Así suena la música en tu corazón, 5 datos que debes saber
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A lo largo de los años, la música ha tenido el poder de emocionar y entretener a las personas, además de mejorar de manera significativa la salud física, especialmente la salud cardiovascular. Diversos estudios han demostrado que la música tiene efectos positivos sobre el corazón, donde destaca su capacidad para reducir el estrés, regular el ritmo cardíaco y mejorar la circulación sanguínea.
Un estudio publicado en Scientific Reports[1],sugiere que la terapia musical podría potenciar la efectividad de los medicamentos para la hipertensión. Por su parte, el Journal of Cardiothoracic Surgery[2] reveló que la terapia musical ayudó a aliviar el dolor, la ansiedad y la depresión en pacientes que se recuperaban de una cirugía de bypass coronario. Además, el Colegio Americano de Cardiología[3] destacó que las personas con dolor torácico tras un infarto experimentaron una reducción en la ansiedad luego de escuchar música durante 30 minutos.
Aunque dichos estudios demuestran los beneficios que la música puede tener para el corazón, es importante entender cómo la música puede influir de manera positiva en la salud cardiovascular. Para ello, la Dra. Elsa Arrieta Maturino, cardióloga clínica e intervencionista; miembro titular de la Sociedad Mexicana de Cardiología y fellow de la European Society of Cardiology, nos comparte los siguientes datos:
“Históricamente la música ha tenido un impacto fundamental en nuestras vidas, pero poco se dice sobre cómo puede repercutir en la salud del corazón, ya que contribuye a reducir factores de riesgo cardiovasculares como el estrés, la presión arterial alta, inactividad física, consumo de tabaco y alcohol. Además, su incorporación en la rutina diaria representa una forma sencilla, accesible y eficaz de disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas a largo plazo”, comentó la Dra. Elsa Arrieta Maturino.
Los beneficios de la música para la salud del corazón son indiscutibles al integrarse en la vida diaria, ya que no solo mejora la calidad de vida, sino que también favorece una mejor salud cardiovascular a largo plazo en los mexicanos. Sin embargo, esto no sustituye acudir a chequeos médicos regulares para asegurar un monitoreo adecuado del corazón y recibir orientación profesional de manera oportuna.