Cambian el abecedario por las armas
En Ucrania la infancia es distinta, en su tiempo libre los niños asisten a clases sobre el uso de armamento. Grupos nacionalistas, apoyados por el gobierno, los enseñan a disparar con precisión
En Ucrania la infancia es distinta, en su tiempo libre los niños asisten a clases sobre el uso de armamento. Grupos nacionalistas, apoyados por el gobierno, los enseñan a disparar con precisión
ugando, coloreando, platicando o viendo la televisión, así se entretienen nuestros niños. Pero eso es aburrido para los niños ucranianos, ellos mandaron al baúl de los recuerdos sus juguetes y los cambiaron por un AK-47.
Y no hay adulto que se los prohíba, al contrario, se ofrecen para enseñarlos a cargar sus armas, apuntar y disparar directo al blanco.
No son pocos los niños y adolescentes que en vez de estudiar por las tardes el abecedario, aprenden el uso de armamento en campamentos creados por uno de los grupos nacionalistas más radicales de Ucrania, escondido en un bosque al oeste del país. Associated Press tuvo acceso a uno y las imágenes detallan el alcance de la militarización.
De acuerdo con la agencia, el campamento tiene dos objetivos: preparar a los chicos para defender a su país de los rusos y sus partidarios, y propagar una ideología nacionalista.
Actualmente se calcula que hay unos 300 mil niños soldado en los conflictos armados en todo el mundo. En muchas naciones combaten de manera involuntaria. Cada 12 de febrero se conmemora el Día Internacional contra el Uso de Niños Soldado.
De acuerdo con la Unicef, durante el tiempo en el que estos niños están vinculados a las fuerzas y grupos armados, son testigos y víctimas de terribles actos de violencia e incluso son obligados a ejercerla. “Los traumas emocionales que esto les puede provocar son difíciles de superar”.
Eso no lo dimensiona el instructor Yuri “Chornota” Cherkashin, quien afirma que “nunca les apuntamos a personas. Pero para nosotros los separatistas, esos hombrecitos verdes, ocupantes de Moscú, no son personas. De modo que a ellos sí podemos apuntarles”.
Este año, el Ministerio ucraniano de la Juventud y el Deporte asignó el equivalente a unos 150 mil dólares a algunos de las decenas de campamentos que tienen los nacionalistas. El objetivo, según el Ministerio, es brindar “una educación nacional patriótica”.
Natalia Vernigora, portavoz del Ministerio, señala que el dinero es distribuido por un panel que está pendiente de cualquier “indicio de xenofobia y discriminación”, pero que “no analiza las actividades de agrupaciones específicas”.
Y las clases de esos niños son particularmente “bélicas”. A los menores los despiertan con el sonido de granadas, tienen menos de un minuto para tomar, apuntar y rafaguear con sus rifles AK-47.
Golpe sicológico
La oficina de la Unicef en Ucrania reveló que, hasta abril del año pasado, más de 200 mil niños en las dos regiones afectadas por el conflicto en curso en el este de Ucrania requieren apoyo sicosocial urgente por el trauma que éste les provoca.
Los menores que residen en Donetsk y Luhansk han perdido su infancia, el daño emocional es fuerte y grupos radicales intentan sumarlos a sus filas.
“El mundo se ha olvidado de esta crisis en el este de Ucrania, pero cientos de miles de niños están pagando un precio muy alto, que podría durar toda la vida sin el apoyo adecuado. Necesitamos fondos urgentemente para llegar a estos niños traumatizados “, advirtió la representante de Unicef en Ucrania, Giovanna Barberis.
Muchos arriesgan su seguridad incluso a la hora de querer estudiar. Siete escuelas sufrieron daños durante la escalada de violencia en febrero y marzo de 2017, y más de 740 escuelas del este de Ucrania han sido dañadas o destruidas desde que comenzó el conflicto en 2014.
De acuerdo con un reporte de la Organización de las Naciones Unidas, muchos de los niños afectados por los conflictos armados “fallecen o resultan heridos a causa de la violencia, otros sufren serios traumas que dificultan su desarrollo y algunos se ven obligados a tomar parte en la batalla”.
Virginia Gamba, representante especial del secretario general de Naciones Unidas para la infancia y los conflictos armados, presentó en junio un reporte que señala que las violaciones en este sentido contra los niños suman 21 mil. Esto se debe a que ha aumentado el número de conflictos y grupos armados y ha incrementado el nivel de violencia.
Según datos de Naciones Unidas, va al alza el reclutamiento de niños soldados en países como Siria, República Centroafricana, Afganistán, Colombia, Costa de Marfil, Filipinas, Irak, Líbano, Mali, Nigeria, Myanmar, Pakistán, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, República Democrática del Congo, Tailandia y Yemen.
La organización Save the Children recuerda que el reclutamiento de menores soldado es una práctica prohibida por el Protocolo Facultativo de la Convención de Derechos del Niño sobre la participación de menores en conflictos armados, la herramienta que asegura que ningún niño o niña es utilizado como soldado.
En la mayoría de esos países el reclutamiento de los menores es forzoso y está encabezado por grupos criminales, pero ese no es el caso de Ucrania, ahí los niños deciden recibir adiestramiento militar por voluntad propia y la ley no lo prohíbe, por ello cada día es más frecuente ver un “centro de educación bélica”.
AP cita que Myjailo, de 18 años, era el más grande del campamento de Svoboda y consideraba que el entrenamiento era necesario. “En cualquier momento las cosas pueden tomar el rumbo equivocado en nuestro país y hay que estar listos para ello”, manifestó. “Es por eso que vine a este campamento. Para aprender cómo protegerme a mí mismo y a mis seres queridos”.