando, pero dicha denuncia fue hecha con mentiras y el trabajador que lo hizo ya no sabe dónde meter la cabeza y está como el avestruz.
Esta difamación va acostarle caro no solo al trabajador sino a la propia directora de la Facultad de Antropología que una vez más da de que hablar y queda en evidencia por su propio carácter de quererse imponer siempre y a como dé lugar.
Lamentable que esto pase en una facultad que siempre se ha erigido como respetuosa de los derechos humanos y defensora de los más débiles porque ahora es lo contrario.
