Carencia de propuestas.
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Una vez más los candidatos a la presidencia de la república mexicana dan la nota por la poca importancia que muestran sobre las necesidades de la sociedad que habita este queridísimo país. Se detienen a parlotear, a hacer aspavientos, a rasgarse las vestiduras, a entregar mamotretos con estudios de factibilidad, pros y contras sobre una única cuestión: el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.
No importa que el país esté conformado por otras entidades federativas, no importa que de los 120 millones de mexicanos, la gran mayoría no viva en la Ciudad de México. El centralismo en el que sigue viviendo este país, con su ideal centralista del siglo S. XVII, les sigue haciendo creer a los magnates de la prensa mexicana que la noticia de aeropuerto es la única que vale la pena. Queda claro que los otros 100 millones de mexicanos no somos importantes para los señores candidatos y su prensa a modo.
Hay muchas cosas que discutir. ¿Dónde está el plan para entregar educación de calidad a los estudiantes de México? ¿Cuándo devolveremos a la figura del maestro de jardín, primaria, secundaria y preparatoria, el respeto que se les debe otorgar? ¿Cuándo dejaremos de reportar número de graduados con doctorado, y comenzar a reportar número de doctores en ciencias con empleo remunerado de acuerdo a sus conocimientos?
Educación, ese tiene que ser el pilar sobre el cual reconstruir la sociedad mexicana. La educación abatirá el rezago económico, la educación hará que disminuya la violencia, la educación hará que bajen los actos de corrupción. La educación hará entender a los habitantes de la Ciudad de México que no todo es esa contaminada urbe.
Y tú, escritor de provincia, redactor, editor de prensa, reportero, columnista de cualquier medio impreso o electrónico, deja de celebrar que un medio nacional compartió tus columnas o reportajes, no seas tan simplista. Debería darte pena pensar que eso es un logro. No no no señorita, México no es la Ciudad de México únicamente. Ya dejen su anticuado centralismo, que nos sigue dando campañas electorales mediocres, discursos empobrecidos, carencia de propuestas reales. Dejen de planear los destinos de los mexicanos desde los escritorios en edificios –sin agua y mal construidos- de la Ciudad de México.
En vez de pensar en construir la vida de los 100 millones de mexicanos que viven mucho más libres que ustedes, trabajen juntos en resolver sus problemas de hacinamiento, de transporte público, sus problemas de contaminantes, de drogadicción, violencia, de abuso a la mujer, secuestro de infantes. Habitantes de la Ciudad de México, reporteros, prensa, medios, abran los ojos y miren la realidad. Siguen viviendo en el siglo XVII, anquilosados en creer que la vida de esa ciudad dicta los destinos del resto del país.
Ninguno de los candidatos a la presidencia merece nuestro voto. Sus preocupaciones insulsas por el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México ya tienen demasiadas planas en la prensa, y son la clara evidencia del fracaso de su pensamiento. Queremos propuestas en materia educativa, en cuestiones de salud pública, de seguridad social, de pensiones, sindicatos, creación y protección a la industria y el empleo, de generación de nuevos nichos para la realización del mexicano, del cuidado de los recursos naturales. Queremos sus propuestas para acabar con la esclavitud agrícola que forza a poblaciones enteras a sembrar amapola, mariguana, a trabajar para el narco o para caciques partidistas.
Se que pido imposibles. Se que jamás pensarán en otra cosa que no sea cómo dominar encuestas ahí en la Ciudad de México.