Tras un largo periodo vacacional, tanto padres como alumnos se enfrentan a una nueva etapa de adaptación con el regreso a clases, y es natural que aparezcan ciertas preocupaciones en torno a la seguridad y el bienestar integral de sus hijos.
Por ello a continuación comparto las siguientes recomendaciones con el fin salvaguardar un regreso a clases sin contratiempos y que favorezca la tranquilidad en las familias:
Es importancia tener como estilo de vida una rutina saludable que incluya la práctica de buenos hábitos de higiene, alimentación, actividad física, recreación y un horario del sueño favorable tanto para el niño como para el adulto.
Fomentar las relaciones interpersonales armoniosas entre todos los integrantes de la familia disminuye el estrés, además permite que la familia sea la principal red de apoyo y da pie para que la comunicación entre los integrantes de ésta se fortalezca. Esto permite que los niños y jóvenes compartan sus experiencias de vida intra y extraescolar, dando oportunidad a los padres de tener cercanía y generar un vínculo de confianza con los hijos y poder actuar de manera oportuna ante cualquier circunstancia que requiera orientación y acompañamiento en esta etapa tan importante de sus vidas.
Trabajo colaborativo. La escuela y los padres de familia somos un mismo equipo, cada cual desde su rol y desde su trinchera buscamos formar personas con valores, autónomos y que aporten a través de su talentoa forjar un mundo mejor, para ello es de suma importancia que toda acción, reflexión y aquello que gire en torno a los niños y jóvenes, responda la siguiente cuestión: ¿Qué valor, actitud, hábito o aprendizaje de vida estoy guiando?
Atendamos a nuestros niños y jóvenes con los oídos, con los ojos, con todos los sentidos, sobre todo con el alma; el tiempo, pero sobre todo la calidad del tiempo que dedicamos a ellos es primordial para sembrar autoconfianza y amor propio, pilares en una autoestima saludable.
Más convivencia, más arte, más deporte, menos aparatos electrónicos y menos horas de televisión. Fomentar la disciplina, incitar a desarrollar sus talentos, favorece su etapa evolutiva; el ocio es sin duda necesario, sin embargo, la recomendación es que no se convierta en una alternativa ante la huida al estrés cotidiano y la falta de organización.
Como último punto recomiendo mantener una comunicación estrecha con la escuela, comunicación objetiva, respetuosa y oportuna, es muy importante conocer las inquietudes de los padres de familia y que a su vez permanezcan abiertos a las observaciones de los educadores y que trabajemos en conjunto bajo un mismo fin: la mejor formación de los niños y jóvenes.
La autora es Supervisora de Orientación Educativa de la UAG High School en la Coordinación de Acompañamiento Estudiantil de la UAG.