Ante abusos, Francisco pide a jóvenes hablar con curas ‘en riesgo de caer’
‘Cuando vean a un sacerdote en riesgo, recuérdenle su compromiso’, pidió el papa Francisco a los jóvenes
‘Cuando vean a un sacerdote en riesgo, recuérdenle su compromiso’, pidió el papa Francisco a los jóvenes
El Papa Francisco ha pedido ayuda a los jóvenes en la lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia y les ha propuesto que cuando vean a un sacerdote «en riesgo», le recuerden su «compromiso» y le alienten a volver a «la buena senda». Así lo indica en su exhortación apostólica postsinodal ‘Vive Cristo’, un documento que se inspira en las reflexiones y diálogos del Sínodo de los obispos sobre los jóvenes del pasado mes de octubre.
En el texto, firmado el pasado 25 de marzo en Loreto y publicado este martes 2 de abril, el Pontífice dedica un apartado a los abusos titulado ‘Poner fin a todo tipo de abusos’ en el que asegura que «ya no hay vuelta atrás» en la aplicación de «acciones y sanciones» y en el que invita a los jóvenes a exigir «coherencia» a sacerdotes y religiosos.
A los jóvenes les pido que cuando vean un sacerdote en riesgo, porque ha perdido el gozo de su ministerio, porque busca compensaciones afectivas o está equivocando el rumbo, atrévanse a recordarle su compromiso con Dios y con su pueblo, anúncienle ustedes el Evangelio y aliéntenlo a mantenerse en la buena senda. Así ustedes prestarán una invalorable ayuda en algo fundamental: la prevención que permita evitar que se repitan estas atrocidades», subraya Francisco.
Así, asegura que en medio de esta «nube negra», la juventud puede aportar «mucho» con su capacidad «de renovar, de reclamar, de exigir coherencia y testimonio, de volver a soñar y de reinventar». En todo caso, el Papa precisa que «los sacerdotes que cayeron en estos horribles crímenes no son la mayoría».
Además, añade que este «no es el único pecado de los miembros de la Iglesia, cuya historia tiene muchas sombras» y que estos pecados están visibles porque la Iglesia no se hace «cirugías estéticas».
Nuestros pecados están a la vista de todos; se reflejan sin piedad en las arrugas del rostro milenario de nuestra Madre y Maestra. Porque ella camina desde hace dos mil años, compartiendo los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres. Y camina como es, sin hacerse cirugías estéticas. No teme mostrar los pecados de sus miembros, que a veces algunos de ellos intentan disimular», agrega.
En medio de este «drama» que, según reconoce, les «duele en el alma», en este «momento oscuro», el Pontífice confía en que con la ayuda de los jóvenes, la Iglesia podrá «abrirse a un nuevo Pentecostés y empezar una etapa de purificación».
Durante la presentación de la exhortación este martes en el Vaticano, el secretario general del Sínodo de los Obispos, el cardenal Lorenzo Baldisseri, ha explicado que cuando el Papa pide a los jóvenes que cuando vean a un sacerdote «en riesgo» le recuerden su compromiso, aunque pueda dar la impresión de que corresponde a los jóvenes detener a los sacerdotes que abusan, en realidad, se trata de una cuestión «de confianza en los jóvenes».
Por otro lado, Francisco ha pedido una Iglesia católica que apoye y preste atención a las «legítimas reivindicaciones de las mujeres» aunque no comulgue con todo el discurso feminista.
Una iglesia demasiado temerosa y estructurada puede ser permanentemente crítica ante todos los discursos sobre la defensa de los derechos de las mujeres, y señalar constantemente los riesgos y los posibles errores de esos reclamos. En cambio, una iglesia viva puede reaccionar prestando atención a las legítimas reivindicaciones de las mujeres que piden más justicia e igualdad», subraya.
Francisco también invita a reconocer el «autoritarismo» de los hombres en el pasado y la «violencia machista». «Una Iglesia viva puede recordar la historia y reconocer una larga trama de autoritarismo por parte de los varones, de sometimiento, de diversas formas de esclavitud, de abuso y de violencia machista», puntualiza.
Con esta mirada, según añade, la Iglesia será capaz de «hacer suyos» los «reclamos» de los derechos de las mujeres «y dará su aporte con convicción para una mayor reciprocidad entre varones y mujeres, aunque no esté de acuerdo con todo lo que propongan algunos grupos feministas».
El cardenal Lorenzo Baldisseri ha explicado que esta exhortación constituye «la carta magna de la pastoral juvenil». «El Papa lo llama carta y llama a crear espacios abiertos en la Iglesia para todos los que tienen otra visión de la vida», ha manifestado durante la presentación del texto magisterial.
En concreto, ha precisado que el nuevo documento contiene un total de 299 puntos distribuidos en nueve capítulos en los que Francisco alterna el formato epistolar dirigido a cada joven de tú a tú con orientaciones pastorales para toda la Iglesia. «Jesucristo no pertenece solo al pasado, sino también al presente y al futuro», ha enfatizado.
Preguntado sobre la ausencia de una llamada en la exhortación a que las mujeres ocupen más puestos de liderazgo en la Iglesia, Baldisseri ha apuntado que el Papa «no podía hablar de todo» en el documento.
Por su parte, el subsecretario del Sínodo de los Obispos, Fabio Fabene, ha destacado que no es una casualidad que este documento papal se haya presentado en el decimocuarto aniversario de la muerte de san Juan Pablo II ya que fue «el primer papa en escribir una carta a los jóvenes».
Además, ha hecho hincapié en la importancia de que el Papa haya elaborado una lista de 12 jóvenes, de distintos momentos de la historia, que «vivieron la santidad cada uno a su modo», que «no conocieron la vida adulta y dejaron el testimonio de otra forma de vivir la juventud».
En concreto, el Papa cita en el texto a: San Sebastián, San Francisco de Asís, Santa Juana de Arco, el beato Andrés Phû Yên, santa Catalina Tekakwitha, Santo Domingo Savio, Santa Teresa del Niño Jesús, el beato Ceferino Namuncurá, el beato Isidoro Bakanja, el beato Pier Giorgio Frassati, el beato Marcel Callo y la beata Chiara Badano.
Además, el prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, Paolo Ruffini, ha subrayado la idea de que este documento del Papa no se queda solo en «palabras escritas», sino que pone en marcha «un proceso».
En la presentación también ha intervenido la joven de Ghana Laphidil Oppong Twumasi, que participó en la redacción del documento final del Sínodo de los jóvenes convocado en octubre del año pasado por el Papa, y ha apreciado que la exhortación ‘Vive Cristo’ use un lenguaje «fácil de entender» y sin «arcaísmos».
Es fácil de entender y no se pierde en los arcaísmos, de hecho, he encontrado términos como tutorial, zapping e influencer que yo diría que son términos juveniles. Ha sido un descubrimiento agradable ver tales términos en un documento oficial de la Iglesia», ha señalado la joven de 25 años.
emb