Buscan mejores insecticidas para frenar dengue; que no sean tóxicos

Especialistas recuperan huevecillos capturados en trampas y realizan pruebas para conocer mejor la biología y ecología del mosco transmisor.

La Unidad de Investigación Entomológica y Bioensayos (UIEBs), de la Secretaría de Salud de Oaxaca, realiza estudios de eficacia y susceptibilidad de los insecticidas que se aplican para el combate al mosco transmisor del dengue, esto porque es necesario conocer la biología y ecología del insecto.

Mediante la técnica de aplicación lineal, que consiste en distribuir jaulas con mosquitos hembras cultivados en el insectario, se recuperan huevecillos capturados en trampas distribuidas en zonas habitacionales y oficinas públicas, son cuidados y alimentados en la Unidad hasta que eclosionan”, explicó Gumaro Hernández García, responsable del centro de investigación.

Una ovitrampa es un dispositivo que consta de un bote de color negro con una capacidad de un litro. Este bote va recubierto por un pellón o papel fltro en el cual el vector deposita sus huevecillos. Los vectores son principalmente Aedes aegypti o también se han encontrado Aedes albopictus”, explicó.

Investigadora de la UIEBs.

una vez que los zancudos son adultos, se recrean las condiciones necesarias para sacar la generación F1, libre de cualquier agente ambiental que les pueda contaminar. “Es necesario este grado de pureza para ser utilizado en pruebas biológicas y sus resultados sean confiables”.

Cabe mencionar que el tamizaje del insecticida se realiza en las horas de mayor actividad del zancudo, pues está demostrado mediante estudios entomológicos que la naturaleza del vector es ocultarse durante las horas de mayor luz solar y salir en la búsqueda de alimento alrededor de las 4:00 a 6:00 horas de la mañana, y por la tarde, de 18:00 a 19:30 horas, de acuerdo con los últimos estudios.

Integrantes de la UIEBs probando el insecticida.

PRUEBAS DEL INSECTICIDA, CLAVES PARA CONOCER SU EFICACIA

Las pruebas lineales que permiten medir la efectividad del insecticida a distancia, de unos 100 metros entre cada trampa, se busca la eficacia del producto en aplicación ULV (Ultra Bajo Volumen), lo que equivale al “rango de vuelo del mosquito”.

Hernández García expuso que es necesario conocer la biología y ecología de cada insecto “y con ello establecer mejores alternativas, adecuadas y eficaces para disminuir el contacto humano-vector”.

La ovitrampa nos sirve para ver los riesgos de población de mosquitos y saber el riesgo entomológico que tenemos”, subrayó.

A partir de las pruebas de efectividad en insecticidas previa aplicación se “corrobora que el producto cumpla con los estándares de calidad en el combate al dengue, no sean tóxicos a humanos ni otras especies, como lo ofrece el proveedor al Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece)”.

El técnico en salud comunitaria expuso que “Oaxaca cuenta con las condiciones climatológicas y geográficas propicias para la cría y reproducción del mosquito Aedes aegypti y Aedes albopictus, de ahí la relevancia de la investigación de la UIEBs”.

La Unidad de Investigaciónubicada en el municipio conurbado de Soledad Etla, analiza y realiza pruebas de diferentes especies de mosquitos de las seis Jurisdicciones Sanitarias en Oaxaca, “para buscar alternativas más eficientes de control, desde el huevecillo hasta las distintas etapas larvarias”.

El programa de vectores ha apostado al uso de nuevas tecnologías con énfasis en la prevención y control del denguezika, chikungunya, chagas, intoxicación por picadura de alacrán, rickettsiosis, entre otras, por lo que Oaxaca es parte de la Red Nacional de UIEBs, en donde participan otras 15 entidades.

Integrante de la UIEBs cultivando mosquitos.

*Integrante de la UIEBs cultivando mosquitos.

UN REPELENTE CON INGREDIENTES ORGÁNICOS

Ante el incremento de casos de dengue, que en Oaxaca suman cuatro muertes en este año, todos menores de edad, investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) desarrollaron un repelente —en barra y gel— con base en aceite de citronella.

Juan Luis Bautista Martínez, director de la Facultad, informó que, a diferencia de otros repelentes, que contienen compuestos sintéticos y tóxicos, el equipo de investigadores desarrolló ambos productos a base de propiedades naturales de este cultivo, inocuo para la salud y el ambiente.

No es un producto milagroso, que nos vaya a resolver los casos de dengue en automático, es preventivo y no desaparece a los mosquitos. Tenemos que tener el cuenta que los insectos es una población numerosa, además de que tienen una función en el hábitat”, refirió el académico.

Las personas interesadas deben enviar un mensaje de WhatsApp para agendar una cita al 951 591 3916, en horas hábiles o bien acudir de lunes a viernes, de 9:00 a 15:00 horas, a la Facultad de Ciencias Químicas, en Ciudad Universitaria.

*mcam